Segundo paso: el cine. 'El monstruo invisible', un cortometraje que han rodado Javier y Guillermo Fesser en un vertedero de Filipinas, donde decenas se niños se afanan para recuperar algo de lo que otros han tirado. Son buscadores de tesoros porque una bolsa de plástico, una varilla metálica, una lata o un resto de comida valen su peso en oro.
Ambas propuestas nos llegan en vísperas de la Navidad, apelando a la presunción de decencia que se nos supone en esas fechas y coinciden en lo mismo: recaudar dinero y agitar conciencias para Acción contra el Hambre, cuyos cooperantes se baten el cobre por todo el mundo, intentando aminorar unas cifras que -aun siendo mejores que hace una década- nos continúan sonrojando: 815 millones de personas que pasan hambre y 663 millones sin acceso al agua potable. Dos problemas conectados, que además se van a agudizar durante los próximos años a causa de los efectos del cambio climático.
Siempre recordaré la fiesta a la que asistí en Mali, en mitad de la nada, por la puesta en marcha de un pozo, financiado precisamente por Acción contra el Hambre; acudió gente de aldeas situadas a varios kilómetros a la redonda. Acostumbrados a convivir con la muerte, ese día estaban celebrando la vida… que puede parecer cara o barata según las circunstancias. ¿Saben cuánto cuesta una entrada para el concierto 'Lucha de gigantes'? 40 euros. ¿Saben qué se puede hacer con 40 euros? Me lo dijo Emilio Aragón, creador -y soñador- de la idea : "Salvar a un niño". ¿Alguna duda?.
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