La solución no pasa por reiterar el bucle infinito, proponiendo gobiernos de los unos contra los otros
Nos encontramos en un momento de bloqueo que puede acabar
con los múltiples anhelos de cambio que, de forma plural, han estado en
las corrientes de fuentes de nuestro país. Un bloqueo marcado por una
acción de Gobierno del PDECat y ERC que, pensando en gobernar tan solo
para una parte, ha dejado atrás de forma dramática la mitad del país y
ha acabado por frustrar a la otra mitad. Un bloqueo marcado por aquellos
que, como C's y PSC, sin ninguna alternativa real para Catalunya, y
tampoco para España más allá de seguir apoyando al PP en los momentos
claves, han acabado por validar la falta de salidas dialogadas y la
intervención del autogobierno. Solo somos fuertes, no débiles, cuando
construimos nuestros sueños desde la base de nuestra diversidad.
La solución no pasa por reiterar el bucle infinito,
proponiendo gobiernos de los unos contra los otros. La solución no pasa
por hojas de ruta de parte que nos han llevado a la realidad actual.
Para nosotros, la solución no es otra que construir desde nuestra
pluralidad un nuevo acuerdo para Catalunya, un nuevo pacto entre los
catalanes y catalanas, un 'New Deal' que nos permita salir de las
fracturas actuales reforzados como país y com mayores cuotas de justicia
social.
Los tiempos del bucle no han puesto solución al paro crónico y la creciente precariedad, cuando el 86% de los nuevos contratos son temporales y duran menos de dos meses; ni se han revertido los recortes en educación y sanidad; ni mucho menos se ha actuado para asegurar el derecho a una vivienda digna, cuando el precio de alquilar en Catalunya supera en un 48% la media estatal. Y cuando en el centro no está la articulación social, en el centro tampoco está la posibilidad real de avanzar en mayores cuotas de afirmación nacional.
Hemos de pasar del bucle a una nueva etapa. Una época donde se dé respuesta a las demandas de la gente, que el Gobierno actúe pensando en toda la sociedad, sin dejar a nadie al margen. Es el momento de abrir esta nueva época, recogiendo el hilo histórico del catalanismo progresista que busca agrupar las propuestas de progreso para mejorar la vida de la gente y avanzar en el reconocimiento de las diversas soberanías.
Este nuevo acuerdo ha de ser económico, político, social y nacional. Ha de partir de los amplios consensos que nos hacen fuertes como pueblo que siempre han tenido vocación de protagonizar grandes cambios, ha de incluir el blindaje de los derechos sociales, una hacienda propia y solidaria, una nueva arquitectura institucional que ponga en el centro a los municipios, que han sido la base de la respuesta social a la crisis, y que construya una nueva relación bilateral, de tú a tú, con el Estado.
En el marco de este nuevo acuerdo también se ha de producir un pacto de claridad entre los catalanes y las catalanas alrededor de cómo hacer efectivo el derecho a decidir. El cambio, y no la frustración, la transformación y no el bloqueo de los bloques, la calidez y no la fractura, ha de ser la base para la construcción de un nuevo proyecto en Catalunya, que nos permita impulsar el cambio progresista en España. Solo cambiando primero Catalunya, ayudaremos a cambiar España. Para conseguirlo hemos de dejar de votar contra los otros para votar por nosotros en toda nuestra pluralidad, con toda nuestra grandeza como país. Este es el voto decisivo.
Xavier Domènech, candidato de Catalunya en Comú Podem a la Generalitat de Catalunya.
Los tiempos del bucle no han puesto solución al paro crónico y la creciente precariedad, cuando el 86% de los nuevos contratos son temporales y duran menos de dos meses; ni se han revertido los recortes en educación y sanidad; ni mucho menos se ha actuado para asegurar el derecho a una vivienda digna, cuando el precio de alquilar en Catalunya supera en un 48% la media estatal. Y cuando en el centro no está la articulación social, en el centro tampoco está la posibilidad real de avanzar en mayores cuotas de afirmación nacional.
Hemos de pasar del bucle a una nueva etapa. Una época donde se dé respuesta a las demandas de la gente, que el Gobierno actúe pensando en toda la sociedad, sin dejar a nadie al margen. Es el momento de abrir esta nueva época, recogiendo el hilo histórico del catalanismo progresista que busca agrupar las propuestas de progreso para mejorar la vida de la gente y avanzar en el reconocimiento de las diversas soberanías.
Este nuevo acuerdo ha de ser económico, político, social y nacional. Ha de partir de los amplios consensos que nos hacen fuertes como pueblo que siempre han tenido vocación de protagonizar grandes cambios, ha de incluir el blindaje de los derechos sociales, una hacienda propia y solidaria, una nueva arquitectura institucional que ponga en el centro a los municipios, que han sido la base de la respuesta social a la crisis, y que construya una nueva relación bilateral, de tú a tú, con el Estado.
En el marco de este nuevo acuerdo también se ha de producir un pacto de claridad entre los catalanes y las catalanas alrededor de cómo hacer efectivo el derecho a decidir. El cambio, y no la frustración, la transformación y no el bloqueo de los bloques, la calidez y no la fractura, ha de ser la base para la construcción de un nuevo proyecto en Catalunya, que nos permita impulsar el cambio progresista en España. Solo cambiando primero Catalunya, ayudaremos a cambiar España. Para conseguirlo hemos de dejar de votar contra los otros para votar por nosotros en toda nuestra pluralidad, con toda nuestra grandeza como país. Este es el voto decisivo.
Xavier Domènech, candidato de Catalunya en Comú Podem a la Generalitat de Catalunya.
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