viernes, 14 de mayo de 2021

QuinceM. Mucho más que una fecha: el grito de la conciencia social en secuestro constante


 

La crítica con inteligencia es indispensable, pero también existe la crítica como entretenimiento banal, la crítica por criticar, porque no hay algo mejor que hacer y uno se aburre. Existe una crítica con fundamento vivido y otra como relato especulador de lo que pudo haber sido y no fue. La crítica de Kant y la crítica kanta-mañanas. Por ejemplo, en el caso del 15M está la crítica de quienes lo comprendieron desde dentro y la de quienes lo utilizaron como guateque juvenil y pijillo con posibilidades de terraceo sofista. Para ser un filósofo no solo hay que estudiar a los filósofos, sobre todo hay que tener conciencia despierta por encima de todas las cosas. No basta con ser un almacén de teorías con las que montarse videojuegos. En su griego original la sofía no es una reina ni una princesa ni una actriz, es el resultado práctico de la gnosis. Del conocimiento. No de la especulación ni de los puzles. Y la amistad fileia es la virtud del fílós, el amigo. Un filósofo no es un pedante sabelotodo, sino un humilde y discreto amigo del conocimiento, que, como muy bien dijo y practicó Sócrates, cuanto más conoce menos "sabe", menos se exhibe y menos se expone en plan estrello, menos se vende, y no por miedo ni prejuicios, sino porque limpiamente comprende sin autoengañarse la realidad en la que vive, ejerciendo de matrona, para que el ser humano nazca a base de contracciones, de las preguntas que llevan al parto del conocerse para conocer y viceversa.  Gnozi seautón. Conócete a ti mismo. O sea quítate los disfraces y pélate como una cebolla. No queda otra. Y no esperemos estúpidamente que ningún partido ni religión ni ideología ni profesión ni 'clase de élite', ni pseudofilosofías de chascarrillo, hagan ese trabajo en nuestro lugar. Es imposible où-tòpós.

Hoy he tropezado con una crítica al 15M que me ha dejado alucinando por su vacuidad. Resulta que el fallo del invento fue no llegar a la España vaciada y por eso no se ha podido perpetuar como sistema sustitutorio de lo que hay. Curiosamente esa afirmación no viene de la España vaciada ni de Teruel Existe, ni de Marinaleda, ni de Pueblos en Transición ni de Última Llamada, sino de un joven maestro de la filosofía que desde su taburete escolástico y capitalino va penetrando en la enjundia de todo lo que se le cruza por delante, desembocando en un mar indefinible. Como ideado por Andy Warhold o algo así.

Ante el argumentario surgen algunas reflexiones:

a) El 15M nace del poso social del 0'7, aquella acampada que ya vio venir un futuro desastroso y exigía a los gobiernos del capital mundial, comenzando por el de España, socialista aun en 1994,  que empleasen el 0'7 del PIB nacional, para crear un fondo de ayuda global al Tercer Mundo, para prevenir y evitar lo que justamente está sucediendo ahora en la hecatombe migratoria que está dislocando el Planeta entero. Una propuesta muy parecida a la que Biden está trabajando ahora para intentar que se mitigue al menos la catástrofe social que está en marcha. Esta es la base estratégica y organizativa del 15M. No la barahúnda del caos y el oportunismo.

Igual que entonces el movimiento social renace en las ciudades grandes y está acompañado, como entonces, por docentes universitarios, por militantes sociales en grupos de ayuda formados por los propios perjudicados y quienes les apoyan, abogados, trabajadores sociales, médicos, maestros y jóvenes despiertos y con mucha conciencia comprometida, porque es ahí, en carne viva, donde la problemática de la desigualdad y la injusticia golpea sin paliativos. 

En la España vaciada la situación es distinta, no hay mucha gente junta, no hay desahucios, no hay empresarios explotadores localizados, no hay comercios ladrones sanguijuelas, no hay sindicatos, no hay hospitales ni hay escuelas porque no hay niños suficientes, ni transportes públicos, ni intelectuales que impulsen nada. Sólo quedan abuelos con su pensión, atención sanitaria itinerante y una furgoneta que les lleva el pan y lo más necesario para sobrevivir. 

b) El 15M no nace como ideología ni partido político con el que "predicar", nace como respuesta colectiva y práctica aportando iniciativas directas, a la debacle social de una política mucho más teórica que práctica, mucho más en la parra que a pie de calle y problema, y corrupta, sí, corrupta, desde el momento en que los políticos que son servidores públicos y no caciques cortijeros, cobran un sueldazo por no hacer nada que mejore ni renueve la vida colectiva de la ciudadanía que les vota, mientras ellos viven de cine. Una realidad que ya en sí misma es inmoral y corrupta per se más el per accidens añadido que se deriva del mismo fenómeno. Esto ya lo ha denunciado varias veces la diputada andaluza Teresa Rodríguez, exigiendo al Estado que no le pague un dinero público que no le corresponde, en una cantidad que sobrepasa los límites de la responsabilidad y de la misma justicia distributiva que debería ser el eje de una democracia de verdad. Es una vergüenza y un disparate para alguien normal, vivir a costa de no solucionar la pobreza y la desigualdad de quienes no llegan a fin de mes. 

