Si conseguir un reparto justo de los recursos, una justicia igualitaria en oportunidades, un Estado Soberano de Derecho que no pague la deuda que se le ha impuesto a base de arruinarlo, si se consigue dar la vuelta a la tortilla de la emigración y recuperar a nuestros desterrados y seguir dando cobijo a los ciudadanos de países que aún sufren las secuelas históricas de nuestro viejo colonialismo, si comportarse con humanidad y cercanía a los que sufren y con justicia y exigencia ética con los millonarios que delinquen, es populismo, entonces va a ser que la inmensa mayoría de españoles y españolas, somos populistas.
Menos retórica y más resultados. La demagogia no consiste en facilitar que la ciudadanía se empodere de sus derechos y deberes, participando directamente en la gestión de sus intereses sociales, políticos y económicos, la demagogia es engañar a los pueblos con milongas insensatas mientras se ocultan tramas gürtel o EREs o cuentas en una sicav pagadas con dineros públicos en sueldos a diputados, promesas sin intención de que se cumplan, prometer un Estado de justicia y luego hundirles hasta asfixiarles en un pozo de corrupción sin salida, donde están pringados TODOS, desde el Jefe del Estado y su familia hasta el último subsecretario adjunto o asesor aprovechado. Y para defenderse, tomar a saco los medios de comunicación y emplearlos para seguir mintiendo, denigrando y calumniando a los que les denuncian o intentan hacer mejor que ellos su trabajo político.
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