Víctor Sampedro: "Sin el golpe estaríamos en un estado federal"
El catedrático de Opinión Pública y Comunicación Política considera que con el 23 F se acabó con una transición "que podría haber llevado esta democracia muchísimo más lejos de donde está ahora"
Víctor Sampedro.J.GAS
¿Cómo están tratando los medios convencionales este 30 aniversario del 23 F?
El
segundo periódico de tirada nacional tituló: "En Bahrein piden un rey
como Juan Carlos"; algo que desapareció inmediatamente de la versión
online. Una información no contrastada volvía a colocar al rey como el
piloto ideal de cualquier transición democrática. Por una parte, un
alarde de figura política que no se corresponde con la realidad. Y por
otra, una banalidad absoluta. Parecida a los recopilatorios sobre ‘qué
hacías la noche del 23 F', los líderes actuales cuentan qué hacían en
sus vidas privadas y cómo, al igual que el resto de la población, no se
implicaron en el curso de los hechos.
¿Cree que se acabó la transición y comenzó la democracia?
Lo
que acabó fue una transición que podría haber llevado esta democracia
muchísimo más lejos de donde está ahora. El 23-F abortó la potencia
regenerativa de esta sociedad, con dos discursos oficiales muy
contradictorios. No se puede sostener al mismo tiempo que Tejero era un
payaso sin ningún tipo de apoyo y que el monarca abortó un golpe de
estado de consecuencias trágicas. Una cosa u otra. Estas historias son
verdades, pero verdades a medias. Son verdades que ocultan una verdad
todavía más profunda. Tejero no era el hombre clave de los golpistas. Y
el rey se enfrentó al verdadero golpe (un gobierno de coalición en torno
a Armada) cuando vio que fracasaba, precisamente por la astracanada de
Tejero.
"O consideramos el antifascismo como semillas de democracia, o no existe democracia postfranquista"
¿Cuál fue el verdadero papel del rey?
Está
escrito y firmado por activa y pasiva. El rey participó en una
representación. Como todo acto político, su intervención tuvo mucho de
teatro. Viendo que los tiros y exabruptos de Tejero en el Congreso
invalidaban la ‘operación De Gaulle' en torno a Armada, se escenificó
que el rey ponía la Constitución por delante de la Corona. Algo falso en
los meses previos y en el 23-F. Las muchas horas que pasan antes de su
intervención son horas de consulta. Para saber si los capitanes
generales se suman al tejerazo, si Armada logra reconducir las cosas...
Cuando hay constancia de que nada de eso ocurrirá, entonces toma una
postura pública a favor de la democracia, recordando cómo los Borbones
pagaron con el exilio su apoyo a la dictadura de Primo de Rivera .
Lógico en un monarca: primero mira por su linaje y luego ve en qué
régimen sale adelante.
¿Nadie cuestionó la figura del rey en ese momento?
Sí.
Según el teniente coronel Amadeo Martínez Inglés -conocido por sus
ideas republicanas- la cuestionan sobre todo los militares fascistas
porque el rey traicionó a sus compañeros de armas. También le cuestiona
una izquierda republicana que, a partir de entonces, pasa a ser
extra-parlamentaria. Cuestionan al rey quienes, según Javier Cercas en su libro Anotomía de un instante, no fueron capaces de traicionar sus ideales.
Habla de que éste es un país de héroes de la traición. Así es como
retrata (y alaba) a Suárez, a Gutiérrez Mellado y a Carrillo, pero no al
rey. ¿Insinúa Cercas que el rey no tenía ideales?
¿Cuál fue el objetivo del golpe?
Existen
dos golpes en marcha que son barajados por la corona y la clase
política. El primero lo encabezó Tejero y una trama civil muy ligada a
los restos del Movimiento Nacional franquista. Al mismo tiempo existe
una búsqueda, por parte de la clase política y del monarca, de un
gobierno de concentración nacional, que no era constitucional. Se deja
que ambos planes continúen paralelamente, e incluso se mantiene la
ambigüedad de que se puedan fundir en un momento dado. Es la
precipitación de Tejero la que desbarata absolutamente todo. Los
servicios secretos (el CSID, actualmente CNI) dejan que los dos golpes
salgan adelante y el rey opta por asumir el protagonismo cuando ya no
había forma de encauzar las cosas.
