lunes, 4 de noviembre de 2019

La sensatez de Iñaki como programa es una buena guía para políticos desnortados. Aplíquensela, e intenten estar a la altura de su responsabilidad, aunque sea por primera vez desde que les conocemos y padecemos. Yo no les veré, por tres razones: 1) Porque ya sé lo que van decir y a hacer. No dan más de sí. 2) Porque ustedes se han encargado a cinco manos de darme todos los motivos para no creerles hasta que no vea en sus conductas honestidad, en vez de palabras huecas y jugadas reppugnantes más dignas de un juzgado de guardia que de ppublicidad electoral y3) Porque al único candidato que estoy dispuesta a escuchar, Íñigo Errejón, que ya es portavoz reconocido por miles de españoles y españolas, y al que no se le da voz para que no tenga votos. Jugar tan sucio es caer muy bajo y no merece atención alguna, sino una dimisión conjunta de inutilidades conjuradas para que España siga en plan Gattopardo lampedusiano. Así que, no es no, queridos berzas, hasta que cambieis y eso no se hace en unas horas...Todo se ha dicho, pero nada fiable está hecho, y llevamos cuatro tomaduras de pelo seguidas en las urnas; lo que se ha hecho hasta ahora ha sido todo lo contrario de lo que España necesita y el único brote verde ha sido Vox. Toma ya. El colmo de la innovación para una nueva Era. Mi tiempo vale mucho más que vosotros, que os escuche Rita la cantaora, guapos, que yo tengo que preparar las clases de castellano para los refugiados y de cultira general para los pensionistas del barrio...Mi voto es para MásPaís y no somos cuatro ilusas las que vamos a votar esa opción. Más vale decencia con las bases del pueblo que indecencia con las cúpulas populistas; ellas y ellos, MásPaís/Compromis,sí me representan por lo que han hecho en Madrid y en Valencia mientras han gobernado. Obras son acciones y no vanos sermones. Ains! Cuando el pp , c's, vox, Sánchez e Iglesias aprendan a respetar la pluralidad y a obedecer a los votantes, a reconcer lo que no entienden y a dimitir si no lo superan, cuando se comporten como lo han hecho Carmena en Madrid y el pacto de Botànic en Valencia, entonces, sí, hablaremos del gobierno, como decían Tip y Coll, pero en serio. Hasta entonces votaremos por libre y sin miedo al coco, que son ellos mismos, of course!



Señores candidatos, dos puntos 




Mi nota de hoy quiere ser un mensaje a los líderes que van a debatir hoy en televisión, en el debate electoral. Señores (porque no hay señoras), estamos de acuerdo en que, puesto que todavía nadie ha votado, cualquier resultado es posible.
Todas las urnas a estas horas están completamente vacías. Y en los tiempos volátiles que vivimos cualquier resultado es posible. Comprendo que eso excita mucho. Comprendo que la búsqueda del voto indeciso es tremendamente excitante y que por ahí se aceleran muchas cosas.
Entiendo que, a estas alturas, están impulsados por la ilusión de obtener un resultado superior al que todos dicen y temiendo obtener un resultado peor del que todos dicen.

No caigan en el tremendismo

En esta situación, entre la ilusión y la angustia, entiendo que puedan producirse determinado tipo de excesos, pero cuídenlos. No caigan en el tremendismo esta noche y no vayan a cegar las escasas vías de encuentro que quedan entre ustedes. Porque nos van a hacer falta.
Ustedes no ignoran que si no se produce una colosal sorpresa, el domingo va a haber muchos partidos que van a subir mucho y otros que van a bajar mucho, pero lo más probable es que el lunes por la mañana nos encontremos, a efectos de gobernabilidad, a una situación muy parecida a la que nos encontramos el lunes 29 de abril.
Y sería muy interesante que fuera diferente. Porque como nos encontremos con las líneas rojas marcándolo todo y paralizándolo todo, no olvidemos lo que pasó. Pasó que se paró la evolución de este país y se vino abajo el menguante crédito que tienen todos ustedes. Porque ustedes no ignoran ese crédito que se ha venido abajo.
Es bueno también que no olviden que hoy nos vamos a sentar delante de la televisión no para asistir a la exhibición de sus obsesiones, ni tampoco para oír por enésima vez esa serie de reproches que ya nos sabemos de memoria. No.

Han agotado sus argumentos

Sepan que han agotado sus argumentos y al tiempo también la paciencia de la ciudadanía, que ha visto durante muchísimo tiempo que los intereses de la ciudadanía, las preocupaciones han quedado relegadas a las preocupaciones de sus objetivos tácticos y estratégicos y que no podemos continuar así. Que no vamos a poder continuar durante mucho tiempo más siguiéndoles y acompañándoles en esta política de trincheras.
Miren, ustedes ya saben que los ciudadanos tenemos nuestras preferencias, muchos claramente. Hay partidos que nos gustan más, partidos que nos gustan menos, partidos que no nos gustan nada, partidos que no nos gustan nada en absoluto, pero, sin embargo, no vivimos en esa extrema incondicionalidad de la que ustedes están rodeados cada día. Y, por tanto, ya no podemos continuar apoyando este juego frentista que nos está llevando a una situación de paralización y que nos tiene condenados a la inestabilidad desde hace tanto tiempo.

Nos surgen reformas y las reclamamos

Nos surgen reformas y las reclamamos. Nos surge la reforma educativa, la reforma laboral, la reforma fiscal, la reforma de las pensiones y, repito, las reclamamos. Como reclamamos asimismo que busquen ustedes la manera de ponerse de acuerdo en los mínimos suficientes para poder afrontar asuntos de la envergadura del problema catalán, que no es sólo un problema de orden público.
En definitiva, si del debate de esta noche se desprende que seguimos atascados en los bloqueos no importará nada saber quién ha ganado porque sabremos quién ha perdido. No sabremos quién va a ganar las elecciones del domingo, pero sabremos quién las va a perder, la ciudadanía, el pueblo español.
Y por cierto, esa advertencia de Casado a Sánchez diciéndole que le va a responsabilizar de los incidentes que se puedan producir esta noche en Barcelona con motivo de la llegada del rey es absolutamente inexplicable. Esa sí que es una verdadera irresponsabilidad. Y, además, es muy mal presagio.


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