Están deteniendo a los voluntarios en Idomeni. ¿Qué mal están haciendo al ayudar al prójimo refugiado y maltratado? ¿Qué interés tiene la UE en detenerlos? ¿A quién molestan? ¿A la justicia, a la igualdad, a los DDHH, a la dignidad de las personas, a la libertad, a la solidaridad, a la compasión, a la fraternidad? No. Molestan al poder del dinero y a su comodidad. Al egoísmo. A la hipocresía de las dobles caras, que adecentan la miseria de los refugiados si va a visitarlos el papa de Roma. A las tiranías vigentes. A la crueldad de un sistema que sólo cree en la depredación como negocio y al que solo interesa el control de los seres humanos porque consideran el Planeta como su granja particular y fuente de negocio permanente.
De estos asuntos las noticias no hablan o si lo hacen es de pasada, en plan anecdótico, para banalizar la gravedad de los hechos. Debemos difundirlas. Hablar de ellas y hacer que se sepa lo que está pasando. La información decente es verdad. Y la verdad nos hace libres. Por eso molesta tanto en el territorio de la mentira sistémica.
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