El gobierno menos malo
Es injusto cómo trata a Pablo Iglesias, el trato a Unidas Podemos, sí, pero aún así nos obligan a aceptar que queremos, aunque no lo deseemos, que gobierne Sánchez
Sólo ver lo que acaban de
hacer los políticos del PP/Ciudadanos/VOX en la administración andaluza
obliga a aceptar una realidad: cualquier gobierno es menos malo que
eso.
Lo menos malo es lo deseable en este caso, así
que no nos pongamos exquisitos y ni siquiera nos pongamos a pedir
dignidad, democracia, política social o cualquier otra cosilla, pidamos
un gobierno que no nos envenene.
En realidad se trata de escoger entre el franquismo
descarado y militante de esta extrema derecha tripartida y el franquismo
"normal", lo de toda la vida, lo que nos educó, lo que nos envuelve,
algo tan nuestro como "el parte", como el "parte médico habitual" que
antes era de Franco y ahora es de su sucesor, tan nuestro como las
vacaciones a bordo del yate, antes era el Azor, luego el Bribón y ahora
no me acuerdo. Tan nuestro como un toro torturado y sangrante, las
procesiones fruto de la Contrarreforma contra el malvado protestantismo,
los toreros, las folklóricas y el fútbol, que antes era los domingos y
ahora es todos los días. Tan nuestro como "a la autoridad se le habla en
castellano". Tan nuestro como el envenenamiento por aguardiente
metílico o aceite de colza desnaturalizado.
Hubo un
tiempo en que unos golfos resalaos nos hicieron creer que podíamos
hacernos europeos por la cara y éramos la envidia del mundo, luego
fuimos aprendiendo que lo que nos quedaba era seguir siendo lo mismo que
nuestros padres y abuelos, lo que nos dejaron ser aquellos militares
africanos, los padres o abuelos de estos. Aquellos jueces y fiscales,
los padres o abuelos de estos. Y tenemos nuestros políticos muy mucho
españoles y aceptar que Pedro Sánchez al frente del Gobierno es lo menos
malo dentro de la burbuja histórica del posfranquismo del que no
conseguimos salir.
Es injusto cómo trata a Pablo
Iglesias, el trato a Unidas Podemos, sí, pero aún así nos obligan a
aceptar que queremos, aunque no lo deseemos, que gobierne Sánchez. Por
otra parte tampoco Iglesias ha ganado especiales méritos, se hubiera
agradecido una mínima autocrítica de su actuación hace unos años cuando
Sánchez podía formar gobierno, pero lo tenían apretado sectores de su
partido encabezados por aquella política que gustaba tanto en la pomada
de la corte, se llamaba Susana Díaz, ¿se acuerdan? No pareció que
Iglesias y UP comprendiesen la situación ni que supiesen cómo se
conforma una administración como ésa en la que pretenden entrar. Y
sabemos que Podemos siempre apretaría un poco aquí y allí en asuntos de
recorte sociales y económicos, pero lo que está pidiendo es la
vicepresidencia de este gobierno, un gobierno sometido a unos límites y
un marcaje del IBEX y de los comisarios europeos, no va a ser un
gobierno que asalte los cielos. Ya no digo que de antemano acepten lo
que haga Sánchez en Catalunya, si entonces Podemos se puso de perfil
ahora ya firman el 155. Si casta son los políticos de estos gobiernos
pues casta son también estos.
Pero, de todos modos,
sería lo deseable y mejor un gobierno del PSOE con UP pero lo que no nos
asusta es la naturalidad con que Pedro Sánchez y sus ministras y
ministros nos tratan, porque ejercen el poder de un modo despreciativo
no sólo con un partido que legítimamente plantea querer entrar a
gobernar. Porque es desprecio.
El lenguaje, las
actitudes y los hechos de este Gobierno en funciones son los de un
gobierno que no es democrático, que no conoce la cultura democrática.
Pero, en cambio, nos resulta familiar porque estamos acostumbrados, es
tan español, tan nuestro de toda la vida, tan de usted sabe con quién
está hablando y a la autoridad se le habla en castellano y si no andan
derechos hay palo y arribaspaña. Sí, Sánchez, esa portavoz Calvo, sus
ministras y ministros, son sociológica, psicológica e ideológicamente
autoritarios y eso en España es nuestra herencia franquista que para eso
uno se murió en la cama, al otro lo están esperando y su hijo te mete
el 155, la ley mordaza, la antiterrorista, la Audiencia Nacional y te
amenaza si eres disidente.
Sí, Sánchez no es un
gobernante democrático, está ahí y gobernará dentro de unas normas, con
Franco también había Cortes, jueces, fiscales, Ejército, Jefe del Estado
y normas, pero ya ahora las pervierte desde el momento en que no nos
trata como ciudadanos libres y sin miedo y nos riñen y desprecian. Pero
como no podemos escoger tenemos que querer que gobierne, aunque sólo sea
para que no nos envenenen sin más.
Qué ganas tengo de que muera Franco y de ser europeo.
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