lunes, 2 de mayo de 2016

Filtración TTIP



Los cosméticos, la contratación pública o la influencia de EEUU en las leyes europeas lastran la negociación del TTIP

  • Documentación filtrada este lunes por Greenpeace devela que la UE y EEUU tienen serias diferencias en algunos ámbitos cuando acaba de celebrarse la decimotercera ronda de conversaciones del tratado
  • Los documentos definen como "irreconciliables" las posturas europea y norteamericana con respecto a la regulación de los productos cosméticos

Publicada 02/05/2016 a las 16:07 (Infolibre)
 
La comisaria europea de Comercio, Cecilia Mälstrom.
Casi tres años después del inicio de las negociaciones del TTIP entre la UE y EEUU, este lunes se conocieron por fin algunas posiciones consolidadas entre ambas potencias. Fue a través de una filtración de 248 páginas de documentos que la ONG Greenpeace puso a disposición del público y que confirman lo que las declaraciones públicas y algunas filtraciones anteriores ya apuntaban: la UE y EEUU tienen serias diferencias en asuntos como la contratación pública o el uso de determinados productos químicos en los cosmético. Según muestran los papeles de Greenpeace, además, EEUU está tratando por todos los medios de influir en la legislación comunitaria para rebajar sus estándares de protección, más elevados que los norteamericanos en algunos aspectos.

Las negociaciones del TTIP se están llevando de manera opaca desde el principio. Hasta la fecha, lo que se conocía eran las propuestas iniciales que la Comisión Europea está llevando a las conversaciones con EEUU, si bien permanecían en secreto tanto la postura norteamericana como los sucesivos borradores resultantes de la puesta en común de las posiciones de la UE y EEUU en las diferentes áreas. Precisamente eso es lo que desvelan los documentos filtrados por Greenpeace, que son los que se han utilizado en la decimotercera ronda de negociaciones –celebrada entre el 25 y el 29 de abril– y que revelan las grandes distancias en puntos clave que podrían poner en peligro la firma de un acuerdo que el presidente estadounidense, Barack Obama, quiere rubricar antes de abandonar la Casa Blanca.

Y es que, junto a los documentos con las posiciones de EEUU y la UE, Greenpeace también hizo público un escrito en el que la UE analiza el "estado de la cuestión" de las negociaciones. Y, pese a las buenas palabras que los líderes europeos ofrecen en público sobre las conversaciones, la realidad es que en algunos puntos las diferencias con EEUU son "irreconciliables", tal y como define este documento a las posiciones europea y norteamericana con respecto a la regulación de los productos cosméticos: EEUU quiere que se permita el uso de químicos que la UE rechaza.

"Así las cosas, las conversaciones sobre cosméticos siguen siendo muy difíciles, y el alcance de los objetivos comunes bastante limitado", explica en su informe interno la UE, que confirma que EEUU se niega a dejar de hacer pruebas con animales para comprobar si algunos productos químicos son cancerígenos. Esto, señala la Comisión, supone una barrera para el comercio, ya que "las empresas europeas no pueden llevar a cabo [estos estudios] a causa de la prohibición de hacer pruebas con animales en la UE".

La contratación pública es otro de los puntos controvertidos del tratado, aunque en este ámbito es la Comisión quien presiona para que EEUU rebaje sus barreras. Desde el inicio de las negociaciones, EEUU ha tratado de proteger su legislación, que bonifica la contratación de empresas norteamericanas en algunos sectores por parte de la administración pública, algo que la UE considera una traba para que sus empresas accedan al mercado. Los avances en este área, sostiene la Comisión en su análisis del estado de las negociaciones, "están sujetos a llegar a un acuerdo en el acceso al mercado", un pacto que tendría que "facilitar el acceso a la contratación por parte de las pymes".

En este sentido, la UE mostró a la delegación estadounidense sus dudas durante las pasadas negociaciones al respecto. La Comisión no ve claro cómo alcanzar sus objetivos con las "restricciones" que EEUU impone a nivel federal a la hora de realizar concursos públicos, que según afirma la UE promueven la contratación de empresas locales para construir infraestructuras y limitarían la entrada en el mercado de las empresas europeas en sectores como el de la construcción naval o el de la defensa, que tendrían "obligación" de que algunos de sus proveedores fueran norteamericanos.

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