miércoles, 11 de mayo de 2016

No es lo mismo


La carcundia aborigen está aterrorizada con el nuevo pacto entre IU y Podemos. Su terror solo es producto de la idea de perder el poder. Ni más ni menos. Lo demás les importa un bledo. Ningún gobierno de la presunta "izquierda radical" sería capaz jamás de hacer tanto daño a la inmensa mayoría de los españoles como el neoliberalismo actual viene perpetrando desde hace años. Parece mentira que un partido que se autodenomina socialista se escandalice de esa realidad y  califique a IU y Podemos de "extrema izquierda" o que se rasgue las vestiduras porque Ximo Puig pacte con Compromís y Podemos en la política de Madrid, cuando esos barones del destarife deberían recordar que su partido puede estar ahora gobernando en Valencia y cambiando a mejor esta autonomía, gracias a  esa confluencia que luego rechazan en el parlamento central. El miedo y el poder son dos aliados que acaban por nublar inteligencias, emociones y cálculos. 
Llamar extrema izquierda a la justicia y a la honestidad, por parte de una izquierda disléxica y que siempre ha sido, en la práctica de gobierno, mucho más neoliberal que socialista en materia de economía, no tiene la menor credibilidad. El socialismo del Psoe se está revelando como un eterno puedo y no quiero y eso es lo que está llevando a ese partido, que es fundamental en la sociedad, a la debacle. A terminar como el Pasok. El bello inútil. Muy bonitas palabras, mucho gesto "social", pero en la economía, un rehén del capitalismo más atroz y desalmado. Y llamar "extrema izquierda" a la voluntad de cambiar ese oxímoron por el respeto a los DDHH y a la soberanía del pueblo, que son la base de la propia Constitución, no tiene pies ni cabeza, como no lo tiene negarse a dialogar, cerrarse en banda, por orgullo y soberbia, por miedo y miseria de ánimo, olvidando que se les votó para servir escuchando a la ciudadanía siempre y no solo en el paripé electoralista,y no para hacer de su capa un sayo. No han respetado la pluralidad manifestada en la urnas, Pedro Sánchez había redimido un poco el papelón vergonzoso del Psoe y recuperado un cachito de esperanza social, el día en que se atrevió a calificar de indecente la gestión del pp representada en su presidente. Poco dura la alegría en la casa del pobre. Ahora se ha retractado de haber reconocido la verdad y de haber sido el portavoz de una mayoría absoluta. Ahora da la espalda a conversar con "la extrema izquierda" sin considerar que esa extrema izquierda no existe en el espectro político español. A no ser que Sánchez y su partido consideren extremismo legislar con decencia y con justicia social, un concepto del que se ha abjurado con toda claridad, puesto que consideran un error calificar la indecencia como lo que es. Renegar de lo que se dijo en un momento de aparente lucidez es reconocer que no fue la lucidez lo que le hizo ver la verdad, sino que simplemente utilizó la verdad indiscutible como arma para castigar a un rival político que le impide mandar en todo. Para hacer demagogia y burlarse, utilizando el dolor de los que sufren por causa de esa indecencia. En realidad estas pifias están logrando hacer que la ciudadanía conozca mucho mejor a los presuntos gobernantes, que en el fondo solo son títeres de su propia ineptitud en materia ética.Posiblemente el Psoe está tan ciego que no alcanza a comprender el estado lastimoso en que ha dejado la esperanza de los millones de personas que sí se sienten socialistas de verdad y abominan de tanto enjuague sin fuste. De un no ser lo que se quiere dar a entender que se es. Es imposible que se pueda hacer algo por cambiar el desastre político y social, cuando ni siquiera se conoce el sentido y la trascendencia de las palabras y actitudes que se exhiben a la hora de arramblar con los votos. 

