Tratamiento de la conjuntivitis con Homeopatía
La conjuntivitis es la afección ocular por la que más se consulta al médico. Puede tener diferentes causas y puede afectar a bebés, niños y adultos, incluso a nuestras mascotas. Y para ellas la Homeopatía también resulta, como no podía ser de otra manera, de gran ayuda.
En este post vamos a ver cuáles son las causas de la conjuntivitis, sus síntomas, cómo se diagnostica y cómo podemos prevenirla y tratarla. Y veréis cómo la Homeopatía puede ser una de las opciones de tratamiento de la conjuntivitis más interesantes.
¿Qué es la conjuntivitis?
El sufijo -itis significa inflamación así que la conjuntivitis será la inflamación de la conjuntiva que es una fina membrana transparente que recubre la superficie blanca del globo ocular y la cara interna de los párpados.La conjuntiva tiene una función defensiva para el ojo y, junto con la lágrima, actúa como una barrera ante gérmenes o partículas ambientales. Además contiene pequeñas glándulas que producen una secreción que mantiene hidratada y lubricada, también junto con la lágrima, la superficie del ojo permitiendo el perfecto movimiento del globo ocular.
En caso de conjuntivitis pueden también verse afectados otras partes del ojo como puede ser la córnea.
¿Qué puede provocar una conjuntivitis? Causas de la conjuntivitis
Las causas que pueden provocar un “ojo rojo”, otra forma de denominar a las conjuntivitis, pueden ser:Infecciones
Las más frecuentes son las producidas por virus aunque también pueden estar implicados bacterias y hongos. Todas ellas son contagiosas.Es muy frecuente que estas conjuntivitis víricas aparezcan en el contexto de un resfriado o de un proceso de garganta también vírico. Los virus pasarán de las mucosas respiratorias a los ojos a través de las manos o de objetos que hayan estado en contacto con las secreciones nasales y después toquen los ojos. Es frecuente también que comience en un ojo y luego acabe pasando al otro.
Otra fuente de infección suele ser la mala higiene de las lentillas y de los envases que las contienen.
En el contexto actual que estamos viviendo en relación con el COVID-19 parece ser que la conjuntivitis puede ser también uno de los síntomas que provoca la infección. De hecho en un porcentaje significativo de pacientes puede llegar a ser la primera manifestación y la puerta de entrada en el organismo. La lágrima puede funcionar también como vehículo de contagio.
Alergias
La conjuntivitis alérgica aparece cuando los ojos se exponen a una sustancia a la que la persona es alérgica (alérgeno). Los factores más comunes son los ácaros del polvo, el polen, hongos y epitelios y pelo de animales.Normalmente los síntomas oculares se acompañarán de rinitis con picor, estornudos y secreción nasal. También puede asociarse a la aparición de una dermatitis alérgica en la superficie de los párpados o en otras zonas de la piel y otros síntomas respiratorios tipo asma.
Irritantes
El cloro de las piscinas, el agua del mar, el humo, la contaminación, vapores químicos, un cuerpo extraño, incluso el aire frío pueden funcionar como irritantes que acaben desencadenando una reacción inflamatoria de la conjuntiva provocando lo que conocemos como conjuntivitis irritativa.Las lentillas, cuando se mantienen puestas durante un tiempo excesivo, también pueden provocar la irritación de la conjuntiva.
Cuidado con el sol en la playa y, sobre todo, en la montaña. En la nieve siempre gafas de glaciar incluso aunque esté nublado.
Las personas con sequedad ocular (ojo seco) también estarán más predispuestas a sufrir conjuntivitis.
Síntomas de la conjuntivitis
Los síntomas principales de la conjuntivitis son:- Enrojecimiento de los ojos.
- Hinchazón de los párpados.
- Picor.
- Sensación de “arenilla” o de cuerpo extraño.
- Lagrimeo.
- Secreción viscosa amarillo-verdosa que suele formar una costra durante la noche en el borde del párpado, las legañas. Es frecuente en las conjuntivitis bacterianas.
Complicaciones de la conjuntivitis
No es frecuente pero en algunas ocasiones, sobre todo en las conjuntivitis irritativas e infecciosas, puede afectarse la córnea y repercutir en la visión.El dolor al abrir y cerrar los párpados, la sensibilidad exagerada a la luz, la visión borrosa o alterada, la hinchazón importante de los párpados o la sensación de cuerpo extraño dentro del ojo serán síntomas a tener en cuenta y siempre habremos de consultarlos con el médico.
Prevención y contagio de la conjuntivitis
Hay que tener en cuenta que solo son contagiosas las conjuntivitis infecciosas y que lo son incluso menos que un resfriado común al no contagiarse vía aérea.Aun así es muy importante tener unas pautas correctas de higiene para evitar que los gérmenes presentes en la lágrima pasen de un ojo a otro o de una persona a otra:
- No tocarse los ojos con las manos.
- Lavarse las manos con frecuencia.
- No compartir nada que haya estado en contacto con el ojo infectado.
- Cambiar a diario la funda de la almohada.
- No compartir maquillaje ni productos de higiene ocular que puedan transportar los gérmenes.
Diagnóstico de la conjuntivitis
Normalmente el diagnóstico de la conjuntivitis se hace en base al interrogatorio y a una exploración simple del ojo.En algunas ocasiones en las que se sospeche alguna posible complicación o un origen bacteriano poco común, como puede ser una enfermedad de transmisión sexual, el médico puede tomar una muestra de la secreción del ojo para someterla a un análisis de laboratorio y hacer alguna exploración especial del ojo.
