domingo, 26 de abril de 2020

Bulolandia, ese país de las pesadillas confinadas, cuyo destino-boomerang más fashion es el fango y las cloacas de su propio origen multiplicado por su propio volumen exponencial. ¿Y si como dices, Manel, todo lo que nos cuentan como verdades impepinables, solo es un puñetero bulo? Cada día parece que están más empeñados en demostrarlo. Ya que la democracia no tiene demasiado futuro, la bulocracia es el recurso más a mano y facilón para hacer carrera....hacia la fosa séptica de un futuro más negro que el sobaco de un grillo. ¿Lo conseguirán o sobreviviremos al imperio del vertedero? ¿Y si el vertedero somos nosotros en plan especie sin ná de ná que valga la pena, porque lo que vale a pena ni está ni se le espera y si aparece lo ignoramos y hasta lo machacamos si insiste en ser, estar y explicarse, sobre todo con hechos?

Bulos





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