martes, 2 de septiembre de 2014

Los argumentos del profesor J. C. Monedero

La querella contra Pujol y la vieja guardia socialista

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Debate completo entre Alfonso Guerra y Juan Carlos Monedero en Cuatro


Quiénes son los héroes del Panteón de ilustres de España?”. La pregunta me la hacía un embajador latinoamericano que no entendía cómo podíamos ser un páis con tantos desaparecidos y fosas comunes. Tuve que contestarle que desde la guerra de la Independencia no había entrado, que yo supiera, nadie. Una gran diferencia con el resto de Europa, donde haberse opuesto a los nazis es considerado una señal de decencia. Aquí un ministro de Franco que sancionó sentencias de muerte bajo la dictadura fue uno de los padres de la Constitución. No remuevas viejos odios, nos dicen. Esa impunidad, como no puede ser de otra manera, la trasladamos a la política. Y maneras franquistas siguen anidando en la universidad, en las redacciones de los periódicos, en los juzgados, en las fábricas y oficinas, en la diplomacia y la oficialidad, entre los registradores de la propiedad y los notarios, en las alcobas y en las sacristías. Y, por supuesto, en los partidos politicos.
Dice Jiménez Villarejo, ex eurodiputado de Podemos y ex fiscal anti corrupción, que cuando el gobierno de Felipe González presionó para que se desestimara su acusación contra Pujol y otros directivos que habían arruinado Banca Catalana, sentó las bases de la impunidad de la política. No ha habido un solo tesorero del PP que no haya estado imputado en casos de corrupción (Aunque, salvo Bárcenas -y a ver- siempre se libraron de una forma u otro de la cárcel). El PSOE tuvo que moderar las formas después del caso FILESA, pero los bancos han seguido regalándole dinero y ellos indultando a banqueros. CiU era el del problema del 3%, pero todos callaban. El PNV supo de los beneficios de las máquinas tragaperras. En Madrid, el largo brazo del ladrillo y la corrupción inmobiliara se extendió por casi cada esquina de la política. Qué tiempo desaprovechado para limpiar nuestra casa. La casta era sobre todo casta por la impunidad con la que actuaba.
La importancia de la querella contra la familia Pujol presentada por Podemos (con el asesoramiento legal de Gloria Elizo y Carlos Jiménez Villarejo), por Guanyem Barcelona (con Jaume Asens y Gerardo Pisarello en los equipos jurídicos), apoyada por IC-V y organizaciones sociales catalanas, es de radical importancia por tres cosas: porque demuestra que la sociedad civil, que es quien ha hecho la querella, ha perdido el miedo a los poderosos; porque es una adelanto de la nueva forma de hacer política que estamos inventando; y porque le permite a una persona como Carlos Jiménez Villarejo desquitarse, en nombre de tantos otros, de quienes hicieron de la política un juego bastardo de poder donde ganaban los de siempre y eran derrotados los honrados.
Le preguntaba esta mañana a Alfonso Guerra, en aquel momento Vicepresidente del Gobierno, por las presiones del PSOE contra los fiscales Mena y Villarejo; le preguntaba por el rescate a CiU y a los sinverguenzas que se envolvían en banderas para ocultar sus verguenzas; le preguntaba por el pozo de indecencia en el que tuvimos que vivir sin protestar porque estábamos recuperando los niveles de bienestar que nos habían robado los padres y los abuelos de los que ahora mandan. Preguntarle por la injusta ley electoral, por los ataques constantes a los que quieren inventar algo nuevo, por el abandono de todas y cada una de las luchas de su juventud. Como respuesta sólo he encontrado a un Alfonso Guerra levantando la voz con la impotencia del que sabe que no tiene razón. Qué poco queda de aquel otoño del 82.


 

Podemos avanza, el régimen cruje

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Una nueva encuesta que publica hoy el diario El mundo sitúa a Podemos a apenas un punto del PSOE. 


 El Partido Socialista, pese a que acaba de realizar una segunda conferencia política para escoger un nuevo Secretario General en apenas unos meses, no termina de levantar cabeza. El PP sigue sacándole 8 puntos. No bastan operaciones cosméticas. Hay demasiado hartazgo en la ciudadanía como para que le baste sustituir la ajada cara de Rubalcaba por el terso y sonriente rostro de Pedro Sánchez. No basta cambiar de imagen. El Buscón de Quevedo se cierra con una frase que bien conviene a esa confusión de política y marketing: “nunca mejora su estado quien muda solamente de lugar, y no de vida y costumbres”. El limbo en el que anda el PSOE deja al PP como el único baluarte del régimen del 78. Expertos en las cosas del poder, lo aprovecha.

