sábado, 26 de mayo de 2012

LA CONVERSIÓN DE MARIANO A LA EVIDENCIA

La vida da unas vueltas de tuerca imprevistas que desencuadernan los más rígidos pilares de la fe y del dogma. Quién le hubiese dicho a Rajoy la noche de su victoria electoral, hace sólo medio año, que la tempestad acabaría obligando a su armada invencible a regresar al puerto del fracaso tan maltrecha, vapuleada, desconcertada y hecha trizas. Y sin embargo, ahí están las naves desfondadas, llenas de agujeros negros, como la nave-emblema y capitana de la escuadra. La Bankia. Con las velas hechas jirones, el timón missing junto al timonel, los mástiles convertidos en astillas, el casco perforado y la tripulación haciendo el pino-puente para achicar desvergüenza y torpeza gestora, avaricia ladrilllera, ruinas humanas hechas desahucio sin piedad y sin inteligencia, que siempre van de la mano. La inteligencia sin piedad no es inteligencia, sino desguace y depredación suicida. La filosofía del pp. El naufragio estrepitoso de La Bankia es la derrota del pp y de sus sistema prepotente sin base real. Perfecto símbolo de un talante dinosáurico que no se puede adaptar a la evolución y sólo tiene dos salidas: cambiar, convertirse y sanarse, o morir por bulimia gravis e incontenible.
No han sido las urnas, sino los elementos. Las consecuencias de los actos inmundos. De la corrupción. De la soberbia incontinente y visceral. Hay que ser muy cortos, cortísimos de entendederas, para no ver que hay una inevitable relación entre  causa y efecto. Si se crea un partido basado en el expolio del prójimo, en una trama corrupta que desactiva a la misma justicia para proteger sus chanchullos, en el desmontaje del bien común hasta convertir el servicio público en la cueva de Alí Babá, no se puede esperar otra cosa mejor de lo que está sucediendo ahora mismo. Y este desolador panorama es lo que está potenciando la socialdemocratización meteórica y obligatoria de Mariano, que una vez llegado al podium, se encuentra que el león Merkel es mucho más fiero y despiadado de como se lo imaginaba y que Berlín no paga a mediocres ni reconoce el mérito de los patios de Monipodio, sino que sólo admite socios en el club de las cuentas claras y bien fundamentadas en la pasta real, no en la virtual de las inversiones volátiles, basadas en la especulación y en la corruptela que subvenciona urdangürteles, paga fianzas de Camps y Matas o de Blasco y sus ONGs-PlayStation, mientra niega el pan y la sal a los sencillos compradores supervivientes de casitas mínimas y modestísimas, en vez de negociar con ellos un alquiler con derecho a compra, pasando de ser pirañas a ser sus caseros, cambio que habría facilitado la fluidez económica, evitando la acumulación de IBIs y un peso muerto, además de la ruina de los humildes, que, aunque el pp no se lo crea, son los favoritos de esa Providencia a la que inciensan, pero en la que de verdad no creen. Ya lo dice el canto del Magnificat: tira a los poderosos de sus tronos, humilla a los soberbios, pero acaba llenando de bienes a los pobres. Tiene la lógica de una ley natural, es mucho más fácil que los pobres se asocien, se apoyen y salgan a flote, porque pesan poco y necesitan poquísimo, pero es imposible impedir el hundimiento de lo gigantesco, dinosáurico y mal construido. De los pesos muertos. O sea, un Titanic se hunde, una patera, no se hunde con facilidad, al contrario, pesa muy poco y flota casi por inercia. La golpea el olejaje, pero no la hunde. Porque su equipaje es mínimo y sus pasajeros están en los huesos. Y esa lógica aplastante está abriendo a bofetones los ojos de Mariano. Ahora comprende que no se trata ya de ideas, ni de ser socialistas ni neconservardores, sino de salir con vida del naufragio del sinsentido, de la ambición y del encerrinamiento de los políticos ciegos ante la realidad que no quieren ver.
La evidencia y las europuertas cerradas han hecho que Mariano se haya lanzado como un naúfrago apóstata en brazos de esa socialdemocracia que siempre le había dado repelús y a la que temía más que a un nublado sólo porque lo había oído desde siempre en casa, en la catequesis y en la OJE. Una inercia heredada.
Hollande le ha tratado mejor que Merkel, - a pesar del curriculum cerril de Rajoy contra el socialismo- le ha escuchado, le ha dado ideas, le ha abierto la puerta de la civilización, del respeto, de la humildad y de las soluciones. El eurobono, la cooperación, la ayuda y el respiro de las inversiones para crear trabajo y empezar en otro registro, no de la propiedad, sino del verdadero sentido común. La mano tendida de verdad. Y eso que es socialista...Y eso que Mariano sabe que no no se lo merece y eso que Mariano nunca lo ha hecho cuando pudo arreglar tantas cosas para España siendo oposición en vez de arrastrar a la sociedad al desespero y a la ruptura con tal de llegar a la Moncloa al precio que fuese. 

Mariano se ha caído del caballo y se ha encontrado con que un Hollande  inteligente, solidario y educado le ha dicho: "¿por qué nos persigues, si estamos en el mismo lado, que es el lado de la supervivencia?" Y Mariano, antes que miembro de la armada invencible, de pronto se ha sentido afín, comprendido, hombre abrumado por una realidad desconocida y reconfortado con humanidad; ya ha visto la inutilidad del fanatismo, de ser cerril y de piñón fijo. Y a su regreso del camino de Damasco, ha llamado a Rubalcaba y le ha pedido que le tienda la mano, no ha visto un puño ni una rosa ni una gaviota, sino a un español haciendo equilibrios y empeñado en sacar a flote la patera que comparte con él. La sociedad. La ciudadanía. La patria. Y ha intuido que en el rostro del compañero opositor hay más fraternidad, libertad e igualdad que en el ladrido rabioso de las controversias y las zancadillas a que su partido es tan aficionado como a las tracas valencianas. Ruido, humo, vacío. Victorias pírricas en  campos de exterminio irracionales. Nada más

Con un poco de suerte, esta crisis, consecuencia de los errores, de la barbarie y de las injusticias,  acabará siendo la puerta de esas bienaventuranzas laicas y cívicas que todos necesitamos más que el comer. 

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