Por obligación moral
La fórmula PSOE-PP-Ciudadanos no es una obligación moral, es una simple opción más. Ni un poquito más patriótica ni un poquito más constitucional que cualquier otra que emane del actual Parlamento
Los seguros de ayer de Pedro Sánchez con Casado y con Arrimadas no sirvieron sino para perder el tiempo y para escuchar unas cuantas vaciedades. Inés Arrimadas dijo que el pacto PSOE-PP-Ciudadanos
era "una obligación moral". Un punto de vista muy interesante, que
lamentablemente no lo defendió durante el tiempo en que lideraba el
partido Rivera. Yo creía que las obligaciones morales tenían un carácter
más permanente, que no estaban sujetas a la coyuntura y que, además,
comprometían a todos, no solo a los adversarios. Pero, por lo que se ve,
el relativismo ha invadido nuestras vidas. Que se trataba de evitar que
el independentismo comprometiera la gobernación de España era la regla
de oro de Ciudadanos, lo sabíamos. Ahora sabemos que también era su
brújula ética y, sin embargo, esa obligación moral pues se olvidó.
Mientras fue una ilusión derrotar al PP o enfangar al PSOE con los
independentistas esa obligación moral se fue de vacaciones, ahora ha
regresado oportunamente en cuanto se ha marchado el líder y se ha
producido la gran catástrofe electoral. Tampoco en el caso de Casado se
ha visto nunca muy urgido por esa obligación moral.
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