Más de treinta años de fraternidad, de tejer juntos otro mundo posible...El grupo Edén y la compaña incansable, lo mismo en la vida diaria que en Proyecto Hombre, en el voluntariado en prisiones, en el Secretariado Gitano, ahí siguen haciendo camino con su himno de siempre: Eso es amor. Escrito desde la experiencia de todos y de cada un@. Jose, Javi, Juan Pedro, Auri...Mar, Begoña, Marino, Delia, Mariló, José Antonio, Muchi, Emilia, Alfonso, Bonet, don Evas, Alberto, Migueli, Dani, Luis, Ramona, Pekas...Espe, Mercè y Llopis, la familia de Turballos, Víctor, Mª José, Vitín y Alvarito, Francesc, Mercé Joan, Isaac, Matilde, Javi, Angel, Esteve y toda gente del Racó más la familia de Aranjuez y Basida...Una constatación codo con codo, mano con mano, alma con alma, mucho más que un sistémico decreto-ley evitainfiernos ni un mandamiento que se obedece por miedo a una condena eterna, que en realidad está dentro de cada persona cuando no se plantea en serio encontrar el camino, la verdad y la vida, viviendo a tope el reto compartido de cada día. La plenitud de la luz y el reposo de su bendita sombra. Que no es lo mismo que las tinieblas de la incapacidad y ceguera voluntaria para no amar. Benditos y benditas son y están quienes viven mucho más en el servir para algo imprescindiblemente humano y fraterno, que para mandar y ejercer poderes que al final son adicción destructiva, confusión, extravío, oscuridad y agujeros negros. Fracaso estrepitoso.
Son semillas sinfónicas que han dado fruto y también de ell@s es el reino de los cielos, en donde quiera que estén, porque allí germinará y dará frutos envueltos en la música de la conciencia, hermanxs, sin tiquismiquis, de la familia infinita, donde cabemos tod@s, sin exclusiones que, por supuesto, no se autodeterminen y se elijan desde el libre albedrio, claro! También somos libres para la locura de la autrodestrucción, que se pone en marcha cuando se quiere destruir al prójimo. Hasta para remediarla existe la energía del espíritu, la chispita inextinguible de la esperanza. En la cruz, junto a Jesús, hubo dos casos en ese plan: dos ladrones, que optaron por dos soluciones opuestas. Dios no interviene ni manipula a nadie, cada uno eligió por sí mismo el trayecto que quiso desde la misma estación de partida. Somos libres hasta para destrozar la propia libertad. Pero destrozar la vida del prójimo es aun peor que destruir la propia, porque es un búmeran. Un doble cargamento de ida y vuelta con impulso reforzado. Ya deberíamos estar al loro del proceso, pero parece que aun no se consigue relacionar causas y efectos. Vamos, que es imposible en esta vida actuar con el prójimo como un serial killer sin acabar consigo mismo como un self killer.
La música es un don que se puede emplear para hacer mucho bien o para intoxicar pensamientos, ideas, emociones y el sistema nervioso. Hay que elegir. Edén - o "los Edenes" como les llamábamos cariñosamente- desde siempre supo escoger el mejor camino. Basta escucharles para comprobarlo. ¡Gracias, herman@s!
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