Banco del Tiempo de Valencia
La crisis dispara la cadena de favores
El Banco del Tiempo aumenta en un año un 186 % los socios, entre los que destacan los que ofrecen acompañamiento de mayores y cuidado de niños
MÓNICA ROS Cuando el dinero escasea y hay que apretarse en cinturón, iniciativas como el Banco del Tiempo cobran fuerza. Y es que el intercambio de favores es un sistema donde el dinero no tiene valor alguno. No hace falta. No es necesario. Si alguien necesita un electricista y no puede pagarlo tiene tres opciones: buscar el dinero necesario debajo de las piedras, dejar las cosas como están o acudir al banco del tiempo donde, eso sí, deberá ofrecer algún servicio. El que sea. Lo que sepa hacer. Alguien estará interesado, y si no es así, no tendrá que pagar nada. Sólo deberá una hora de trabajo. El momento de cobrar la transacción ya llegará porque en el Banco del Tiempo no hay prisas en el cobro de un favor. Y es que de eso se trata. Favor, con favor se paga.
Sin embargo, en esta iniciativa, el valor en alza es el tiempo. Y en época de crisis eso es precisamente de lo que dispone la gran parte de la población. Dinero no habrá, pero tiempo libre, mucho. Por ello, el Banco del Tiempo de Valencia ha experimentado en un año un aumento del 168% al pasar de los 76 socios con los que contaba en abril de 2011 a los 204 existentes en la actualidad.
El sistema es sencillo y consiste en un trueque de horas de trabajo. Cualquier actividad puede ser ofrecida o demandada. Hasta el momento, el Banco del Tiempo de Valencia ha realizado 344 horas de intercambios, un 135% más ya que el año pasado (146 horas).
La mayoría de usuarios del Banco del Tiempo tienen entre 41 y 50 años, tanto en hombres como en mujeres. Ahora bien, en el perfil de los participantes llama la atención la presencia de siete mujeres de entre 71 y 80 años y de dos octogenarias.
El tiempo es uno de los valores fundamentales de esta iniciativa. Por eso, desde la concejalía de Bienestar Social destacaron el aumento de personas en paro que participan en el Banco del Tiempo ya que casi la mitad de los usuarios son desempleados (concretamente el 40%). «El número de participantes ha aumentado de forma considerable en un año, y cierto es que 83 de los 204 socios están en paro. La gente no encuentra trabajo, pero puede ofertar muchos servicios porque, sobre todo, tiene tiempo libre y necesita estar ocupada», explicaron desde la concejalía de Bienestar Social. El resto de usuarios del servicio son pensionistas (un 16%), trabajadores temporales (18%), trabajadores fijos (15%) y estudiantes (8%).
Ofertas y demandas
Los datos de la empresa gestora del servicio —Pastor Castellote SL— revelan que el servicio más ofertado es acompañamiento de personas mayores (41 personas se prestan a ello), seguido del cuidado de niños (34), del cuidado de personas mayores (29) y aquellos dispuestos a enseñar informática (26). Ahora bien, hay ofertas de todo tipo, desde préstamo de libros y películas, hasta restauración de antigüedades, pasando por limpieza de cristales y persianas, clases de planchado de ropa, acupuntura o un bautismo de vela ligera.
Los datos de la empresa gestora del servicio —Pastor Castellote SL— revelan que el servicio más ofertado es acompañamiento de personas mayores (41 personas se prestan a ello), seguido del cuidado de niños (34), del cuidado de personas mayores (29) y aquellos dispuestos a enseñar informática (26). Ahora bien, hay ofertas de todo tipo, desde préstamo de libros y películas, hasta restauración de antigüedades, pasando por limpieza de cristales y persianas, clases de planchado de ropa, acupuntura o un bautismo de vela ligera.
Ahora bien, entre los servicios que más demandan los socios se encuentran, principalmente, los idiomas. Cuarenta y una personas han pedido recibir clases de inglés y 15, de francés. Sin embargo, la segunda plaza de la lista es para conseguir que el ordenador no sea un misterio. Por ello, 34 personas piden asesoramiento en informática. ¿Qué mas necesitan los usuarios? Pues hay de todo: desde una manicura hasta acompañamiento para hacer deporte o asesoramiento en la lactancia.
Si nos centramos en los 192 intercambios realizados, los idiomas lideran el escalafón (40 trueques), seguido de las reparaciones domésticas (14), las clases de informática(10), cocina(9) y masajes(7). Y es que siempre hay un roto para un descosido.
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