domingo, 18 de octubre de 2020

Gracias, Luis, fratello, germà, hermanico...por este artículo genial. Me encanta. Como tus versos siempre libres y tu retranca andaluza. En efecto, un verdadero seguidor del Evangelio solo puede ser en la práctica socialista y comunista universal además de demócrata, compasivo, empático,igualitario, generoso, abierto de mente y de corazón, fresco y sano como un chiquillo, pero prudente y sin miedo como un abuelo o una abuela que ya han pasado por todo y le han perdido el respeto hipertrófico al canguelo. Eso pasa en todas partes cuando la gente es normal y no está trastornada, por eso es una buena noticia que Jorge Bergoglio, alias Francisco -como el de Asís- se haya bajado del trono imperial y asuma su humanidad fraterna, la única cosa auténtica que nos humaniza y nos diviniza al mismo tiempo y que paradójicamente, nos convierte en ángeles: mensajeros del bien común. Lo más bonito de esta vida es descubrir que Carlos Marx y Jesús de Nazaret, además de ser paisanos, nos enseñaron los mismos valores y que a Jesús no lo crucificaron porque se declaró hijo de Dios, sino porque nos dijo y nos demostró que Todos y Todas somos parte de Dios, aun más que hijos e hijas...Que ese padre/madre más se alegra cuando un hijo despistado y chungo por el tute de su despiste vuelve a casa "porque ha entrado dentro de sí" que cuando un hijo se cree perfecto y va de molón egobeato poniéndose a tutiplén laureles "especiales" que en realidad son de todos, por el solo hecho de ser hijos y hermanos de la misma esencia familiar. Ya era hora de que por fin esa iglesia recuperase el oremus que perdió a partir del fatídico año 313, en el que se fue de varas y se hizo puré como asamblea fraternal, su primer origen y camino. Nuestro hermano Jorge, alias Francisco, se ha dado cuenta del terrible error histórico, y por eso ha escrito esa carta al mundo entero, pero sobre todo a los católicos y cristianos de pacotilla, a ver si abren los ojos, como el ciego de nacimiento en Jesrusalén . Aunque la ceguera del alma, de las emociones y la mente es un marrón de aúpa. Un seguidor del Evangelio que vivió y enseñó Jesús, siempre preferirá ser socialista y honesto antes que miserable, explotador, ladrón, corrupto, mentiroso, racista, xenófobo, avaro y sin conciencia, ni será un meapilas intentando hacer virtud de su fariseismo juzgón, ritual y de sus maldades justificadas su "ley". Pero todo tiene remedio si una y uno quieren encontrarlo de verdad. Si algo tiene el espíritu es su divina promiscuidad : no diferencia ni selecciona, es acogida, Amor total, sin restricciones ni sambenitos, ni culpas mi infiernos. Esas barbaridades rencorosas e impropias del Amor Infinito son solo autoengaños del miedo a SER felices y a estar despiertas de verdad, que las religiones han aprovechado a lo largo de los siglos para obtener poder perverso, mangonear conciencias e impedir a la humanidad que descubra cuál es su esencia real. Dios no es todopoderoso al estilo que nos han contado, o sea, pantocrator imperial, mandón, egocéntrico y pidecuentas incansable, pero sí es todointeligente, todobondad, inagotable creación y reparación constante, artista genial, compañía infinita, soprendente y lo menos narciso y jefazo que podemos imaginar. Su filosofía se basa en esto: los último son los primeros y los primeros los últimos. ¿Cómo castigar al hijo querido que vuelve a casa tras vivir un desastre y arruinarse porque se ha equivocado de mapa, de brújula y de camino? Hay que hacer una fiesta bien grande para celebrar que por fin estamos en la casa de todos. Y la casa no es una religión, ni una ideología ni un credo, es el espíritu , la Vida completa, en todos sus planos infinitos y tan sencillos como la luz, con religión o sin ella

Verso Libre

¡Un papa en el Gobierno socialcomunista!

Publicada el 18/10/2020 a las 06:00
Infolibre

Llevo semanas interesado en comprender los verdaderos motivos de todas las actividades que la derecha española organiza los domingos por la mañana. Llenar los parques públicos con banderas de plástico y convocar atascos de coches para pitar mucho y sacar por la ventanilla los colores nacionales es ya una costumbre dominical.

Mala costumbre. Los que nos sentimos españoles, y no compartimos la tradición carlista de la intolerancia, el absolutismo, las cadenas y el dogma, vemos con tristeza la vieja costumbre de utilizar la bandera y el nombre de España para excluir de la nación a la mayoría de sus habitantes. No se quiere defender a España, sino expulsarnos de ella a todos los que no comulgamos con un tradicionalismo furibundo.

Pero hablando de comulgar…, acabo de comprender el motivo de las distracciones dominicales de la derecha reaccionaria. Un buen amigo me ha aconsejado que lea la última encíclica del papa de Roma, Fratelli Tuti. Todos hermanos. Sobre la fraternidad y la amistad social, y vive Dios que su Santidad parece un miembro del Gobierno socialcomunista que ahora rige los rumbos de España. ¡Ya lo entiendo! La derecha organiza actos las mañanas de domingo para evitar que sus seguidores católicos vayan a misa, no sea que algún sacerdote difunda desde el púlpito las ideas del Santo Padre Francisco.

