viernes, 11 de mayo de 2012

EL FIN DE UN SISTEMA










No hay dudas al respecto. El sistema está muerto. Muertísimo. Y el problema es que es muy difícil que lo que está muerto tenga capacidad para enterrarse a sí mismo. Por eso, a la intemperie, el cadáver de la vieja estructura se pudre irremisiblemente. Apesta cada día más. Es su tiempo de acabar. No hay política, ni banca, ni dinero, ni realeza, ni justicia, ni institución religiosa, ni ideología ni cultura que resista y supere el estado putrefacto de esta necrópolis impúdica del final de unos tiempos horrendos, que durante siglos soñaron con mundos imperiales fantásticos, de comodidades, placeres, triunfos y maravillas ilusorias. Memento homo: pulvis eris et in pulvere reverteris. Los sabios de antaño lo vieron así de claro con su tercer ojo siempre despierto. "Recuerda, hombre, que eres polvo y al polvo volverás". En ello estamos, en el ojo de la verdad. Y ya sin profecía. A pelo. En vivo y en directo. Hoy un banco y su banquero, mañana un rey y su reino, pasado un capitoste de la Justicia injusta, al otro una trama entera de políticos engürtelados, al otro  una comunidad ex-autónoma que se deshace en los reinos de taifas de la compraventa a subasta, al otro repasado mañana una iglesia que se descubre encubriendo la pederastia y el negocio, más allá jerifaltes políticos dueños de medio mundo asediados por un cortejo de prostitutas, rufianes, chulos de barrio y mafiosos, que le piden cuentas de las promesas cumplidas a medias...hijos de Putin obligándole a hacerse la prueba de paternidad; por otro lado, un Chernobil, un Fukushima, laboratorios farmacéuticos que asesinan vacunando y pretendiendo "curar" los males que provocan...una cancillera más ciega que un gato de yeso imponiendo el paso de la oca a la orquesta del Titanic...un club global de discapacitados humanos al frente del destino del mundo...Y luego acusan al 15M de "antisistema". Qué chistosos son. Ese sistema y sus sistemados no necesitan ningún 15M para terminar como ellos mismos han programado su final. El 15M es simplemente el coro de los supervivientes de Nabucco. O los desterrados en Babilonia, que regresan a casa después de despertarse y comprobar que Babilonia es un panteón monstruoso. Un campo de batalla lleno de exterminio. Un Auswitz lleno de fantasmas semovientes después de la derrota. Con la particularidad de que esta vez el suicida no es el loco del bunker de ayer sino todas sus crías en pelotón y toda su escuela en masa. 

No deberíamos preocuparnos tanto por este derrumbe natural de lo que no sirve y al fin decide acabarse por sí mismo, sino ocuparnos urgente y serenamente del nacimiento de lo que está llegando, de la nueva criatura que está pariendo otra humanidad. Ella merece toda la dedicación, todo el interés. Todo el entusiasmo. Porque ella es el futuro. No el falso futuro hilvanado por lo viejo, con flecos de podredumbre y malversación del presente en sueños inútiles, sino el futuro realmente futuro, limpio y sano que se genera en la voluntad de otro presente actualizado en lo que ya empezamos a ser. El futuro es hoy. El hombre empieza otra era en la que podrá afirmar desde ya mismo: "Recuerda, hombre, que eres polvo de estrellas y en estrella te convertirás cuando recuperes tu alma. No necesitarás soñar lo que ya eres desde siempre. Sólo hace falta que te despiertes y lo descubras. Entonces tu mundo será lo que tu eres. Igual que sucedió mientras no fuiste nada digno de mejor destino".

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