‘El rey’: “Me da miedo quedarme en pelotas a la intemperie”
- Entrevista con un ficticio rey emérito
- El actor y dramaturgo, Alberto San Juan, responde las preguntas de 'cuartopoder' desde la piel de Juan Carlos I
Su figura, actualmente, pasa por sus peores momentos de cara a la opinión pública. Quien fuera designado por el dictador Francisco Franco como su sucesor al frente de la Jefatura del Estado en 1975, fue, durante muchos años y según el relato de los papeles oficiales y oficialistas, uno de los mayores artífices dela Transición y del actual periodo democrático español.
La corrupción, los líos de faldas, la trascendencia de su participación en cacerías de elefantes, sus vínculos directos con sátrapas de países en los que los derechos humanos brillan por su ausencia... son ideas recurrentes en el imaginario español cuando se escucha una mención al “rey emérito”. Hace un mes, su hijo, el actual monarca, se dirigía a la ciudadanía española en un discurso televisado; una gran cacerolada le respondió: unos días antes se conocía que Felipe VI figura como heredero de una fortuna desviada a paraísos fiscales por su padre, a la cual, cuando se destapó el asunto, dijo renunciar.
Como suponemos que Juan Carlos I no habría respondido a nuestras preguntas, nunca fue muy de entrevistas, entrevistamos en su lugar al actor y dramaturgo Alberto San Juan (Madrid, 1968), autor de la obra El Rey. Esta obra es un recorrido por pesadillas y recovecos de la mente del emérito durante hitos históricos de las últimas décadas. En las representaciones participaron actores como Willy Toledo, Luis Bermejo, Manolo Solo, Javier Gutiérrez, Alberto Jiménez y el propio San Juan, y fue también llevada al cine en 2018. Entrevista ficcionada con Juan Carlos de Borbón, responde, pues, Alberto San Juan, autor de El Rey.
- ¿Cómo lleva estar encerrado en casa? ¿Qué es lo que más echa de menos de salir a la calle?
"No conozco tanto la calle como para echarla de menos"
- ¿Por qué no dona esa fortuna que tiene en Panamá y Suiza a las arcas públicas españolas para combatir la crisis sanitaria, tal y como le reclamaron los ciudadanos con una sonora cacerolada el mes pasado?
- Porque me da miedo la muerte. Me da miedo quedarme en pelotas a la intemperie. Ese dinero me ayuda a soportar el miedo. Estoy bastante solo, ¿sabe usted? Tengo que protegerme.
- Vaya cacerolada, ¿la escuchó?
- La escucho constantemente. Y no se oye desde el lugar donde vivo, sea cual sea ese lugar. Pero yo la escucho constantemente. En distintas versiones: metal contra metal, un ariete golpeando las puertas, un susurro en mi oído…
- ¿Qué le pareció el discurso de Felipe VI? ¿Cómo lo está haciendo su hijo? ¿Está orgulloso de él?
"Es un tipo frío, mi hijo"
- No lo vi. Me aburren los discursos. Me aburrían cuando los daba yo, y ahora, aún más. Un buen amigo lo vio por mí y me contó que lo que vino a decir mi hijo fue: “Hola, soy el rey y no valgo absolutamente para nada. Ahora ya lo sabéis todos. Adiós”. Es un tipo frío, mi hijo. O quizá, un ser sin temperatura. Al día siguiente, Ansón escribió en El Mundo: “Si la monarquía se convierte en un problema y deja de ser una solución, no tiene razón de permanecer”.
- Menudo reinado lleva su hijo. Crisis de gobernabilidad con repeticiones de elecciones generales en dos ocasiones; el referéndum del 1-O; la crisis del coronavirus… Se fue usted en el momento oportuno.
- Yo no me fui. Me echaron. Amablemente, me sacaron a patadas. Lo mismo que hicieron con mi padre, solo que él ni siquiera llegó a reinar. Lo mismo que hicieron con mi abuelo, pero en su caso vino la República. ¿Qué pasará cuando lo hagan con mi hijo?
- Y ministros comunistas en el Gobierno. Y 75 diputados republicanos en el Congreso. ¿Qué está pasando?
- El mundo humano, tal como lo conocíamos, se acaba. No es que yo haya dejado de reinar, es que el ser humano ha dejado de ser rey y señor de la tierra. Se acabó el orden humano. Volvemos a la selva. Eso es lo que está pasando.
- ¿Cómo será España tras el confinamiento? ¿Qué espera encontrarse?
- El caos. El retorno a la selva. Los mecanismos que han servido para mantener el orden durante los últimos cuarenta años ya no sirven. Quizá se experimente hasta dónde se pueden extremar esos mecanismos, hasta qué punto dejan el cañón de la escopeta al descubierto, visible por todos. No valdrá de nada. La selva es más fuerte. Ahora lo sé.
- Algunos hablan de reeditar los Pactos de la Moncloa. Aquello fue en 1977, ¿qué recuerdos le trae ahora, encerrado, aquellos maravillosos años?
- Me provoca una profunda tristeza pensar hoy en aquellos sueños de tener el control en nuestras manos. Aquel delirio de creer que el orden humano podría someter a la selva para siempre.
- ¿Reeditaría usted, don Juan Carlos, los Pactos de la Moncloa?
- ¿Para qué? ¿Para qué esforzarse por mantener el decorado en pie? Afrontemos la verdad. Cada cual como pueda. Yo casi a solas, con mis cuentas, con mi miedo.
- Muchas gracias por su atención. Para terminar, ya que millones de españoles siguen confinados en sus hogares, le pediría tres recomendaciones: un libro, una película y un plato para cocinar.
- La vida es sueño. El hombre que pudo reinar. La sopa que hacía aquella mujer que trabajaba en palacio, ¿cómo se llamaba?
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