lunes, 29 de marzo de 2021

Una pérdida que lamentaremos, sin duda.Una luz en la comunicación social que se nos apaga. ¿Qué pasa en una sociedad para que esto ocurra? ¿Es solo cosa de dinero o es por encima de todo cosa de conciencias anestesiadas por un lamentable sistema tóxico en el que se basa la forma sin fondo del mismo sistema suicida? Muchas gracias a Sato, María, Sara y Miguel, por estos años del mejor periodismo, seguro que seréis capaces de seguir adelante iluminando el camino, sois tan necesarias que la vida os seguirá ofreciendo oportunidades y material para seguir adelante, por justicia poética y necesidad social y humana, seres así sois imprescindibles para el sostenimiento del factor humano en sus mejor horizonte. No hay ocaso ni noche que no termine en un renovado y luminoso amanecer. Toda la mejor suerte que os merecéis, esperanza, seguridad en que la mejor cosecha está por llegar cuando se han sembrado y cultivado las mejores semillas en las tierras más necesitadas de vida y nutrición, y un abrazo inconfinable, querida familia de este ya imborrable "Cuarto Poder"!


La noticia que no queríamos dar: cuartopoder dejará de publicarse el 31 de marzo

  • Por motivos económicos, este proyecto no puede continuar
  • Ante todo, queremos dar la gracias. Especialmente a las lectoras y lectores que han confiado en cuartopoder

La noticia que nunca quisimos dar toca escribirla hoy: cuartopoder dejará de publicar el próximo 31 de marzo. Por motivos económicos, este proyecto no puede continuar. Hemos intentado hacer frente a esta nueva crisis que estalló de repente y está arrasando con tantos proyectos personales, familiares y profesionales en los últimos meses. No lo hemos conseguido.

Con algunos días más de 11 años, este periódico finaliza su principal labor, informar y analizar sobre lo que acontece, aunque mantendremos hasta que nos sea posible el archivo de todas las historias que hemos contado durante este tiempo en el que el mundo cambió, España mutó y las personas envejecimos, algunas llegaron y otras marcharon. cuartopoder lo contó, y, como siempre, lo hicimos a nuestra manera.

La pérdida de un medio de comunicación es tapiar una ventana que tenía su propia y particular visión del mundo. El paisaje nunca se verá igual desde otra ventana. Desaparece así una perspectiva, una forma de contarnos lo que ocurre, voces propias y visiones que aportan a la construcción conjunta de una comunidad que, como tal, está condenada a entenderse desde la diversidad. Es una tragedia que de esta nueva crisis salgamos con menos pluralidad informativa, no deberíamos permitirlo.

Una despedida siempre tiene algo de amargo, de fracaso y de fin de ciclo. Es uno de esos hitos que nos permiten comprender el implacable paso del tiempo. Aquí llega nuestra despedida. Sin embargo, es inevitable echar la vista atrás y comprender que resistir 11 años es también un logro para un medio modesto como ha sido cuartopoder. Por ello, ante todo, queremos dar la gracias. Especialmente a las lectoras y lectores que han confiado en cuartopoder para informarse, que han valorado nuestro trabajo, han perdonado nuestros errores y han dedicado su bien más preciado, el tiempo, para leernos.

Desde el equipo de redacción, tampoco podemos olvidarnos de las personas que hasta el último momento han continuado y siguen trabajando todavía en este proyecto: Silvia Padrón (administración), Ángela Rubio (publicidad) y María Artigas (audiovisual), muchas gracias por vuestra necesaria dedicación.

