Félix, el refugiado de Sierra Leona que llegó a València en el Aquarius y lucha ahora contra la pandemia con Cruz Roja
Huyó de Libia, con tan solo 21 años, en una lancha neumática en busca de un futuro mejor, naufragó y permaneció 28 horas en el agua hasta que el 'Aquarius' les rescató; ahora lleva comida a ancianos que viven solos como voluntario de la ONG
"Cuando el bote en el que íbamos
naufragó, pasamos mucho miedo, lloramos de impotencia, pero después de
28 horas aguantando en el mar con los restos de la barca neumática, con
la ayuda de Dios, vimos venir un helicóptero que nos vió y nos hablaron
para calmarnos; dieron aviso al Aquarius y nos rescataron a todos con
vida, sentí un gran alivio y mucha felicidad, como si estuviera en el
cielo".
Así ha relatado Fèlix Sesay, sanitario de 23
años natural de Sierra Leona, la odisea que vivió cuando decidió
embarcarse en una lancha neumática junto a otras 106 personas para
abandonar primero Sierra Leona, su tierra natal, y posteriormente Libia,
en busca de un futuro mejor que ha encontrado en València, donde atracó el Aquarius el 17 de junio de 2018 tras un pulso de días con las autoridades italianas, que se negaron a acogerlo.
En la actualidad, Félix colabora como voluntario de Cruz
Roja en la ciudad valenciana de Torrent, donde participa en numerosas
tareas vinculadas al plan Cruz Roja Responde. articulado para hacer
frente a la pandemia del coronavirus, especialmente en lo referente a la
crisis social.
Así, colabora en el almacén de alimentos, los entrega a
personas mayores que viven solas y a otros colectivos vulnerables dentro
del programa 'Menjar a casa' (comida en casa) del Ayuntamiento de
Torrent, y ayuda "en cuantas tareas van surgiendo con gran
disponibilidad y entrega", explican desde la ONG.
Y es
que, esta no es la primera crisis sanitaria a la que Félix se
enfrenta. De hecho, ya trabajó en la Cruz Roja de Sierra Leona como
sanitario en la emergencia del ébola en
2014-2015. "Era enfermero y hacía mi trabajo en el sector público y privado para salvar vidas; cuando llegó el ébola mi deber era tomar muestras de los afectados y también de los que murieron por el virus", explica.
2014-2015. "Era enfermero y hacía mi trabajo en el sector público y privado para salvar vidas; cuando llegó el ébola mi deber era tomar muestras de los afectados y también de los que murieron por el virus", explica.
Allí
vivía junto a sus padres y sus seis hermanos, pero tras un episodio de
lluvias torrenciales su padre murió y la farmacia que tenían quedó
destrozada. Explica: "Lo perdimos todo, por eso decidí irme a Libia,
donde trabajé como enfermero en un hospital".
Sin embargo, asegura que fue un momento "muy
difícil" en su vida. "Cada mes que iba a cobrar mi salario me atacaban,
me golpeaban y me lo quitaban; lo hicieron por completo tres meses, así
que finalmente decidí dejar Libia y cruzar el mar porque ya no tenía
nada que perder".
Por suerte, todo salió bien aunque
al encontrarse desempleado y no tener la homologación de sus títulos, se
siente impotente de no poder ayudar a nivel sanitario en esta crisis de
la COVID-19.
En el futuro, asegura que le gustaría
encontrar un trabajo que le permita integrarse plenamente: "Vine a
España para tener una oportunidad de tener una vida mejor; hice un curso
de sociosanitario, pero ahora no tengo trabajo y por eso solicito ayuda
para que me convaliden los títulos para trabajar aquí, y también quiero
continuar mis estudios de cirujano".
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