sábado, 29 de mayo de 2021

ALEMANIA pide perdón a NAMIBIA por el genocidio colonial | RTVE Noticias

  

 

Ayer lo escuché en TVE y confieso que la noticia me impactó y me invitó a reflexionar profundamente.

¿Sería capaz España de hacer algo así algún día con América Latina, Filipinas, Guinea Ecuatorial, Marruecos y el Sahara Occidental, la patria arrebatada a los saharawis? ¿Serían capaces de hacerlo Portugal, Reino Unido, Holanda, Francia, Rusia o China que durante siglos se han enriquecido destrozando y expoliando civilizaciones diversas para llenar las arcas públicas y privadas de sus reinos y estados? 

La decisión de Alemania es fruto de una nueva conciencia global de la ética unida a la política, capaz de comprender la importancia básica y la necesidad global del arrepentimiento colectivo, además del individual, mediante la reparación de los males históricos, aunque no los hayan cometido las generaciones actuales. Un triunfo indiscutible de la Ética kantiana y de un verdadero acto evangélico. El choque de esta decisión alemana con la Namibia actual es tremendo, el dolor y el sufrimiento del pasado han herido e infectado de tal manera al país africano que se han convertido en odio e incapacidad para el perdón, según la respuesta oficial de la autoridad namibia. 

¿Cuánto tiempo y cuántas generaciones tendrán que pasar para que los herederos de las víctimas namibias puedan sanar su trauma y la incapacidad para superar el odio histórico que les impide perdonar a las generaciones alemanas del presente que no han hecho nada contra ellos, e incluso desean reparar materialmente el daño infligido por sus antepasados? 

Todo el schock deriva de los distintos estados y niveles de conciencia de ambas culturas. Esperemos que el crecimiento de la conciencia alemana esté a la atura de la situación, que comprenda el proceso namibio, tenga paciencia, amor y sabia humildad para aceptar lo que la Alemania actual no se merece, pero hay una realidad inevitable: es heredera histórica de un legado terrorífico  que ha sabido ir curando con el tiempo y una inteligencia colectiva responsable, pero no todas las culturas y sociedades machacadas están en condiciones de poder perdonar el horror heredado y de separar la locura del equilibrio, abuelos de nietos y de unir arrepentimiento con perdón. Es más fácil ser civilizados y tener una buena vida en una sociedad avanzada, que vivir bajo mínimos, siendo Tercer Mundo machacado por el Primero y el Segundo, como es el caso de Namibia. 

Lo del karma no es un chascarrillo, traducido en cristiano: en el pecado se lleva la penitencia. Nadie nos castiga, todo es self service. La vida es testigo y herramienta del mismo proceso. Lo que se hace en todos los niveles tiene consecuencias, sea bueno, inofensivo o reprobable. No hay efectos sin causas y viceversa. Sólo la inteligencia lúcida y generosa del Amor puede arreglar lo que ni el dinero ni la política conseguirán jamás: sanar las viejas heridas y hacer que desaparezcan las cicatrices con la cirugía del espíritu. Mientras se crece y se madura en el proceso.


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