Conjuntivitis en los bebés
Al nacer los niños corren el riesgo de contaminarse por bacterias y virus que se encuentran en el canal del parto, pudiéndose producir lo que conocemos como conjuntivitis neonatal. Para evitar esta situación se suele aplicar a los bebés una crema antibiótica de forma profiláctica nada más nacer ya que la mayoría de estas conjuntivitis son de origen bacteriano.Estas conjuntivitis en los recién nacidos puede ser causadas también por una obstrucción en el conducto lagrimal.
La sintomatología es similar a la de los adultos con ojos rojos e hinchados y secreciones amarillo-verdosas espesas. El médico deberá valorar cada caso pues en algunas ocasiones, según su origen, estas conjuntivitis pueden presentar complicaciones que afecten a la visión.
A veces, incluso la misma pomada antibiótica que se aplica de forma profiláctica puede desarrollar una conjuntivitis irritativa en bebés sensibles.
Tratamiento convencional de la conjuntivitis
La mayoría de las conjuntivitis son víricas por lo que el tratamiento convencional se enfocará a aliviar los síntomas mediante colirios refrescantes y lavados oculares mientras la infección se va resolviendo sola, pudiendo durar varias semanas esta evolución hasta la curación. Solo estarán recomendados los colirios con antibiótico en el caso de una conjuntivitis bacteriana confirmada.El uso de medicamentos antivirales estará justificado si la conjuntivitis está provocada por el virus del herpes.
A esto habrá que añadir todas las medidas de cuidado e higiene que hemos comentado anteriormente para evitar el contagio de un ojo a otro, si aún no se ha dado, y a otras personas.
La Homeopatía en el tratamiento de la conjuntivitis
Los medicamentos homeopáticos, en mi experiencia, tienen un gran valor en el tratamiento de las conjuntivitis por varios motivos:- La mayoría de las conjuntivitis son víricas por lo que los antibióticos están contraindicados y solo se justifica el uso de antivirales en el caso de conjuntivitis por el virus del herpes o en pacientes con procesos severos de inmunodepresión.
- Los medicamentos homeopáticos actúan estimulando los propios mecanismos de defensa del organismo.
- Los medicamentos homeopáticos son compatibles con cualquier otro tratamiento si fuera necesario. En el caso de tener que usar antibióticos o antivirales los medicamentos homeopáticos serían compatibles con éstos y contribuirían a elevar la capacidad de defensa y de lucha del organismo frente a los gérmenes.
- Podemos usar los medicamentos homeopáticos en cualquier paciente, desde embarazadas hasta bebés y también en personas que estén tomando otro tipo de medicamentos para otras dolencias agudas o crónicas.
Algunos de los medicamentos homeopáticos de uso más frecuente:
- Aconitum. El ojo está muy rojo y la inflamación aparece de manera brusca. Es frecuente que debute a la noche después de haber sufrido un enfriamiento brusco. El ojo está seco, sin lagrimeo.
- Belladonna. El ojo está rojo con sensación de ardor y dolor que puede ser pulsátil. Las molestias se agravan con la luz y con el aire frío. En estos pacientes tampoco hay lagrimeo.
- Apis mellifica. Lo característico de estas conjuntivitis es que se acompañan de un edema importante del ojo. El paciente suele sentir dolores punzantes y ardientes que mejoran con el fresco y se agravan con el calor.
- Euphrasia. El ojo está rojo con sensación de ardor e impresión de cuerpo extraño, como si tuvieran “arenilla” en el ojo. En estos pacientes el lagrimeo es intenso y suele ser irritante. La infusión de esta planta se ha usado clásicamente para hacer lavados de ojos como tratamiento de las conjuntivitis. Yo sigo recomendándolo y, además, en las farmacias existen colirios a base de Euphrasia que van verdaderamente bien.
- Allium cepa. Es un medicamento homeopático que usamos habitualmente en las conjuntivitis alérgicas. Es un cuadro muy similar al de Euphrasia pero en este caso el lagrimeo no irrita los bordes del ojo. Suele acompañarse de los otros síntomas propios de la rinoconjuntivitis alérgica como son la secreción nasal y los estornudos. El medicamento es capaz de aliviar todo el cuadro.
- Argentum nitricum. Aquí la secreción es mucopurulenta. Los párpados pueden estar hinchados y es muy característico que el paciente refiera dolores punzantes “como por una astilla”. Se agrava con el calor y la luz intensa y mejora con el fresco. Es, en mi experiencia, el medicamento más usado en las conjuntivitis de los bebés, junto con Hepar sulfur.
- Mercurius solubilis. Aquí el derrame es amarillo-verdoso y corrosivo. Las molestias empeoran con el calor y por la noche.
- Hepar sulfur. El derrame suele ser abundante y no irritante, a diferencia del de Mercurius. Los dolores se agravan con el más ligero tacto y el frío; no soporta la más mínima corriente de aire. El calor suave le alivia.
- Prunus spinosa. Medicamento homeopático clásicamente utilizado en el herpes oftálmico.
- Silícea. Es un gran recurso en las conjuntivitis neonatales en los bebés que tienen un problema de obstrucción del conducto lagrimal. Es también un buen medicamento homeopático de blefaritis y de orzuelos recidivantes.
Además, en los pacientes con una tendencia importante a repetir con excesiva frecuencia sus conjuntivitis podremos utilizar los medicamentos homeopáticos de su terreno particular para equilibrar su organismo e intentar frenar su tendencia patológica. Para encontrar estos medicamentos tendremos en cuenta, además de las características de sus conjuntivitis y de su relación con alguna causa habitual, aspectos personales del paciente como su constitución física, sus otras tendencias patológicas, otras enfermedades que haya sufrido a lo largo de su vida (él y sus familiares) y también aspectos comportamentales y emocionales de la persona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario