Imaginemos por un instante que la iniciativa del 15M se hubiese concretado en un bloque plural, sin manías caudillistas, ni floreros parlanchines, donde la conciencia ciudadana hubiese podido acceder al Parlamento mediante las urnas. Imaginemos que en esa pluralidad hubiesen cabido todas las ramas diversas del mismo árbol del bien común, Verdes, IU, Socialistas, Sindicalistas, Federalistas autonómicos, LGTBI, Republicanxs, todas las voces de la base social y que en vez de elegir como representante a un solo caudillo obsesionado por un liderazgo controlador , en plan zar, se hubiese elegido un grupo destinado a trabajar en común, sin que nadie mande, y que el compromiso fuese el apoyo mutuo y la cooperación y que en vez de un líder omnipresente en perenne exhibición de talentos (¡?) y ocurrencias, tuviesen el compromiso común firmado de ser ser servidores de la ciudadanía y que cada uno de ellos asumiese el reto de una especialidad concreta, y que en vez de un jefe capitoste, decidiese el grupo mediante el debate y el acuerdo. Eso era lo que pretendía el 15M: cambiar el modelo político y que todos fuesen una Mónica García, una Yolanda Díaz, un Alberto Garzón, un Íñigo Errejón, un Gabilondo, una Oltra, un Baldoví, una Carmena, un Ribó, un Puig, una Teresa Rodríguez, una Inés Sabanés y el mismo López de Uralde, cada unx haciendo lo mejor que sabe sostenido por los demás y viceversa, sin apegos ansiosos al poder, sin ir de estrellos del oportunismo que se acaban estrellando porque pierden la perspectiva de la realidad y se olvidan de por qué están ahí aunque chuleen constantemente de su potestad y su tronío, en plan todo por el pueblo, pero mejor, desde Galapagar que desde Vallecas... Tal vez a López de Uralde le convendría analizar con calma si vale la pena seguir siendo humildemente parte del todo necesario que romper el todo para acabar en la desaparición de los Verdes. Es lo mismo que Iglesias y su círculo hicieron con el 15M: o yo dispongo o me voy. No es tiempo de dividirse ni aprovechar coyunturas dolorosas para marcar diferencias, sino de hacer una unidad de lo plural, que no esté sometida a ninguna hegemonía personal que "ilusione", para terminar en el oximoron de un peronismo de izquierdas, que es como la libertad del fascismo. Pasemos de la ilusión a la responsabilidad entusiasmada (=inspirada con fundamento) por su trabajo, nada 'ilusoria/ilusionante', porque de lo contrario nunca saldremos del laberinto de las cañas huyendo del ex y el relaxing with café con leche in plaza mayor, servidos por el mismísimo Minotauro

Movimientos en la izquierda

López de Uralde funda un nuevo partido verde dentro de Unidas Podemos en plena batalla por el voto ecologista

José Enrique Monrosi

jmonrosi@infolibre.es @monrosi

Publicada el 12/05/2021 a las 06:00 Actualizada el 12/05/2021 a las 13:36

Infolibre

El diputado de Unidas Podemos Juantxo López de Uralde, durante la rueda de prensa celebrada esta tarde en el Congreso de los Diputados.

Efe

Unidas Podemos está en pleno proceso de reconfiguración. La sucesión de Pablo Iglesias se concretará en pocas semanas y su relevo dará paso a un reparto de liderazgos que ya empieza a tomar forma. A los ya conocidos de Ione Belarra, Yolanda Díaz o Alberto Garzón se sumará también el de Juan López de Uralde al frente de un nuevo partido verde que verá la luz en las próximas semanas y que se integrará en la coalición morada.

Con una amplia trayectoria a sus espaldas al frente de organizaciones como Greenpeace o Equo, partido del que fue fundador, Uralde se dispone ahora a registrar una nueva marca ecologista que tiene la aspiración de convertirse en un proyecto estatal de referencia en políticas medioambientales, siempre ligado electoralmente al espacio de Unidas Podemos.

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La nueva marca se registrará en las próximas semanas coincidiendo con la Asamblea Ciudadana de Podemos que previsiblemente convertirá a la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, en Secretaria General del partido. El propio Uralde liderará esa nueva formación verde, aunque estará acompañado por otros dirigentes y representantes ecologistas con los que viene trabajando en los últimos años.

La ruptura de Equo

La batalla fratricida que protagonizaron en Podemos Iglesias y Errejón en 2019 también hizo saltar por los aires a la formación ecologista Equo. Ideada, fundada y liderada por López de Uralde desde su creación, Equo era la marca que seguía a Podemos e IU en la papeleta de la coalición de izquierdas.

El paso al frente de Íñigo Errejón para presentarse a las elecciones generales de noviembre del 19 con la candidatura de Más País supuso para el partido verde un auténtico cisma interno: su número 1, el propio López de Uralde, siempre fue una persona cercana a Pablo Iglesias y apostó por mantenerse a su lado. La mayoría del partido en Madrid decidió presentarse con Errejón. Así que Uralde se mantuvo como diputado independiente de Unidas Podemos ya sin el respaldo de una organización política que acabó tomando unos derroteros al margen de su propio líder.

La competencia con Más País

Esa integración de Equo en el proyecto de Íñigo Errejón ha llevado a Más País a reivindicar como propio el espacio de las políticas medioambientales, poniendo de referencia a menudo partidos eminentemente ecologistas como Los Verdes de Alemania.

La intención de Uralde desde la escisión de Equo siempre fue la de dar el paso de crear un nuevo partido verde para no perder esa bandera. Tras la pandemia y en pleno reordenamiento del espacio de Unidas Podemos se va a concretar ese proyecto que pretende reivindicar 25 años de trabajo ecologista y erigirse en referente electoral de las políticas medioambientales, un espacio que ahora Más País aspira a poner en disputa.

Tres décadas de activismo

Mucho antes que diputado o líder político, Juan López de Uralde ha sido activista ecologista desde mediados de los 80, cuando se convirtió en Secretario General de la Coordinadora de Organizaciones de Defensa Ambiental. Posteriormente, fue durante diez años director de Greenpeace.

En la actual legislatura, Uralde ha participado en la negociación parlamentaria para sacar adelante la Ley del Clima, que entra en vigor esta misma semana y que fija los compromisos climáticos que deberá cumplir España durante las próximas décadas. Durante su tramitación en el Congreso y como responsable de Medio Ambiente del grupo parlamentario de Unidas Podemos, ha defendido la incorporación a esa ley de medidas como el aumento de las restricciones de emisión de gases contaminantes del 20% al 23% o que el despliegue de las energías renovables reduzca su impacto en la biodiversidad.