jueves, 21 de mayo de 2020

Estado de saturación



Cuando yo era chica era muy frecuente escuchar este mantra refranero: 'éramos pocos y parió la abuela'. Cuando esta mañana en el descansillo de la escalera, con la voz secuestrada por la mascarilla, una vecina me ha dado la noticia de la metedura de pata hasta el corbejón de nuestro ínclito presidente del Gobierno tras el acuerdo con Bildu de ayer mismo, que le permitirá salir adelante con la alarma interminable, estando como estamos con la jauría de los ppitbulls y dobermanes sin vacuna antirrábica que los applaque, se me han caído los palos de sombrajo, -otra expresión aprendida desde la infancia-, a pie de refranero y calle. En este caso, el sombrajo era la esperanza, ese aire limpio que sabe a mañana presentable en medio del hoy más chungo. Y claro, un mañana en semejantes tesituras y en semejantes manos pone los pelos como escarpias. Es decir, estando como estamos,¿era necesario incrementar el número de tarados políticos y gestores discapaces? ¿Es que no es suficiente el elenco innumerable de tarados cum laude en el bando derecho, para que un Gobierno de naturaleza socialista nada menos, se empeñe en jorobar cualquier posibilidad de desatasco, recurriendo hasta al toco-mocho indecente del gato por liebre a cobro revertido? 

Anoche me fui a la cama dando gracias a la lucidez y a la conciencia de Bildu y a la inteligencia humanitaria del Gobierno, y al mismo tiempo, decepcionada por la salida oportunista de ERC y de Compromís, aprovechando el angustioso problema de todos para sacar, respectivamente, tajada en lo suyo, que no es lo de todos y todas. Bajeza. Undergrond reptiliano. Cero Política, así, con mayúscula. Cuando el lado B del repunte empiece a dispararse, que lo hará a no tardar, -dado el desmadre que se observa a los largo de calles, plazas y avenidas, en baretos y terrazas a rebosar, donde se apelotonan y se apretujan mesas a mogollón sin mascarillas ni distancias- los contagiados, enfermos y muertos no se distinguirán por su cultura aborigen ni por su hermosa lengua nativa. Sólo serán números demoscópicos, a quienes solo sus seres queridos llorarán a distancia y en soledad. 
Hay que ser muy cenutrios y estar en la parra total, sin ser conscientes de nada, para actuar de tal modo. Lo mismo Sánchez en lo suyo, que Rufián o nuestro querido Baldo en el appartheid territoria-listo. Qué miras tan ínfimas, y qué miopía al parecer, incorregible. Qué mierda de personajes miserables. No de seres humanos, no. Como todo ser humano ellos también son estupendos y únicos. Irrepetibles portadores de sustancia esencial con infinitas posibilidades de desarrollo y evolución, como así lo indican nuestro ADN, nuestras huellas dactilares y nuestro iris. Y como demuestra nuestra mayor riqueza: el justo uso del albedrío. Sin embargo a ese tipo de comportamiento le pierde el poder que le dan al personaje. La "persona" , se dice en el origen griego, la máscara y el teatro. La ficción, que no sabe ser realidad, porque no la reconoce, no la asimila, no está entrenada. A la ficción del personaje no se le puede pedir más de lo que es incapaz de dar. Ya de por sí. 
Por desgracia, el plano político, al que solo se deberían dedicar quienes ya tengan superada la tentación de identificarse con la máscara del personaje y no suplanten con la ficción la manifestación imprescindible de la conciencia , es el  estrato social más perjudicado y más dañino para el bien común, cuando las responsabilidades desbordan y requieren un eje consciente en el que se aúnen la visión, la mirada y la comprensión de la realidad mediante la lucidez de la idea y la potencia humanista de la emocionalidad: la mente y el corazón. Teniendo en cuenta, que el cerebro y su potencial solo pueden estar activos si el corazón funciona y la potencia mental se alimenta con el oxígeno que le aporta cada latido cordial. Ese vínculo hay que transferirlo a la gestión del día a día. Sin corazón que ama porque comprende, y mantiene sana y activa la mente, no es posible generar el sentimiento, que no es la simple emoción refinada del instinto, sino, -además de la simbiosis entre mente y emociones- la base de todo empeño exitoso en esta vida. No en vano los psicópatas son enfermos. Carecen de esa función esencial de intercambio pleno. Su corazón va por un lado y su mente por otro. Hay un bloqueo psicoemotivo, tal vez por un déficit orgánico de neurotransmisores, carencia de vitaminas y oligoelementos, por una disfunción de nacimiento, tal vez por un cortocircuito educacional destructivo en la convivencia y en el medioambiente. Pero sobre todo esa fractura tiene como telón de fondo la falta de amor, de compasión y de empatía, que si hay una disfunción orgánica no se ha sabido detectar a tiempo en el entorno de quien sufre ese estado de ruptura. Y solo la medicación química no puede prácticamente solucionar el problema.
Si no hay enfermedad, quiere decir que todo el proceso de deterioro intelectivo es simple rutina conductual heredada y contagiada por la misma sociedad en la que nos desarrollamos; son "costumbres" convertidas en sistema por inercia "normalizadora". De modo que ya es "normal" que la política sea una forma de ganarse la vida, una profesión, que se identifique con el ideologismo y cada bando aplique las teorías que ha heredado de tiempos ya superados y que nada concreto y adecuado aportan en otros siglos en los que el desarrollo tecnológico y el deterioro climático, la confusión y la pérdida de sentido existencial, que se intenta sustituir mediante el sueño ilusorio de la tecnología y del dinero para conseguirla, como "dioses" omnipotentes,  hace ya insostenible las letanías y consejas ideológicas o devotas, estupendas de otras épocas, pero ya inaplicables y muchas veces tan retroactivas que provocan más dolor y problemas que alivio y soluciones sin daños colaterales.

