jueves, 15 de abril de 2021

馃憤馃憤馃憤馃憤馃憤馃憤馃憤馃憤馃憦馃憦馃憦馃憦馃憦馃憦馃憦馃グ馃グ馃グ馃グ馃グ馃グ馃馃馃馃馃馃 Querida Ana, gracias una vez m谩s por este art铆culo. Nuestrxs hermanxs negrxs son un verdadero regalo y una advertencia de la vida acerca de lo que nuestra "maravillosa cultura blanca " y depredadora lleva perpetrando en el Planeta desde hace milenios. Vienen al centro de acogida para aprender castellano y a cambio nos proporcionan el aprendizaje de otroo idioma mucho m谩s universal: la inteligencia emocional, la sabidur铆a de las experiencias m谩s duras y de una generosidad y una empat铆a que ya quisi茅ramos en Europa y en USA. La inmigraci贸n es una desgracia para los pa铆ses que pierden a tanta buena gente y al mismo tiempo una riqueza inmensa para pa铆ses como el nuestro, que han perdido los cuatro puntos cardinales en la mara帽a de los intereses y vericuetos border line m谩s demoledores. Necesitamos todxs una nueva visi贸n de la vida, del Planeta, de la civilizaci贸n y de la humanidad. Otros valores que en vez de cotizar en Wall Street, coticen en la bolsa infinita de la Conciencia

Dominio p煤blico

Negros

Serigne Mbaye, candidato de Unidas Podemos a la Asamblea de Madrid y portavoz del Sindicato de Manteros de Madrid, en la calle Dos Hermanas, junto al local de Asociaci贸n de Sin Papeles de Madrid, el 7 de marzo de 2021. — Jairo Vargas
Serigne Mbaye, candidato de Unidas Podemos a la Asamblea de Madrid y portavoz del Sindicato de Manteros de Madrid, en la calle Dos Hermanas, junto al local de Asociaci贸n de Sin Papeles de Madrid, el 7 de marzo de 2021. — Jairo Vargas

El 29 de marzo Pablo Iglesias anunciaba el fichaje de Serigne Mbay茅, del Sindicato de Manteros, para su lista como candidato de Unidas Podemos a la Presidencia de la Comunidad de Madrid. Mbay茅, espa帽ol afincado en Madrid que lleg贸 en patera a Tenerife en 2006, es un conocido activista por los derechos de los migrantes y contra el racismo y, que en este momento, regenta un restaurante montado con otros socios.

Serigne Mbay茅 es de raza negra. Es negro y es migrante, y ambas circunstancias desataron la locura entre los racistas y xen贸fobos declarados de ultraderecha y a esos otros del "Yo no soy racista, pero...". Mbay茅, que dio entrevistas a P煤blico y otros medios, admiti贸 que el acoso que estaba recibiendo desde que fich贸 por Unidas Podemos era de unas dimensiones completamente desproporcionadas para un pa铆s y su capital, que tienen la multiculturalidad y la diversidad como se帽as de identidad.

Adem谩s, Mbay茅 mostr贸 su amplio conocimiento sobre las estrategias del racismo, la xenofobia, la aporofobia... que emplean los neofascistas trumpistas y que se est谩n normalizando de forma muy preocupante entre la opini贸n p煤blica. El discurso de Mbay茅, sosegado, pedag贸gico y muy argumentado, refleja a la perfecci贸n por qu茅 Iglesias lo ha incluido en su lista si, como dice, se ha comprometido a trabajar por la igualdad plena de los colectivos a los que representa su candidato.

La normalizaci贸n del discurso de odio, a veces encubierto a veces no, es uno de los grandes males de la (pre)campa帽a electoral en Madrid, aunque se ha generalizado ya por toda Espa帽a, sobre todo, donde Vox pincha y corta sobre los gobiernos del PP. Lo vimos en Andaluc铆a con las (no) pol铆ticas de Memoria Hist贸rica, en Murcia con el ‘pin panteral’ y en Madrid con el abrazo general al trumpismo de la presidenta D铆az Ayuso, que ha debilitado, incluso, las posibilidades de Vox en Madrid.

