
Mariano Rajoy, presidente en funciones.
EFE
El presidente del plasma está en plena gira por los
medios de comunicación. Ha dado más entrevistas en las últimas semanas
que en todo 2014, un año donde solo hizo tres. La falta de costumbre
ante las preguntas incómodas, especialmente las de Jordi Évole en
Salvados, no le han hecho quedar bien. Esta es un breve repaso a algunas
de las mentiras de dos de estas últimas entrevistas: la de Évole y la
que hizo con Carlos Alsina en Onda Cero.
Mariano Rajoy: "Hay muy pocos trabajadores que cobren el salario mínimo".
Más de un tercio de los asalariados españoles, más de
cinco millones de personas, sobreviven con menos con un sueldo de menos
de 655 euros. Es verdad que aquí se incluye aquellos que no trabajan a
jornada completa o a los que compaginan un trabajo con el paro porque
son datos anualizados. Pero incluso si vamos al literal de la frase y
miramos a aquellos que cobran el salario mínimo nos siguen saliendo más
de un millón de trabajadores con el salario mínimo.
Mariano Rajoy: "El señor Bárcenas fue primero procesado y después se le
levantó el procesamiento cuando gobernaba el PSOE. Y luego, cuando
gobernaba el PP se le volvió a imputar. Los tribunales actuaron con
absoluta independencia.
Falso. Los
tribunales no han actuado con total independencia porque cuesta
encontrar un proceso penal donde el PP haya presionado más a los jueces:
por eso ha habido siete jueces ya en la Gürtel o en sus alrededores:
Garzón, Pedreira, Monterde, Gómez Bermúdez, Carmona, Ruz y De la Mata.
Algunos han acabado expulsados de la Justicia, como Garzón. Otros, en un
retiro dorado en Londres, como Miguel Carmona. Cuando al PP le va mal
un juicio, no cambia de abogado: cambia de juez.
Tampoco es cierto que al señor Bárcenas se le "levantase el
procesamiento cuando gobernaba el PSOE", que es esa frase con la que
Mariano Rajoy intentó exculpar durante la entrevista con Évole sus SMS a
"Luis, se fuerte". El juez que levantó la imputación contra Bárcenas,
más que del Gobierno del PSOE, dependía de un gobierno del PP: el de la
Comunidad de Madrid. Antonio Pedreira era juez del Tribunal Superior de
Justicia de Madrid. Es decir, de un juzgado autonómico en cuyos
nombramientos manda mucho la Asamblea de Madrid, donde el PP entonces
tenía la mayoría absoluta.
Jordi Évole: "¿Mientras Luis Bárcenas guardó silencio ustedes le protegieron?
Mariano Rajoy: "No."
Falso. La protección fue total, y no solo incluyó mantenerle el sueldo,
el despacho y hasta la secretaria. El PP pagaba hasta los abogados de
Bárcenas, y por partida doble: no solo a aquellos que defendían a su
extesorero, sino también a los que estaban personados en la causa como
supuesta acusación, en nombre del PP, y que también actuaban como
abogados defensores. Fue el propio PP quien solicitó en numerosas
ocasiones la desimputación de Luis Bárcenas y al final, por un rato, lo
logró.
Antonio Pedreira levantó la imputación a
Bárcenas de forma bastante irregular, a pesar las muchas evidencias en
su contra y cuando aún no habían llegado los datos de la comisión
rogatoria enviada a Suiza para rastrear sus cuentas allí. Lo hizo en el
mejor momento: justo antes de las elecciones de 2011, a tiempo para que
Trillo pudiese acusar "al PSOE de Rubalcaba" de una "cacería" contra el
PP.
Gran parte del mérito de que Bárcenas fuese
desimputado fue de Pedro Gómez de la Serna, hoy diputado por el grupo
mixto tras conocerse que cobraba comisiones desde el Congreso de los
Diputados, donde le colocó el PP. Gómez de la Serna fue recompensado con
ese escaño al que tanto rendimiento le sacó gracias a sus muchas
gestiones ante el juez Pedreira para lograr la desimputación de
Bárcenas.
"Hacemos lo que podemos", le dijo Rajoy también a su amigo Luis por SMS. Y tanto que lo hicieron.
Jordi Évole: ¿Quién ha dimitido por pagar con dinero negro la sede del PP de Génova?
Mariano Rajoy: El señor Bárcenas (…) Era el tesorero.
Falso. Es discutible que el último responsable político de que un
partido se financie con dinero negro sea el tesorero. Bárcenas no es un
filántropo que pagase de su propio bolsillo la reforma de la sede para
hacer un favor al partido, pero es que ni siquiera es cierto que en
aquel momento fuese siquiera el tesorero. Los pagos en negro que
investiga la Justicia por las obras en el edificio son del año 2006, y
en ese momento el tesorero era Álvaro Lapuerta, al que Rajoy prefiere no
responsabilizar. A diferencia de Bárcenas, Lapuerta ha sido leal con el
partido y no ha hablado de más.
Mariano Rajoy (en Onda Cero). "El juez del señor Soria fue una señora
que hoy es magistrada de un partido político. Luego, el señor Soria fue
desimputado y el señor Soria es ministro y desempeña su función con
absoluta normalidad".
Falso. La juez que
procesó al hoy ministro Soria se llama Margarita Varona y no milita en
partido alguno. Sigue trabajando en los juzgados de Las Palmas. Tampoco
es cierto que el señor Soria "desempeñe su función con absoluta
normalidad", salvo que el presidente del Gobierno considere que es
normal que el ministro de Turismo pague solo 70 euros por noche en la suite presidencial de un hotel de cinco estrellas en Punta Cana,
en pleno agosto. Casualmente, un hotel que es propiedad de un
empresario canario que es también dueño de otro hotel ilegal donde Soria
también suele veranear.
También es falso, como Rajoy
repite sin cesar, que Soria "no hiciera nada". La investigación
judicial del famoso caso Salmón, por el que Soria fue imputado, demostró
que el entonces presidente del Cabildo de Gran Canaria disfrutó de
varios vuelos gratis en un jet privado que pagó un
empresario con intereses turístico en la isla. Soria y su familia
volaron gratis al festival de la música de Salzburgo, Austria, y pescar
salmón a Trondheim, Noruega.
El caso Salmón fue
archivado, pero no porque Soria no hiciese nada, sino porque la Fiscalía
consideró que el presunto delito de cohecho impropio había prescrito
–le aplicaron la doctrina de los Albertos– y porque la jueza que llevaba
el caso, en una curiosa interpretación, consideró que el vuelo en jet
privado no era un cohecho porque el avión iba a volar de todos modos y
costaba lo mismo llevar a más pasajeros. En román paladíno: que donde
caben dos, caben seis.
La magistrada también aseguró
en uno de sus autos que regalar a un político vuelos en jet privado eran
"una conducta socialmente admitida". Pues menos mal que era de Podemos,
según Rajoy.
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