La encíclica hace una brillante reflexión sobre la crisis actual del mundo y las malas consecuencias de algunos procesos desencadenados dentro de la globalización. Los que no somos católicos podemos leer el libro, publicado por la Libreria Editrice Vaticana, como cualquier propuesta intelectual interesante. Pensando en mi propia manera de entender la cuestión, y hablo de mí porque soy lo que tengo más cerca, hay muchas cosas con las que estoy de acuerdo con el papa y otras que no comparto. Su manera de entender, por ejemplo, el asunto de los orígenes del ser humano, el nacimiento de la persona y la posible interrupción del embarazo se parece poco a la mía. Pero no vivo esas diferencias como un problema grave. Estoy acostumbrado a que mucha gente no piense como yo en cosas ahora más urgentes para mí, por ejemplo, la mejor manera de defender la dignidad y los intereses de España en el mundo de hoy.

Pero comprendo que los desacuerdos con el papa deben ser asunto muy grave para los que necesitan respetar su autoridad divina, sobre todo cuando publica una encíclica que parece desautorizar la política de la derecha española, marcada hoy por el fanatismo totalitario de Vox, y apoyar las propuestas sociales y cívicas del Gobierno socialcomunista. Miren ustedes las cosas que dice el Papa:

  1. "Las expresiones de racismo vuelven a avergonzarnos demostrando así que los supuestos avances de la sociedad no son tan reales ni están asegurados para siempre".
  2. "… Tanto desde algunos regímenes políticos populistas como desde planteamientos económicos liberales, se sostiene que hay que evitar a toda costa la llegada de personas migrantes. Al mismo tiempo se argumenta que conviene limitar la ayuda a los países pobres…".
  3. "La mejor manera de dominar y avanzar sin límites es sembrar la desesperanza y suscitar la desconfianza constante, aun disfrazada detrás de la defensa de algunos valores. Hoy en muchos países se utiliza el mecanismo político de exasperar, exacerbar y polarizar. Por diversos caminos se niega al otro el derecho a existir…".
  4. "Es un hecho que doblemente pobres son las mujeres que sufren situaciones de exclusión, maltrato y violencia, porque frecuentemente se encuentran con menores posibilidades de defender sus derechos".
  5. "El fin de la conciencia histórica. Por eso mismo se alienta también una pérdida del sentido de la historia…"
  6. "Así, objeto de descarte no es sólo el alimento de los bienes superfluos, sino con frecuencia los seres humanos. Vimos lo que sucedió con las personas mayores en algunos lugares del mundo a causa del coronavirus. No tenían que morir así".
  7. "En este mundo que corre sin rumbo común, se respira una atmósfera donde la distancia entre la obsesión por el bienestar y la felicidad compartida de la humanidad se amplía hasta el punto que da la impresión de que se está produciendo un verdadero cisma entre el individuo y la comunidad humana".
  8. "… La obsesión por reducir los costos laborales, que no advierte las graves consecuencias que esto ocasiona, porque el desempleo que se produce tiene como efecto directo expandir la frontera de la pobreza".
  9. "La verdadera sabiduría supone el encuentro con la realidad. Pero hoy todo se puede producir, disimular, alterar. Esto hace que el encuentro directo con los límites de la realidad se vuelva intolerable". 

 

Son algunos ejemplos de una encíclica en la que se acusa al capitalismo neoliberal de destruir el planeta, empezando por su bien más importante que es la dignidad del ser humano y sus derechos. Metido en este lío el Santo Padre habla de nosotros: denuncia el ruido y las estrategias histéricas de polarización desatada por la derecha española para oponerse a medidas justas de gobierno que tienen que ver con la memoria histórica, la violencia de género, el racismo, los inmigrantes, el desprecio por el bien común, el individualismo de los ricos que no quieren pagar impuestos, el trabajo decente y la solidaridad que merecen los desempleados y los pobres.

Por si faltaba algo, no se olvida de denunciar medidas crueles de descarte de las personas mayores, condenadas a muerte por coronavirus en las residencias de ancianos. Y no sobra tampoco el pescozón para periodistas y tertulianos que se han olvidado de informar y se dedican a alterar y disimular noticias en nombre de los poderes económicos que controlan sus medios. En fin…

El PP y Ciudadanos van a tener que elegir entre la religión católica o la violencia hostil a la humanidad de Vox. Por eso tienen a los feligreses entretenidos con banderitas, no vaya a ser que en la misa se enteren de lo que, según su Santidad, es propio de una conciencia cristiana. Sería conveniente de camino que mandaran retirar de las casas y las librerías los Evangelios, porque como les dé a los católicos españoles por leerlos el escándalo socialcomunista va a ser todavía peor.

Doy las gracias al papa por su encíclica, pero no me resisto a pedirle un favor. Don Francisco, ha puesto usted el listón muy, muy alto. Así las cosas, la derecha española, pese a su diferencia de siglas, va a ir en bloque al infierno cuando sus líderes actuales entreguen el alma a Dios. Yo, por culpa de otro tipo de pecadillos, estoy condenado sin remedio a las llamas de Satanás desde mi primera juventud. Rebaje usted por favor el listón. Bastante castigo ha sido para mí encontrarme con ellos en la vida terrenal española. No nos condene.

 

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