Buen viaje a la luz, querida Celia. Tu voz y tus huellas a través de la universal Sumayae (Madre Tierra), se quedan con nosotras acompañando el tránsito. Gracias por compartir la caminata durante un tiempo como ensayo general del infinito. La paz y su liberación es la mejor música para despertar al otro lado de este baile de disfraces. En el sendero de la luz que nunca se extingue. La luz que somos...¡Feliz vuelo y hasta siempre!
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