El pp ha perdido las riendas del debate y ya sabe que está derrotado de antemano por no haber cumplido la norma de unos minutos horarios en un momento crucial y con la mayoría en contra. Si ya sabe que ha perdido ¿para qué acudir al Congreso si no le interesa lo que el Congreso tiene que decirle, que se lo sabe de memoria? Mejor la coz del desprecio comodioshmanda a la representación ciudadana mindundesa que es el Parlamento para los gañanes-señoritos del cortijo que no llegan al grado adulto y responsable de señorías.
Con ese sentido maravilloso de responsabilidad, el orgullo herido y la fanfarria por los suelos el pp decide que deja vacíos los escaños y que a ellos no les va a dar lecciones nadie y menos un antisistema con coleta. Viva la democracia pepera en su salsa del escaño vacío cuando pierde por su propia negligencia; son como la manada, si el cabestro no está todos desaparecen en el vacío. Beee, beee...pee, pee, dos consonantes implosivas, una sonora y la otra sorda, como debe ser en la buena fonética y de la misma familia labial, la que, por cierto, comparte el concepto de morro, o sea, físico y simbólico. No hay coincidencias sin sentido y dirección, aunque lo parezca a simple vista.
Es patético que se pueda seguir gobernando en minoría numérica porque lo permite una mayoría indecorosa y carente del menor indicio de ética y sobrada de intereses espurios.
Menos mal que esta vez ha sido el tiempo y su tic-tac la inocente causa material e inesperada, del desastre estratégico, como en el Un, dos, tres. Lo mismo le pasó a Al Capone, al que comprando jueces y abogados no había manera de detener. Y sólo se le pudo desactivar por no tener al día las cuentas con Hacienda. Claro, que era en EEUU donde esas cosas de la pasta son intocables y sagradas. Puedes comprar armas en el kiosko de la esquina, puedes matar a alguien y si tienes una buena defensa irte de rositas como si nada, pero, ay, lo de money, money, no tiene perdón. Aquí Montoro es el sumo sacerdote que parte el bacalo y ningún pepero ha sido condenado por problemas con el fisco, que para eso está tito Cristóbal. Primero porque el fisco verdadero en España no está, sino repartido por esos mundos paradisíacos y aquí queda poco que rascar. Y segundo porque le fiscó c'est moi dice el pp mediante el ministro del ramo yéndose por las ramas.Y todos lo aceptan como el decálogo del Sinaí.
Pues bien, el universo inteligente, cuando no hay caminos abiertos y esos caminos están embarrados e intransitables por el lodo y los dertritus amontonados por falta de higiene ética, se vale del efecto cuántico de la mariposa. Un humilde pero implacable reloj puede tumbar las murallas de Jericó. Toma, pp, en tolosmorros, David tumba a Goliat; y esta vez ni siquiera le ha hecho falta su onda de pastor. El inofensivo reloj ha sido la pedrada providencial. A veces los renglones retorcidos por el poder resultan el trampolín de la verdad en la otra cara de la moneda cósmica. Nadie, por mucho poder que maneje, está a salvo de la física cuántica, que la ignorancia, desde siempre en la parra, llama "casualidad".
Dice un proverbio árabe que no te impacientes y verás pasar por delante de ti el cadáver de tu enemigo sin que te hayas molestado en matarlo y perfecciona el tema el refranero español, siempre tan sutil: a todo cerdo le llaga su San Martín. En un país tan devoto de la catolicidad siempre hay al menos un santo para todo. Hasta para el finiquito de los cerdos. Por cierto, que el Parlamento bendecido con la gracia inesperada y liberadora de cadenas pperas, se lo tendrá que agradecer, entre, al menos, una docena de santos de nombres originalísimos que comparten la efeméride de ayer 12 de diciembre, a Espiridón y a Mercuria, suponemos que descubridores de la espirulina y de de las aplicaciones del azogue (nombre vulgar del mercurio), respectivamente.
Ains!
Ains!
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