El PP, desde ese lugar privilegiado, sigue su aquellarre contra la democracia y recibe el 30% de los apoyos. Por supuesto, da susto. Las sombras del miedo sembrado durante casi un siglo, junto a la represión (ley mordaza), a la criminalización de las mujeres (aborto, feminización de la pobreza, agravamiento del patriarcado), a la resignación inoculada en los parados (su asunción de que ya no son “rentables”) y al millón de jóvenes exiliados por el mundo (y, por tanto, desactivados de su enfado), logran que el PP siga teniendo un resultado que demuestra que aún hay víctimas que apoyan a sus verdugos. Ese 50% de votos que aún tiene el régimen (cierto que ya no es el 80%) refuerza la necesidad de aire fresco. Hay que desterrar el miedo y abrir las ventanas para que entre la luz que saque a la ciudadanía de la minoría de edad propia de los regímenes caciquiles. En esta España decimonónica todavía hay gente que acuda a la puerta de los juzgados a aplaudir a los políticos ladrones imputados. Hay diputados del PP que firman peticiones de indultos para alcaldes del PP condenados por corrupción. Hay políticos y sindicalistas acompañanando a prisión a los “suyos”. Misión de todos los demócratas es mandar al baúl de la historia esos comportamientos. Hay un landismo político que vota régimen del 78.
Mientras, la tendencia de Podemos que marcan las encuestas sigue invariable: el régimen se debilita, Podemos avanza. Por eso las críticas arrecian. Y lo que queda. El régimen tiene un objetivo en este otoño: intentar acabar con Podemos. Como no hay mucho de donde rascar, inventarán. Entre las muchas mentiras de esta semana,  está la supuesta invitación a Joaquín Sabina y Willy Toledo a que no opinen. ¿Alguien podría decir dónde está eso dicho? Da lo mismo. Calumnia que algo queda. (Para quien quiera salir del interesado enredo, abajo puede encontrar los dos cortes de la intervención que han generado los ataques). Claro que los agresivos titulares de la prensa del régimen que han generado tantos comentarios  no los escriben los periodistas. Lástima que la dirección de muchas agencias y periódicos prefieran el ruido a la dignidad de la profesión. Debiéramos aprender y los insultadores recurrentes podrían informarse un poco. Aunque es ingénuo pensar que mejor informados dejarían de sembrar su inquina.
Cualquier persona, en una democracia, puede opinar.  Estaría bueno. Igual de evidente que lo es que las opiniones de Wily Toledo sobre Podemos respiran  aire antiguo. Lo que no quita que deban debatirse. Más rigurosos debiéramos ser con los abajo firmantes en un país que le ha entregado a la farándula el fiel del pensamiento público. Las opiniones políticas de Joaquín Sabina no suelen tener un rumbo firme. Salvo cuando insiste en tocar en Israel mientras tiene lugar el genocidio contra el pueblo palestino. Él verá lo que hace. A mí no me guía políticamente. La función del intelectual está en proporcionar orientación política. Una sociedad que entrega esa función a los famosos tiene mucho trecho pendiente. Ojalá el genio musical de Sabina estuviera también presente en su criterio político. Pero no es el caso (Pink Floyd acaba de decidir no tocar en Israel en solidaridad con el ataque criminal a Gaza). Sabina pide a Podemos actualizarse y salir del siglo XX (pese a que se trata de la formación política más novedosa y original del panorama español). Supongo que podremos afirmar que sus comentarios políticos no nos interesan tanto como sus canciones. Algunos han querido convertir esto en una invitación a la censura. Pues sigan, sigan. Seguro que los que hacen estas afirmaciones son los mismos que celebran que Willy Toledo no pueda trabajar en España por tener ideas políticas y expresarlas. Y seguro que son los mismos que si Sabina encontrara su mes de abril y dejara de bailar chotis con alcaldesas vestidas con trajes de la Gürtel, renunciara a cocinar para príncipes y princesas o comenzara a despotricar contra la cultura de la Transición, sus prelados y sus premios (cejas incluidas), lo acusarían con inquina y mala baba. Los países que juntan en el tiempo dictaduras y confesionarios suelen ser muy inquisidores.
Podemos avanza y el régimen cruje. Ni más ni menos. Queda mucho por cambiar en este país. También en las conciencias. Los viejos consensos ya no valen. Ni sobre el rey, ni sobre la Constitución, ni sobre el ordenamiento territorial, ni sobre el empleo, ni sobre Europa ni sobre la cultura. Hay que seguir avanzando para sumar nuevas mayorías sociales. Mientras, el falso decorado del régimen del 78 se va hundiendo bajo el peso de su incapacidad. Podemos sigue sin asustarse. Bienvenidos al septiembre de la esperanza.

http://www.cuatro.com/las-mananas-de-cuatro/2014/agosto/29-08-2014/Monedero-criticas-Sabina-hacer-sabe_2_1851705063.html
http://www.cuatro.com/las-mananas-de-cuatro/2014/agosto/29-08-2014/Monedero-responde-criticas-Willy-Toledo_2_1851705067.html

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