Medicina Integrativa: ¿cómo es la medicina del futuro que todos deseamos?
En este vídeo sobre las ventajas de la Medicina Integrativa
explicamos algunos de esos aspectos que todos, médicos y pacientes,
seguro que nos gustaría ver realizados y que son la esencia no ya de la homeopatía o la medicina integrativa sino de lo que debería ser la medicina.
Los adelantos tecnológicos han producido grandes avances pero han dejado al descubierto carencias que urge solventar y que son determinantes para una mejora en la salud.
La relación autoritaria o paternalista, tan frecuente en otros tiempos, está en franco retroceso y hay que seguir avanzando en ese camino. La toma de decisiones compartidas en donde el médico informa y aconseja y el paciente decide libremente no solo asegura un mayor cumplimiento terapéutico sino que además refleja el protagonismo que el paciente debe tener en la gestión de su salud. Y una verdadera educación sanitaria por parte de las autoridades que contribuya a ello.
Por otro lado, la persona cuando se enferma se enferma toda y, por ello, tal como enfatizamos en homeopatía, hay que considerar todos los aspectos, tanto físicos como emocionales y espirituales de ese enfermar. Un tiempo de escucha suficiente es necesario, un tiempo de silencio, un tiempo de entender al otro.
Asimismo hay que seguir avanzando en la desprescripción medicamentosa y dejar de considerar enfermedad aspectos vitales que son propios del devenir humano. Con más tiempo y mayor atención seguro que podemos reducir las prescripciones que son, muchas veces, por ellas mismas, origen y agravamiento de mayores problemas sobre la propia salud.
Escuchar, tocar y personalizar sería un buen resumen de esa medicina del futuro a la que tanto puede aportar la homeopatía y la medicina integrativa en su conjunto. Y, por último, no olvidemos la vertiente socioeconómica que tiene la salud, el código postal que tanto la determina, y luchemos por un mundo con mayor igualdad de oportunidades, más justo y solidario.
Los adelantos tecnológicos han producido grandes avances pero han dejado al descubierto carencias que urge solventar y que son determinantes para una mejora en la salud.
La relación autoritaria o paternalista, tan frecuente en otros tiempos, está en franco retroceso y hay que seguir avanzando en ese camino. La toma de decisiones compartidas en donde el médico informa y aconseja y el paciente decide libremente no solo asegura un mayor cumplimiento terapéutico sino que además refleja el protagonismo que el paciente debe tener en la gestión de su salud. Y una verdadera educación sanitaria por parte de las autoridades que contribuya a ello.
Por otro lado, la persona cuando se enferma se enferma toda y, por ello, tal como enfatizamos en homeopatía, hay que considerar todos los aspectos, tanto físicos como emocionales y espirituales de ese enfermar. Un tiempo de escucha suficiente es necesario, un tiempo de silencio, un tiempo de entender al otro.
Asimismo hay que seguir avanzando en la desprescripción medicamentosa y dejar de considerar enfermedad aspectos vitales que son propios del devenir humano. Con más tiempo y mayor atención seguro que podemos reducir las prescripciones que son, muchas veces, por ellas mismas, origen y agravamiento de mayores problemas sobre la propia salud.
Escuchar, tocar y personalizar sería un buen resumen de esa medicina del futuro a la que tanto puede aportar la homeopatía y la medicina integrativa en su conjunto. Y, por último, no olvidemos la vertiente socioeconómica que tiene la salud, el código postal que tanto la determina, y luchemos por un mundo con mayor igualdad de oportunidades, más justo y solidario.
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