jueves, 6 de mayo de 2021

Comentarios previos al artículo de Virginia P. Alonso, de alguien que vivió en directo el inicio del menú podemita en la cocina del asunto. Llamar a las cosas por su nombre y honestamente poner puntos en las íes, por encima de lo que nos gusta y nos mola, es fundamental para comprender los porqués de lo que nos sucede

 

Muy buen resumen el de Virginia P. Alonso; sólo una objeción: el título. Porque 'El ciclo del 15M' se cerró en 2014, cuando apareció Podemos y en el primer Vistalegre de octubre la asamblea ciudadana ya en camino programado de desactivación constituyente, claudicó ante la comodidad de que Iglesias con su círculo de tiza caucasiano se convirtiese en el Alejandro Magno del momento, o sea, confundida por la cháchara ilustrada, saltando en el tiempo hacia atrás en vez de hacia delante con el modelo Lenin como arquetipo, pero sin ningunas ganas de asaltar cielos marxistas, sino simplemente de poder pisar  los suelos con derechos, compartiendo dignidad y calidad de vida orientada al bien común. 

La ciudadanía sólo quería estar presente en vivo y en directo y poder decidir e intervenir pacíficamente a la hora de la gestión práctica del estado, en la que es evidente que siguen sin representarnos, exceptuando casos puntuales como Yolanda Díaz, Mónica García, Errejón, Baldoví, Garzón, Oltra o Puig o Teruel Existe, la buena gente de Bildu, del PNV, andaluces, catalanes, extremeños, manchegos, asturianos, cántabros, gallegos, leoneses, castellanos, murcianos, valencianos, canarios y baleares...nada que ver con un Podemos que solo puede para sí mismo, una vez barrido del mapa el incomodísimo pero nominalmente imprescindible  e insustituible 15M.

 Estaba cantado desde el principio del equívoco que la cosa no pintaba nada encomiable ni permanente, todo era arbitrario, inestable, emocional y teledirigido desde "Madrid", en eso coincidían con la visión ayusiana. 

Pablo Iglesias ha terminado por sufrir el retorno del búmerang que él mismo lanzó calificando a IU de "pitufos gruñones", para terminar gruñendo y resoplando mucho más, complicando todo cosa que IU nunca ha hecho, desde la primera posibilidad de un gobierno de coalición en 2016, tras la moción de censura al gobierno del pp. 

El fallo más grande, triste y dramático, fue no aceptar en el primer Vistalegre las reformas, enmiendas y cambios que se hicieron desde los círculos y comisiones de la base social del 15M en los preborradores previos a la asamblea que acabaron ninguneados por completo y en la supresión táctica y estratégica de lo círculos una vez alcanzado el poder político que era de lo que se trataba; "la gente" descubrió que la oferta tan generosa de "Podemos" solo era en realidad la oportunidad para que los licenciados en Ciencia Política, que estaban en el paro o en la precariedad, se abriesen camino profesional a cargo del estado. 

Esa percepción podría haberse caído sola si, desgraciadamente, no hubiese sido real como la vida misma. Fue entonces, a partir de octubre de 2014, cuando el 15M se sacrificó en el altar de la estrategia y la manipulación para que Iglesias y su cohorte, intentasen asaltar los cielos por su cuenta y con el apoyo incondicional de una mediocracia totalmente en plan 'fabricación del consentimiento" fashion, interesadísima en aquellos momentos, en que Podemos e Iglesias se volcasen en dar publicidad a la innovación contrarrevolucionaria en su "lucha" con fundamentos intelectuales, que acabase con los peligros del 15M. Igualito que hizo Quinto Servilio Cepión con los que traicionaron y mataron a Viriato: cuando el 15M ha pasado a la historia, la 'Roma' sistémica se carga al felón de la ciudadanía que ya no le sirve de nada, una vez conseguido el dominio del mejunje y desactivado el peligro de que la sociedad española se despierte y se active organizada en municipalismos federalistas que acaben consiguiendo un referendum con resulta de República. Y que lo que fue la pasarela transitoria del 78 se convierta en una autopista hacia el fin de la democracia por agotamiento y desgaste. 

