ASÍ, COMO UN ECO DE FONDO
La alegría en esta tierra
solo puede descubrirse
si nos fundimos con ella
cuando tomamos conciencia
y caemos en la cuenta
de que la tierra está dentro
y las estrellas también;
que lo de fuera es reflejo
del equipaje interior,
que el sentido de lo bello,
de lo infinito y lo inmenso
tan solo se encuentra dentro
una vez que se atraviesa
el espejo de la piel,
de la costra temporal
y el circuito del espacio,
los enredos del buscar
donde tan solo el vacío
y su tuerca impenitente
nos espera en el umbral
de un mundo que no se entiende
y que a la vez nos atrapa,
nos encadena y secuestra,
convertido en adicción
con ficciones paralelas
estableciendo fisión
donde solo fusionados
en la luz plena del Ser
nace la felicidad
y todo adquiere un porqué
que se derrama en el cuerpo,
en la emoción, en la mente,
en las praderas del alma
que arando con las ideas,
germinan los sentimientos
recogidos en cosecha.
Somos gotas de infinito,
neutrinos de inteligencia
de una humildad prodigiosa
en la luz de un océano
que se mueve sin parar
somos materia de luz,
energía inabarcable,
átomos de un corazón
que late para crear
y que crea porque late
y su latir es amar.
Somos entre el yo del ego
y el tú de la inteligencia
la aventura del Nosotros,
semillas de un universo
que aun está por descubrir
si es que queremos hacerlo
para disfrutar sin miedos
la alegría de vivir.
Y ese universo es el fondo
donde se puede invertir
sin el riesgo de arruinarse,
ese capital inmenso
que la vida nos regala
en cada paso que damos,
en cada soplo de aliento,
en la luz de la mirada
con que acoges
al hermano y a la hermana,
maestras imprescindibles
de viejas asignaturas
que no tienes aprobadas
y de nuevas experiencias
que nunca te imaginabas.
Nada está oculto, familia,
y así lo podemos ver
si nos quitamos la venda
con que la inercia vacía
de conciencia y de sentido
nos ha tapado los ojos
y empobrecido la vida
No le eches la culpa a un mundo
que solo es el resultado
de causas malentendidas
que en vez de iluminación
producen corta cicuitos
en un sistema caduco
convertido en adicción
con los cables desgastados,
las centrales en desuso
y los rayos fulminando
las torres de alta tensión.
Hace falta otra energía
que ilumine desde dentro
y no se agote por fuera
sino que hasta se refuerce
cuando las cosas flojean;
donde menos la buscamos
sembrando la paz que canta
con el ego a ralentí,
-más allá de las estrellas-
transparencia natural,
honestidad a la carta
y la humildad al volante,
en el huerto del Nosotr@s
nos espera la respuesta...
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