El gestor político para conseguir "éxito" verdadero que contribuya a cambiar y mejorar lo que no funciona y va de mal en peor, tiene que tener muy clara la conciencia como plataforma indestructible de su existir, para poder ser y gestionar. Poder no solo es "mandar" y "poseer". Estos dos términos, en realidad son una banalización de la esencia del término, que es lograr, conseguir, realizar con un sentido ético, moral, superior a la mera posesión y mandato instrumentalizados, que solo son degradación del sentido sano del verbo, más cercano al abuso y a la opresión que a la salud personal y social, que solo es posible mediante la pedagogía del bien común, nunca de bienes individuales enfrentados entre sí, porque en ese plan si beneficia a unos, perjudicando al resto, se suprime injustamente la diversidad, y así se generan de la mano las tres maldiciones: violencia, miedo y odio a lo diferente, con lo cual es imposible que la Política cumpla su función integradora, comunitaria y constructiva. Sana. 
De ese modo cicatero, mediocre y éticamente descoyuntado, todo está en manos de un feudalismo imperialista, fuera de tiesto, completamente deshumanizado que se pierde entre prepotencia e hipocresía, astucia, milongas y trapicheos. Todo ello, el tiempo lo confirma, basura irreciclable que se acumula en el inconsciente colectivo, hasta en la memoria biológica y en las emociones más elementales. Hasta ahora, en ese mundillo deteriorado in crescendo, en España solo hemos podido contar en las instituciones políticas, con Julio Anguita. Es el "político" menos impolíticamente representativo, el único que hasta ahora ha conseguido implementar la praxis y la idea en evolución, mediante una conciencia prometeica, como él mismo intuyó y confirmó con su propia conducta y su obra escrita. Por sus frutos los conoceréis. La honestidad es la base. Los juegos de salón y las jugarretas por lo bajini son deleznables, y no solo inútiles, también se cargan la credibilidad y el respeto necesario para ser creíbles. 

Es hipernecesario superar la tentación de establecernos en la crítica despiadad, en la dureza descalificativa, el cotilleo, la viborez retorcida y el sarcasmo como único reclamo  de un cambio imposible. Hay que seguir caminando sanamente, superando escollos, nutriendo conciencias y despertares. Que no nos paralice la constante provocación de lo anecdótico, hay que dejar el superficial encanto de los pétalos, el miedo a las espinas, el anzuelo de los aromas tentadores y el pánico a los pinchos letales, y como hacen las abejas, ir al polen directamente, si queremos que la colmena del bien común produzca la miel que la nutre, la cera que la protege y el propóleo que la sana y la vacuna. 