La asunci贸n de esos postulados ha llevado al PP nacional a intentar superar a Vox por la derecha para sumar votos, pero como no hay margen ni arc茅n siquiera, han ido a decir lo mismo y el responsable de Comunicaci贸n online del PP nos ha sorprendido (poco) con un tuit que para s铆 so帽ara Ortega Smith y en referencia al candidato tumbado judicialmente y a Mbay茅: «Toni Cant贸 no puede ir en las listas de la Comunidad de Madrid. El portavoz del Sindicato de manteros s铆. Matrix est谩 fallando». Parece que hay ciudadanos de primera que pueden saltarse la ley y ciudadanos de segunda, sin derechos, aunque cumplan la ley escrupulosamente. ¿Lo entienden ya?

Hace dos d铆as, The Washington Post, ese diario estadounidense socialcomunista bolivariano, dedic贸 un amplio reportaje a analizar el preocupante aumento del que llaman "terrorismo dom茅stico", el de casa, en 2020 y lo que llevamos de 2021 tras alcanzar su punto 谩lgido con la cercan铆a electoral -que se sald贸 con su derrota- y la ofensiva nacionalpopulista de Trump y su potente carga de xenofobia, misoginia y racismo.

Los datos del Washington Post, recopilados por  el Centro de Estudios Estrat茅gicos e Internacionales (CSIS, con sus siglas en ingl茅s) y analizados por los periodistas O’Harrow, Ba Tran y Hawkins, conclu铆an que "los incidentes de terrorismo dom茅stico se han disparado a nuevos m谩ximos en Estados Unidos, impulsados principalmente por extremistas supremacistas blancos, antimusulmanes y antigubernamentales de extrema derecha". "El trauma es una forma de vida para nosotros. As铆 que lloramos, pero seguimos avanzando", dice a The Washington Post Kenneth Robinson, pastor de una de las varias iglesias predominantemente negras atacadas por la extrema derecha.

El extenso y documentado reportaje incluye testimonios de v铆ctimas del neofascismo trumpista y ofrece claves muy interesantes sobre lo que supone la normalizaci贸n y hasta el blanqueamiento de los discursos de los pol铆ticos ultraderechistas. Por ejemplo, sostiene que los datos publicados este lunes por el CSIS ("una de las mejores fuentes p煤blicas de informaci贸n" sobre este terrorismo) recogen el golpe de Estado al Capitolio el 6 de enero como uno de los once incidentes neofascistas solo ese mes. Pero en relaci贸n con esto, subraya "una mayor participaci贸n en ataques y complots de extrema derecha por parte de miembros del servicio militar, veteranos y oficiales de polic铆a en activo y retirados" algunos de ellos que participaron en lo del Capitolio.

"El 6 de enero no fue un evento aislado", advirti贸 el director del FBI, Christopher A. Wray, tras el golpe de Estado en Washington y subray贸 la necesidad de fijar como prioridad de la seguridad nacional la lucha contra este "terrorismo dom茅stico", que tiene como principales objetivos a una nutrida representaci贸n de la sociedad de EE.UU., incluidos negros, jud铆os, personas LGTBQ, asi谩ticos y otra gente de varias razas. "Decenas de instituciones religiosas como mezquitas, sinagogas e iglesias negras, as铆 como cl铆nicas de aborto" han sido tambi茅n atacadas por este fascismo del siglo XXI, muy potente en las redes sociales y alentado desde la Casa Blanca en la etapa de Trump.

No obstante, salvo que los ataques conlleven v铆ctimas, en muchos casos quedan sin autor铆a conocida por la tendencia a actuar de forma independiente aun pertenecientes a grupos bien organizados de ultraderecha como el KKK, los Aryan Cowboys y la Base (67 ataques desde 2015, seg煤n el Washington Post). 

La espiral de violencia en EE.UU. contin煤a, acrecentada por el importante apoyo electoral (60 millones de votos) que obtuvo Trump, pese a la victoria de Biden. Una de las razones decisivas de este incremento de violencia es el hecho de contar con apoyo institucional al m谩s alto nivel, y esto es extrapolable a todos los pa铆ses, sea EE.UU., Italia, Francia, Grecia o Espa帽a, pa铆ses donde la extrema derecha se hace fuerte con su nexo com煤n de xenofobia, racismo, misoginia u homofobia y las peculiaridades de cada una en funci贸n de la idiosincrasia de los pa铆ses.

Por eso en las elecciones de Madrid nos jugamos tanto. Lo sabe Mbay茅 y lo sabemos todas.

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