Otro punto importante que conviene considerar es qué significa políticamente izquierda y derecha y qué significa arriba y abajo, para tener claro qué representa IU/UP y qué representa Podemos. 
Arriba y abajo es una concepción vertical e irreconciliable de la sociedad. Es reconocer una obviedad irresoluble: solo se puede cambiar haciendo que lo de abajo se coloque arriba y siga aplastando lo que quede debajo. Es un estado tiránico permanente e irresoluble, porque dos bandas sociales se alternan en el poder dictatorial. Un abajo y un arriba es la bota que pisa y el suelo que se aplasta. Y redimir a los "de abajo" consiste en convertirlos en bota para pisar al enemigo convertido en suelo. Es una dinámica solo sostenible a base de odio y de miedo mutuo. Un asco de propuesta. Que en otros tiempos menos evolucionados era la única salida, pero no sirve para hoy, aunque ese planteamiento dé resultados puntuales en situaciones de conflicto y desigualdades como sucede ahora. Pero no es sostenible en un futuro de largo recorrido político, estable, libre y sano.
En cambio izquierda y derecha son la horizontalidad. La función igualitaria de las dos manos de que disponemos. De dos hemisferios cerebrales. Dos ojos, do oídos. Dos piernas, dos pulmones. Dos riñones. Dos pies. Y todo a derecha y a izquierda; dos formas mentales complementarias que están hechas para colaborar y no para destrozarse mutuamente y quedarse mancos de un lado o de otro. La "extrema izquierda" no es Podemos, puesto que ese partido se basa en la verticalidad, como el franquismo y los movimientos del "nacionalsocialismo" de los primeros años del siglo XX. Tampoco es "extrema izquierda" IU, que es la conciencia social, el Pepito Grillo, para ese PPinocho sin memoria de sí, que se pierde y se olvida de que es un muñeco de madera que solo tiene sentido con un Geppeto que le dé forma y lo maneje: el partido  al servicio del poder para poder ponerlo al servicio del partido. 
El poder convierte en Pinochos a los individuos que se dejan atrapar por él, no tienen conciencia de su esencia, de lo que son, antes de estar apuntados a unas siglas. Por eso es más fácil no perder el Norte desde una conciencia que ve la sociedad entre izquierda y derecha que entre arriba y abajo. La horizontalidad es cooperativa. La verticalidad impositiva y opresiva. Por eso Podemos y el pp se entienden, en fondo y formas, mejor que Podemos e IU o un Psoe de verdad. Tienen la misma configuración geométrica: la superposición de volúmenes demoscópicos de los poderes fácticos. Por eso a Podemos le pirra el Juego de Tronos. Es el trasunto simbólico de su concepción del mundo. Y por eso sólo una situación difícil le empujará a pactar con la horizontalidad inevitable de IU. La necesita para equilibrarse e IU debe enseñarle el valor hipernecesario de la horizontalidad, mientras le da el toque pedagógico, humano y democrático a las verticalidades del miedo y el poder. La confluencia entre esas dos fuerzas es un ejemplo de cómo combinar las energías, el yinn y el yang, para lograr la armonía del Tao social y político. .Un gran aprendizaje para todos y todas. Este es uno de los aspectos más profundos y positivos del confluir a derecha y a izquierda. Algo que el Psoe no ha entendido intentando pactar con C's que están anclados aún, como el pp y Podemos, en el arriba y el abajo. Y por eso la base votante del socialismo más auténtico está mucho más cerca de la coalición IU-Podemos que con la de C's, por no hablar de una coalición con el pp, ya podrido y descalificado moralmente, por más que las encuestas cocinadas lo coloquen como la peña incombustible con que el sistema nos amenaza constantemente para que lo consideremos la potencia estable que nunca cambia, en un mundo donde cada día todo se renueva a toda velocidad. Un anacronismo que solo favorece a los que encuentran refugio y estabilidad en Panamá. 

Que no nos coman el tarro desde ninguna letanía. Obras son amores y no falsos sermones. Lo estamos viendo cada día si sabemos mirar la diferencia entre los camelos que nos cuentan y lo que nos pasa y vemos, al mismo tiempo, qué pasa en la realidad de nuestro entorno. Esa observación es fundamental. Que no se nos olvide.


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