"No existe ninguna democracia viva merecedora de ese adjetivo sin una ciudadanía movilizada"
¿Cuáles son las consecuencias de ese 23 F?
Lo
que ocurre es muy significativo para la marcha posterior de este país.
La definición del modelo territorial sufre una regresión considerable.
Si en 1981 las cosas hubieran continuado como iban estaríamos, casi
seguro, en un estado federal. Además, el golpe fue utilizado por el PSOE
como razón de permanencia en la OTAN, porque esto "democratizaría" a un
ejército como el de Franco, socializado en el autoritarismo, la
represión y el control de la población. Hay un alineamiento total con
EEUU tras el referéndum de la OTAN, en el que González amenazó con
dimitir (con el miedo a otro 23-F) si la población no aceptaba unas
condiciones de permanencia que han sido desde entonces siempre
incumplidas. El 23F y el viaje posterior del rey a EEUU suponen una
restauración borbónica. Todo eso frente a un ideal de socialdemocracia
no alienada, al estilo escandinavo, que era el sueño de la población y
que es abandonado por un PSOE entregado al posibilismo.
¿A qué se debe la desmovilización de entonces?
El
principal legado de la dictadura es el miedo. Miedo a una represión que
no tiene parangón con otro gobierno autoritario, tanto en extensión de
años como en ensañamiento con los vencidos [de la guerra civil]. La
destrucción de organizaciones ciudadanas que se produce tras cuarenta
años es tal que hay un pavor tremendo a la involución. Asimismo, una
democracia estable, según los padres de nuestra constitución y la clase
política española, está reñida con la movilización. Y esto es un error
de cultura política tan grave... No existe ninguna democracia viva
merecedora de ese adjetivo sin una ciudadanía movilizada.
¿Cómo vivió aquel día la opinión pública?
Mientras
en Madrid y Valencia salieron los fascistas a la calle, la oposición
parlamentaria se escondía en el suelo de los tiroteos o preparaba su
exilio. El contraste no puede ser mayor con otro momento de crisis. El
13 de marzo de 2004 [tras los atentados del 11 M] las nuevas
generaciones hicieron uso de las nuevas tecnologías y defendieron la
democracia como no lo habían hecho ni el monarca ni el país en 1981. Lo
cual implica el 13M acabó con la cultura impuesta el 23F. Un cambio
generacional muy importante, que está teniendo consecuencias.
Tejero no era el hombre clave de los golpistasA los jóvenes, a veces, se les echa en cara quejarse de esta democracia...
Los jóvenes ya no están dispuestos a aceptar una democracia regalada
y a que no se les reconozca ningún papel (ni previo ni actual) en
profundizar en un modelo que se da como cerrado y perfecto. Cuando mis
alumnos vuelven de la beca Erasmus, se dan cuenta de que aquí no ven
reconocidas ni su valía laboral ni la dignidad ciudadana. Se saben en
una sociedad imperfecta y en una democracia donde la implicación activa,
al margen de los partidos (y, además, mayoritarios) está penalizada.
Siendo como es la savia de una democracia viva, digna de tal adjetivo.
¿Cómo se podría abrir el debate para que avance la democracia?
Hagamos
un reajuste generacional, empezando en nuestras casas. No hablemos
tanto de la guerra y centrémonos en los cuarenta años más cercanos. En
la dictadura sólo derramaron sangre el dictador y sus matarifes. ¿Por
qué son tan difíciles de asumir dos cosas que parecen evidentes? Que
ciertos consensos fueron útiles y, en su tiempo, sirvieron para evitar
mayores conflictos. Y que aunque, hubiese que traicionar entonces muchos
ideales ahora necesitamos recuperar al menos uno. O consideramos el
antifascismo, la implicación democrática frente al autoritarismo, como
semillas de democracia o no existe democracia posfranquista.
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