Un repasito con imagen y sonido siempre viene bien para no perder la brújula ni el mapa de la vida, para recordar qué significa ser herman@s, pertenecer a la misma especie y nacer en la misma casa planetaria, que jamás tuvo fronteras hasta que el egoísmo que no sabe madurar, la ceguera y la crueldad de los instintos voraces las hicieron necesarias. Confieso que cada vez que veo estas imágenes y escucho la canción de Les Montses, no puedo evitar el llanto, y no solo cuatro lágrimas, no, llanto, llanto, gemidos y lágrimas imposibles de contener. Ningún ser humano ningún animal, ningún ser vivo, merece un destino tan horrible y doloroso como insensato y absurdo. ¿Cómo con tantos años de "ciencia" y "sabiduría", de rezos, devociones, de misterios, esoterismos, terapias y jerigonzas, de libros y mamotretos, de pergaminos y rollos, de arte y de ingenio, de pensadores y "maestros" hemos llegado a estos resultados? Al producto exterior brutísimo de la ciencia sin conciencia que deriva en el imperio de imagen rentable y siempre engañosa.
La cultura no puede ser una nana eterna que nos atonte constantemente a base de películas, novelas y escenarios, canciones y charangas, rezos y procesiones, redes sociales para convertir la vida en una continua fake new, mientras más de la mitad de la humanidad se ahoga en la miseria, en el olvido, en el abandono y la extinción, convertida en argumento y espectáculo rentable para el mismo sistema que provoca el oximoron en que se funden "cultura", "civilización",cinismo y deshumanización rampante como sistema. Ains!
Una propuesta para la UE y para la ONU:
Que todo el negocio cultural e informático del Planeta contribuya con unos impuestos adecuados a las ganancias que acumulan, para que con esa inversión se implementen proyectos cooperativos que acaben con la miseria en el Tercer Mundo, y así que nadie tenga que perder su vida huyendo de su tierra para sobrevivir.
Cultura no es abundancia de información y datos, sino la capacidad de cultivar el conocimiento en el campo del espíritu para que la especie humana evolucione, elevando y afinando, como en una gran orquesta y coral, sus mejores cualidades y su ingenio aplicado a la experiencia diaria, no solo para hacer negocio y forrarse con la venta de semillas que no se siembran ni se cultivan, solo se trafica con ellas para dejarlas secarse en la esterilidad de un sistema incapaz de avanzar y regenerarse, mientras muy pocos se forran con trajín de pirañas y el resto aplaude y se vuelve adicto a la droga de la vacuidad y aspira ser piraña también para forrarse como manda el dios del dinero al que adoran sobre todas las cosas. La cultura que no nos despierta, no es cultivo como explica su etimología, es impostura. Es un atrampa para engatusar e impedir que se cambie a mejor, algo que para el sistem in failure, sería lo peor -sicut Rajoy dixit-. No compres la cultura, constrúyela y luego, compártela gratis! Y así dejarán de venderte la cabra y tú de hacer el primo destroyer comprándola.
Observa que lo más básico, o sea, la vida, la respiración, la creatividad, la inteligencia, el pensamiento, los sentimientos, la intuición, la inspiración, son gratis! Si tienes dentro de ti una central energética inagotable ¿por qué no utilizarla para se feliz y estar complet@, sin tener que pagar por ello constantemente en todos los planos del existir? Despertar es la clave, no escuches las nanas que nos quieren dormir; y es que una vez despiert@s por dentro no habrá somnífero ni droga que se apodere de ti. De eso trata la filosofía y la espiritualidad, no de comerse la bola ni de pasarse la vida especulando en la parra con los ojos en blanco y rezando a Santa Rita, la abogada de los imposibles, que por eso mismo no funciona, porque concede la eterna imposibilidad.
Volar con el alma es aterrizar en el presente de cada día con un soplo renovador energético que cuenta con nosotr@s, pero que no se limita a nuestra poca cosa, sino que nos incluye en el mar infinito del que tod@s somo las gotas. Fuera de él -podemos elegir- nos evaporamos, esa es la muerte definitiva, no el cambio de plano energético al que llamamos "muerte", que es como cambiar de casa o de ciudad, siempre que tengamos desarrollada la conciencia, claro, aunque sea mínimamente. ¿Y en qué consiste eso? pues en hacer el bien sin mirar a quien es el síntoma inequívoco de que ese desarrollo ya funciona. Por eso Jesús pudo resucitar: estaba vivísimo y solo salió de su cuerpo conscientemente, para evitar más dolor en la cruz, y luego regresó, en un estallido de luz cambió la energía del cuerpo agotado por otra nueva. De modo que ni Mª Magdalena ni los discípulos de Emaús le pudieron reconocer. Solo lo descubrían porque al hablar decía las mismas cosas de siempre, les conocía por sus nombres y oacurrencias, porque también bendecía el pan antes de repartirlo y les hablaba con el mismo lenguaje y sentido de siempre.
Desechemos las manías del "misterio". Del rollito místico que en vez de unirnos nos separa. El espíritu no va eligiendo misteriosamente a unos sí y a otros no, está en tod@s, no juzga ni condena, no excluye a nadie, es lo más democrático y menos clasista de que disponemos. Descubrirlo sólo depende de la limpieza y de la higiene interna de cada ser humano. De la transparencia y de la normalidad, que llaman humildad y solo es lo más sencillo sin tapujos, percibir el error como error para aprender y el acierto como regalo inesperado del mismo aprendizaje, simple camino con altos y bajos, pero en la luz de una sanísima alegría esperanzada en no se sabe qué, que no depende de los aciertos ni de nada, va por libre. No es cosa de perfección, que siempre acaba en egotismo, que cuanto más "santo" se considera más lejos está de la fusión infinita. Una puerta abierta a ese cambio de perspectiva y de esencia, un síntoma de que hay algo muy vivo y sano en nosotros, es la compasión profunda por el dolor del prójimo, sin pedirle credenciales de su pedigrí. En eso, este video de las Montses, da en el clavo total. Lo dejo aquí. Espero que quien quiera y desee una buena póliza de resurrección se contagie de este aerosol espiritual.
Gracies, una vegada mès, estimades Montses!
No hay comentarios:
Publicar un comentario