Que abran una investigación universitaria a la tesis de Camps
El
5 de diciembre de 2011, cuatro meses y medio después de su dimisión
como Presidente de la Comunidad Valenciana, el Sr. Francisco Camps
presentó en la Universidad de Elche una tesis de 697 páginas gracias a
la cual obtuvo el título de Doctor. Llevaba trabajando en la tesis desde
“principios de 2010”, lo que implica que la elaboró en unos 23 meses.
Se trata de un mérito probablemente inigualado que quizás constituya algún tipo de récord, ya que para el resto de los mortales la media de tiempo invertido en la realización de una tesis doctoral se sitúa en unos seis años y medio. Además, durante los primeros 19 de esos meses el Sr. Camps no solo hizo la tesis, sino que presidió una Comunidad Autónoma. Y durante todos esos 23 meses preparó su defensa en los juicios del caso Gurtel (fue absuelto el 20 de enero de 2012).
Sin embargo, tras una hazaña académica así, que inicialmente debería llenarle de orgullo, el Sr. Camps hizo lo más extraño que pueda concebirse en un Doctor: ordenó a la Universidad de Elche que nadie pudiera acceder a su tesis doctoral. Dicha tesis quedó, así, alojada en una biblioteca pública pero fuera del alcance de cualquier lector. Se convirtió en un libro que nadie puede leer, un libro muerto… asesinado por la propia voluntad de su autor.
Tras denunciar este extraño secuestro de una tesis doctoral por su propio autor y batallar jurídicamente durante casi dos años, el Consejo de Transparencia reconoció mi derecho a consultar la tesis. La Universidad de Elche – liberada de la inaudita orden del Sr. Camps – pudo al fin facilitarme el acceso a la misma. Tras examinarla, he encontrado plagios (ver las diapositivas en www.20destellos.com) que me temo confirman las peores sospechas.
Mediante esta petición quiero solicitar a las instituciones académicas involucradas (la Universidad de Elche, la Consejería de Educación de la Comunidad Valenciana y el Ministerio de Educación) la revisión de oficio de la concesión del título de doctor al Sr. Camps. Para ello solicito la creación de una Comisión de Investigación independiente que aclare todos los extremos que rodean a este peculiar trabajo universitario.
Sobra decir que – como corresponde en cualquier Estado de Derecho – el Sr. Camps tendrá allí todo el derecho a defenderse y a demostrar, en su caso, su inocencia.
Una tesis doctoral es un trabajo largo y extenuante por el que todos los doctores hemos pasado. Estoy seguro de que muchos jóvenes de este país que han elaborado magníficas tesis doctorales se encuentran o bien en el paro o bien poniendo copas en el extranjero. Mientras eso ocurre, nada más conseguir su título de Doctor el Sr. Camps fue contratado por una Universidad privada de Valencia qué él había ayudado a fundar cuando estaba en el poder.
Allí imparte clases en un Master de “formación en investigación académica”. Es decir: ahora el sr. Camps - autor de los plagios detectados – al parecer enseña a los demás cómo hacer tesis doctorales.
Lo primero que declaró en su primer día de clases fue: “Espero transmitir el valor del esfuerzo”. Pero eso, el valor del esfuerzo, no es algo que a día de hoy esté muy claro que el Sr. Camps pueda reivindicar en el mundo académico.
Otros muchos sí: todos los doctores que han elaborado tesis doctorales excelentes y que están o en el paro o expulsados de la universidad. A ellos me gustaría dedicar esta petición de firmas.
Muchas gracias a todos,
Se trata de un mérito probablemente inigualado que quizás constituya algún tipo de récord, ya que para el resto de los mortales la media de tiempo invertido en la realización de una tesis doctoral se sitúa en unos seis años y medio. Además, durante los primeros 19 de esos meses el Sr. Camps no solo hizo la tesis, sino que presidió una Comunidad Autónoma. Y durante todos esos 23 meses preparó su defensa en los juicios del caso Gurtel (fue absuelto el 20 de enero de 2012).
Sin embargo, tras una hazaña académica así, que inicialmente debería llenarle de orgullo, el Sr. Camps hizo lo más extraño que pueda concebirse en un Doctor: ordenó a la Universidad de Elche que nadie pudiera acceder a su tesis doctoral. Dicha tesis quedó, así, alojada en una biblioteca pública pero fuera del alcance de cualquier lector. Se convirtió en un libro que nadie puede leer, un libro muerto… asesinado por la propia voluntad de su autor.
Tras denunciar este extraño secuestro de una tesis doctoral por su propio autor y batallar jurídicamente durante casi dos años, el Consejo de Transparencia reconoció mi derecho a consultar la tesis. La Universidad de Elche – liberada de la inaudita orden del Sr. Camps – pudo al fin facilitarme el acceso a la misma. Tras examinarla, he encontrado plagios (ver las diapositivas en www.20destellos.com) que me temo confirman las peores sospechas.
Mediante esta petición quiero solicitar a las instituciones académicas involucradas (la Universidad de Elche, la Consejería de Educación de la Comunidad Valenciana y el Ministerio de Educación) la revisión de oficio de la concesión del título de doctor al Sr. Camps. Para ello solicito la creación de una Comisión de Investigación independiente que aclare todos los extremos que rodean a este peculiar trabajo universitario.
Sobra decir que – como corresponde en cualquier Estado de Derecho – el Sr. Camps tendrá allí todo el derecho a defenderse y a demostrar, en su caso, su inocencia.
Una tesis doctoral es un trabajo largo y extenuante por el que todos los doctores hemos pasado. Estoy seguro de que muchos jóvenes de este país que han elaborado magníficas tesis doctorales se encuentran o bien en el paro o bien poniendo copas en el extranjero. Mientras eso ocurre, nada más conseguir su título de Doctor el Sr. Camps fue contratado por una Universidad privada de Valencia qué él había ayudado a fundar cuando estaba en el poder.
Allí imparte clases en un Master de “formación en investigación académica”. Es decir: ahora el sr. Camps - autor de los plagios detectados – al parecer enseña a los demás cómo hacer tesis doctorales.
Lo primero que declaró en su primer día de clases fue: “Espero transmitir el valor del esfuerzo”. Pero eso, el valor del esfuerzo, no es algo que a día de hoy esté muy claro que el Sr. Camps pueda reivindicar en el mundo académico.
Otros muchos sí: todos los doctores que han elaborado tesis doctorales excelentes y que están o en el paro o expulsados de la universidad. A ellos me gustaría dedicar esta petición de firmas.
Muchas gracias a todos,
Esta petición será entregada a:
- Gobierno de España
Ministerio de Educación, Cultura y Deportes - Universidad Miguel Hernández de Elche
- Conselleria d' Educació, Investigació, Cultura i Esport
Jorge Urdánoz
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