sábado, 22 de mayo de 2021

Tod@s somos l@s niñ@s marroquíes y por eso exigimos que la UE y la ONU intervengan, que paren los pies a Marruecos, que se quiten las vallas y concertinas, que los niños utilizados por su país para hacer presión, puedan volver a su casa y si en su casa no los quieren, se puedan quedar en Europa para crecer y educarse, para ser queridos y acogidos. ¿Cómo es posible que se alquilen úteros y se compren hijos, mientras tantas criaturas inedefensas y maltratadas necesitan padres, madres y hermanos que les quieran y les atiendan? ¿Y si el dinero que se gasta en egocentrismo sin pensar nada más que en conseguir normalizar dsiparates al precio que sea, los "clientes" lo empleasen en mejorar el mundo atendiendo a los chiquillos desvalidos que se han quedado huérfanos de humanidad, de derechos y hasta de una vida medianamente digna? Qué fácil quejarse de los menas y no hacer nada por evitar la situación que los hace posibles, dando acogida, amor y educación a quienes son abandonados y vendidos por su propio país, y quién sabe si hasta por sus familias desesperadas, como carnaza fronteriza?

 

Tres niños marroquíes llegados a Ceuta durante los últimos días escapan de la nave del Tarajal donde llevan días hacinados por falta de otros espacios.

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