La farmacéutica Roche endurece el suministro a 12 hospitales morosos
JAIME PRATS Valencia 2
La firma, líderes en productos antitumorales, ha fijado unos límites de crédito a partir de los cuales deja de fiar. Deja de fiar productos a Grecia y advierte a España.
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Hay amenazas que pueden convertirse en bendiciones, viendo las masacres continuas entre los pacientes sometidos a tratamientos quimioterapéuticos. Quizás sea el tiempo de comprender que la curación de tumores y enfermedades degenerativas no pasa por lo que venden los laboratorios, absolutamente contra natura, sino por fortalecer y sanar al organismo, por medio de la dieta adecuada, de aplicaciones naturales como la hidroterapia, la geoterapia, la bioenergética, el yoga, la relajación aeróbica, la visualización sanadora, y el apoyo natural de la fitoterapia y la homeopatía, las flores de Bach, el reiki como analgésico y relajante, para que el enfermo pueda liberarse por sí mismo de la enfermedad. ¿Qué mejor oportunidad que los recortes en venenos? Hay ya médicos y farmacias que recomiendan y venden preparados alternativos. E incluso los anuncian en grandes pantallas explicando los beneficios de la homeopatía. Un sistema de apoyo a la terapia que refuerza el campo orgánico sin dejar secuelas, ni efectos secundarios ni residuos tóxicos en el cuerpo, cuya benéfica eficacia podemos experimentar en los bebés, en los animales y en las plantas. Haced la prueba y lo constatareis. De ahí viene la inquina mediática subvencionada por los laboratorios, contra los productos y terapias alternativos e inocuos. Para ellos el negocio no es producir salud, sino enfermedad continua que les garantiza la producción y venta millonaria de sus preparados carísimos y que se lleva un porcentaje astronómico por la vía de la seguridad social. Ahora que la misma torpeza de los recortes están eliminando la subvención estatal, los laboratorios no están dispuestos a fiar medicamentos a los países que su propio sistema está arruinando. Genial. Acabarán por autoarruinarse ellos también. En el pecado llevan la penitencia.
Para los que sufrimos esa debacle despiadada, puede ser la solución un cambio de mentalidad y de cultura sanitaria. Empezar a pasar de "los milagros" de la ciencia sin conciencia y de descubrir los recursos que nuestro organismo tiene para curarse y prevenir,por medio de un sistema de vida mucho más humano que farmaceútico. Al fin y al cabo la misma palabra "fármaco", en su origen griego (¡qué coincidencia, verdad?) significa "veneno" y "antibiótico" significa "anti-vida", o "matatodo", como la quimio y la radioterapia.
Quizás la crisis se puede aliviar creando empresas de agricultura ecológica que, además de crear empleo, eleve la calidad de los alimentos, empresas que produzcan preparados para curar y no para enfermar. Instalaciones balnearias y de vida al aire libre, para ayudar a sanar. Se recuperarían pueblos abandonados, se repoblaría la vegetación, cambiaría hasta el clima. Si este gobierno tuviese imaginación y capacidad creadora, podría obligar a los bancos ayudados por el Estado a invertir en esos proyectos, a cambio del dinero público que les da a fondo perdido. Lo mismo que podría exigir a la banca el parque inmobiliario inútil y ruinoso que ha producido los desahucios, como garantía del préstamo de dinero público y gestionar alquileres razonables y adaptados al poder adquisitivo del momento, con derecho a compra a un precio justo, para que nadie perdiese su vivienda. Esas inversiones beneficiarían a todos, los bancos serían ayudados pero pagando por ello, con inversiones y cesión de la gestión de viviendas hasta que devolviesen las ayudas.
En fin, creo que una mejora en el concepto y cuidado de la salud, en sí misma contribuiría a sanar la economía también, porque esta crisis es el reflejo morboso social de la mala salud individual y viceversa. La mala salud individual conduce a la enfermedad social, en todos los niveles.
Como es en lo mínimo es en lo máximo, ya que muchos mínimos enfermos constituyen la extensión de un tejido enfermo. Curando las células sociales sanamos el cuerpo social. No se puede obtener una sociedad próspera arruinando a sus células humanas. Todo está conectado y quienes no lo ven, no son aptos para gestionar nada, sino simplemente para ser carniceros, despiezando a base de recortes el cuerpo de las piezas de caza, en su cultura de muertes violentas y rentables a corto plazo, en vez de cambiar de dieta y de sistema.
Si ellos no cambian per se la vida misma los apartará de la circulación. Como a los dinosaurios.
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