Iglesias solo ha sido el Pericopalo manteado al final de la fiesta, como se hace en los pueblos del manchego Valle de Alcudia, para celebrar cada año la recogida de la cosecha, manteando y quemando los espantapájaros que han servido para que la cosecha crezca sin que las aves se la coman y la arruinen. 'Pericopalos' se les llama porque la fiesta se celebra -¡no hay casualidades!- en el día de San Pedro y San Pablo, fíjate tú, o sea, al final de la recolección y al principio del verano, el 29 de junio. 

Sería injusto no valorar el hecho encomiable de que Iglesias haya dimitido y se aleje de la política para poder recuperarse de la banalidad del mal político/chapuzas que le ha tenido entretenido y devaluado in crescendo después de cada ocurrencia, durante siete años de su vida, en los que tal vez , si hubiese sido menos cantamañanas, más lúcido y más humilde habría aprendido a ser un buen maestro y orientador, tal vez profundizando y madurando con serenidad en valores éticos, en la misma Facultad de Políticas de la UCM en la que trabajaba antes del subidón y del tortazo resultante y previsible, que además acabó con el 15M, para desgracia y retroceso democrático, político y económico del propio estado. El dolor cívico no puede ni debe acabar convertido en "Juego de Tronos", no se trata de manipular personajes de ficción ni de jugadas ingeniosas donde abatir "al enemigo" y ganar batallas que no lo son, con rabietas, descalificaciones ocurrentes y salidas de pata de banco, cayendo en los mismos agujeros que tanto se critican cuando son otros los que caen en ellos. No son ideas e intereses jugando al ajedrez entre sí, se trata de seres humanos machacados, que no tienen tiempo para videojuegos porque la urgencia de sus problemas no les permite salir de la burbuja explotadora e injusta que les oprime y les mata, porque en esas calles que ayer fueron 15M hoy se muere de dolor, de abandono, de frío, de desahucio, de hambre, de tristeza, de Covid-19, de estar secuestrados en residencias invisibles para los gobiernos y de depresión, por falta de un estado responsable, ético, justo y eficaz. 

No es fácil asumir un panorama semejante sin darlo todo con la máxima responsabilidad, como está haciendo Joe Biden em los EEUU, más allá de discursos y broncas, ni todos los esppañolitos que se presentan a las elecciones saben crear e impulsar iniciativas adecuadas, ni cómo salir adelante con credibilidad y decencia, con humildad y discernimiento adecuado.  Ni Pablo con sus peroratas ni Pedro con sus bailes saltimbanquis, ni Iván Redondo jugando a la ruleta del a ver qué pasa, para adaptarse a lo que sea, están a la altura del momento histórico, por eso, los resultados de Madrid deberían tomarse muy en serio, porque ya no se trata de una lucha entre partidos ni de ideologías opuestas, sino de la supervivencia de una sociedad tirando a sana, pero descompuesta y de una democracia en peligro de extinción. El momento es muy grave y difícil para el mundo entero, y mucho más en países ética y democrátimente deficientes como el nuestro. Un pueblo que como el de Madrid, iniciador del 15M en la Puerta del Sol, ya ni siquiera ve lo que tiene encima y vota estrepitosamente a sus verdugos sociales, está para el arrastre. Quienes vestidos de izquierda en lo público y actuando como derecha elitista en su vida privada y su chulería le han llevado a este estado de demolición, le han quitado la voz y la oportunidad de ser escuchado directamente, son tan responsables como los fachas de lo que está pasando.  Ya es hora de que sus señorías se despierten o se vayan. Iglesias lo acaba de hacer. Y eso es un buen síntoma, al menos de momento.

 Gracias, por irte, Pablo, pero si nunca hubieses llegado en el plan que llegaste seguramente no estaríamos como estamos a día de hoy, y la ciudadanía es posible que tuviese ya un lugar adecuado en las instituciones, con voz y con voto. Aunque nos queda  comprobar serenamente que no hay mal que por bien no venga, así que, gracias por irte aunque sea tan tarde, querido hermano. Otro refrán nos refuerza la esperanza: Más vale tarde que nunca. Ya te digo.

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