Es una necesidad comunitaria del pueblo a la que los más preparados se apuntan y tratan de reconducir, convencidos de que el pueblo no conseguirá nada sin ellos. La realidad ha sido al contrario: en cuanto "los sabios" han tocado el poder sin el pueblo al lado, todo ha vuelto a lo mismo de siempre. El 15M tenía razón. No nos representarán mientras estemos excluíd@s de la gestión práctica de la gobernanza. El mundo está en cambio permanente exponencial, tod@s tenemos acceso a la información, a la lectura, al intercambio en red de datos y de realidades inocultables como la tortura de los emigrantes, de los más débiles, de las mujeres y hombres poco "machos", de los derechos y los deberes. "El pueblo" de los siglos pasados ya no existe, es otra cosa, es ciudadanía globalizada aunque viva en una tribu africana o en las entrañas de Colombia, nuestros residuos tóxicos les han llevado el esqueleto de la tecnología y ellos nos aportan el coltán, el litio, y muchas otras materias primas para poder fabricar la intendencia de la comunicación y del sostenimiento. Es un mundo búmeran, todo lo que sale regresa de vuelta, o bien a favor o en contra, según haya sido la intencionalidad del envío. Todo es el quantum cualitativo de la conciencia o de su vacío si no existe aún.  En el 15M los emigrantes estaban también, en la España vaciada hay mucho espacio para ellos que aun no se ha abierto del todo. Se hablaba en las asambleas, pero nunca nos permitieron que esas sugerencias se llevasen al Congreso ¿Cuándo ha propuesto Podemos esa innovación imprescindible, que aliviaría tanto el tema migrante como la despoblación y la falta de mano de obra e iniciativas en la España vacía? ¿Se les ocurrieron soluciones y propuestas de ese tipo a los filósofos sostenedores podemitas o los podemitas pasaron de ellos?

c) El 15M no nace de la politología teledictora sino de la conciencia colectiva. Son los politólogos sofistas y especuladores de la idea, quienes se apuntan a las iniciativas ciudadanas y las manosean para luego ocupar cargos y publicar libros y más libros sobre el tema, eso renta más que ir de asambleas y trabajar gratis en comisiones del barrio y de la ciudad. Esa conciencia no se exporta de la ciudad a la España vaciada, tiene que nacer in situ. Tiene que ser una toma de conciencia real personal y colectiva, no inoculada como una vacuna por ideólogos ad hoc. Al campesino los problemas urbanos no le afectan directamente. Es un contexto distinto, donde los problemas condicionan de otro modo, sin duda, cruel y abusivo, pero que lleva siglos asumido como "la consecuencia" de haberse quedado en el pueblo y no emigrar como ha hecho la mayoría "para vivir mejor" (¡?). Eso no se arregla con sermones publicitarios y exhibiciones puntuales, sino con un sistema gestor social que implique a los habitantes abandonados a su suerte, con ofertas y proyectos cooperativos, que les explique, por ejemplo, la necesidad de exigir al estado, un cambio de producción energética, instalando placa solares en los tejados que faciliten el autoconsumo, un aprovechamiento de las aguas residuales y de las lluvias, -¡como ya hacían romanos y árabes¡-; implantar un sistema de becas laborales para ingenieros y técnicos agrícolas, por el que se implemente en el mundo rural el cultivo ecológico, un turismo inteligente de intercambio con otros países, de los que aprender. 

d) Es imposible que ningún lavado de cerebro puntual dé resultado; solo germina lo que se siembra y se cultiva con paciencia, perseverancia y ejemplo visible, no lo que se usa en plan aerosol bocazas, espolvoreando en las superficies para alborotar sin más consecuencias que valgan  la pena, resultados miserables que el viento, la lluvia y la nieve de la inercia y del cansancio resignado -ese eterno "todos son iguales"- se llevan por delante, sin duda. Y eso es lo que hicieron contra el 15M demasiados jovenzuelos: revertirlo con éxito clamoroso hacia lo de siempre, hacia la maldita "lucha política" que no sirve de nada al largo plazo de la realidad, porque en la superficie y con las prisas más que ilusionantes, ilusorias, por asaltar el poder no queda ni espacio ni tiempo para la reflexión profunda en común, que precisamente es el verdadero antídoto de lo que el poder nos vende. Y con lo que nos tima por sistema. El resultado es demoledor .

e) Si de verdad hay conocimiento porque se es filo-sofos, lo primero y fundamental no es ir de icono por el mundo intentando dar campanazos infotóxicos -sin más campana ni badajo a que agarrarse que las redes sociales y la fanfarria que hoy suena y mañana no existe-, sino trabajar discretamente sobre la tierra, el asfalto y la verdad cotidiana del Nosotros olvidado, no desde un egotismo contagioso y frívolo, -que nos lleva como especie, por la calle de la amargura-  para que el bien común supere los momentos peores de la confusión y el destarifo reinantes ya hasta en plan pandémico...no a base de contar cuentos del rey en cueros y soplando flautas de Hamelin, divertidísimas y excitantes, por el camino exponencial de un desguace sin remedio, si la cosa sigue por estos derroteros de manicomio, donde todo parece diseñado por Colombina, Pantalón y Arlequín en plan desquicie y más al retortero que nunca.

Si de verdad se es un fan de Platón hay que demostrarlo en la praxis saliendo de la caverna de una puñetera vez y entrando en el circuito de la anámnesis transformadora por contagio vital y de compromiso fraterno, para poder construir entre todas la República de la conciencia. Algo imposible cuando se malgasta la vida en fantasmadas que los demás asumen como en el traje invisible del emperador para no dar la nota denunciando lo que hay y lo que no puede haber mientras no se despierte como individuos y, en consecuencia, como colectividad.

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