No podemos seguir en plan folklore exhibicionista ni manipulador destarifado. Es la honestidad transparente y la limpieza de miras lo que más necesitamos junto con la generosidad y la capacidad para ponernos en el lugar del Otro. Que es nuestro verdadero lugar si realmente somos eso que voceamos por ahí buscando votos y apoyos. 

Si Pedro Sánchez quiere ser un gobernante justo debe YA, cuanto antes, proponer y decretar la amnistía para los presos políticos catalanes. Más allá de cualquier interés mercantil de pactos y manejos. Si es verdad que no quiere separatismo sino una multinacionalidad federal, ¿por qué fomenta la ruptura  obstaculizando la libertad de quienes no han cometido ningún delito, mientras tenemos un J.C. Borbón suelto por ahí, habiendo delinquido descaradamente con unos métodos y una evasión que no se pueden permitir y menos "normalizar" en una democracia de verdad? Es un disparate condenar a la cárcel un montón de años  por pensar en ser independientes y decirlo, y al mismo tiempo dejar que un mantenedor de corinnas corruptas igual que él, y exterminador de elefantes, se lo lleve crudo, mantenido por el Estado, o sea, por el trabajo del pueblo que sí paga impuestos por trabajar y deslomarse sin evadir ni un euro. Ojalá Sánchez diera ese paso, y cuanto más tarde lo dé, peor lo vamos a pasar en todos los aspectos... Los escoceses, por ejemplo, están gritando su independencia y cuando les han preguntado desde el Estado central, han votado seguir estando como siempre. Nadie los ha imputado por pedir un referendum,  ni los han apaleado por decir que no les dan miedo las urnas, al contrario, se lo pusieron en bandeja  democrática, como debe ser.
También es una barbaridad que un gobierno de coalición civilizada a favor del bien común, siga manteniendo la 'contra-reforma' laboral de los abusadores y corrupptos, que solo sirvió para sustituir los derechos de los trabajadores por el derecho de ppernada de sus explotadores. ¿No ve Pedro Sánchez que el zapato de Cenicienta es por lo menos tres números más pequeño que el pie al que se pretende calzar?

¿Por qué no aprender y utilizar modales políticos que aquí nadie ha estrenado jamás, y que son imprescindibles para ser democracia en realidad? 
Lo que aun faltaba en el número improvisado del personaje y su representación escénica era la  ocurrencia del escaqueo con nocturnidad y alevosía de ayer mismo, que al menos Bildu con un espíritu mucho más generoso y mirada más amplia, ha decidido aceptar por el bien común...esperando revisarlo una vez superado un tiempo catastrófico para todo el Planeta. Bravo por Bildu y su alma colectiva. No ha puesto por medio ninguna propuesta exclusivamente para beneficio de Euskadi, lo que ha propuesto es sencillamente la restauración del bien común que el pp destrozó. Y a esa propuesta Sánchez responde con miserias y miedos que no nos merecemos los españoles de cualquier demarcación o autonomía, porque nos jode a todas por igual.
Tal vez Sánchez podría pedir a nuestros hermanos vascos un cursillo intensivo de conciencia y responsabilidad política y también de lúcida y sabia humildad constructiva. Y que allí le expliquen lo que hay que hacer para deshacerse del personaje y sus disfraces. Ellos son expertos en liberarse del rencor, del odio, de la violencia y de las fijaciones heredadas, que las heridas de la historia les inculcaron como desesperadas virtudes sociales en los tiempos más negros. Ellos han sabido crecer hacia otros horizontes mucho más nobles y amplios. Son admirables.

Eskerrik askó, hermanos de Euskal Herría, y enhorabuena, por vuestro gran corazón regando de lucidez  vuestro cerebro divinamente, ¡Mil gracias por la comprensión y la paciencia con Pedrito, el niño/presidente bastante  retrasado en el aprendizaje de la escuela plurinacional!
Als catalans i valencians compromessos, tampoco les vendría mal aprender de vuestro ejemplo, maiteas!



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