El 5 de marzo de 2010 nacía cuartopoder. Tres periodistas empujaron con franqueza para fundar este periódico e iniciar esta aventura. Ellos fueron Francisco Frechoso, Juan Carlos Escudier y Pedro de Alzaga. Hoy hay que reconocer su valentía en aquel momento y su esfuerzo, y agradecerles enormemente su trabajo. Frechoso, quien fue director del periódico durante más de siete años, ha sido la persona que más tiempo y vida ha dedicado a este proyecto. No podemos más que reconocer su necesaria dedicación para que el medio no solo resistiera, sino que creciera y se consolidara como un periódico digital en el que primara el rigor, la independencia y, en definitiva, el buen periodismo. Quienes trabajamos con él sabemos que fue un maestro de periodistas.

En todos estos años hemos intentado tener honestidad al darle voz a movimientos sociales, ONG, luchas laborales y reivindicaciones colectivas. Además, hemos intentado aportar análisis y opiniones diferenciadas y acompañar con detalle y profundidad los diferentes procesos de cambio político vividos. En nuestras páginas está el resultado.

Por supuesto, también agradecemos enormemente la confianza de las socias y socios de Mesa de Redacción S.L., quienes llegaron al principio y quienes se fueron sumando más adelante. Nuestra historia no se podría entender sin sus colaboradoras y colaboradores, pues son cuartopoder. Son los periodistas, analistas, viñetistas, escritores y escritoras que apostaron durante todo este tiempo por ofrecer sus palabras y pensamientos a nuestra audiencia, haciendo un trabajo honesto y brillante. Gracias, gracias y gracias. En distintos periodos, también se pusieron al frente del diario Fernando Lizundia y Ana Isabel Cordobés, quienes desde la dirección también empujaron para hacer este periódico mejor y adaptarlo a los nuevos tiempos. También nuestro agradecimiento y reconocimiento.

No hay democracia sin periodismo; y no hay periodismo sin periodistas; y no hay periodistas sin unas condiciones materiales dignas. Agradecemos a aquellas instituciones y empresas que han confiado en cuartopoder como soporte publicitario y de campañas de sensibilización y concienciación. Unas gracias que ampliamos a aquellas lectoras y lectores que a través del crowdfunding o de la Caja de Resistencia han ayudado a que este proyecto fuera saliendo adelante. Os animamos desde aquí a que colaboréis económicamente con otros medios amigos con los que os sintáis identificados. Hay muchos y todos son necesarios. El periodismo independiente es más necesario que nunca.

El motivo por el que cuartopoder dejará de publicar el próximo 31 de marzo es el económico. La dependencia del dinero que proviene de la publicidad hace que medios como el nuestro pasen por problemas si estos ingresos caen. Hemos intentado solventarlo pero no lo hemos conseguido. Reiteramos: no se puede hacer periodismo sin periodistas, no puede haber un periódico sin un equipo (aunque pequeño en número) de periodistas detrás. La audiencia ha seguido confiando en este proyecto hasta el último momento, de hecho, en los últimos meses hemos percibido cómo las lecturas en nuestra web aumentaban. Nos ha arrollado la nueva crisis. Hace un año, pretendíamos celebrar nuestro décimo aniversario. El día de la fiesta, sin embargo, estábamos encerrados en casa por la maldita pandemia y todos nuestros planes empezaron a irse al garete.

Hoy, 26 de marzo de 2021, anunciamos el final de cuartopoder. Durante los próximos días de este mes, colaboradoras y colaboradores harán un pequeño homenaje a este periódico, al periodismo, a la pluralidad informativa, a la opinión, el humor, la cultura, el arte y, en definitiva, a la democracia. Quédense unos días más con nosotros. Como cantaba Chavela y escribió José Alfredo: "Tómate esta botella conmigo y en el último trago nos vamos". Todavía queda alguna copita más. "Que este adiós no maquille un hasta luego, que este nunca no esconda un ojalá".

Gracias,

el equipo de redacción: Sato Díaz, María F. Sánchez, Sara Montero, Miguel Muñoz

 

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 Atención a las sugerencias de Manolo Monereo, que son muy buenas y oportunas; no dejemos que caigan en saco roto y seamos capaces de seguir caminando y reinventando juntxs la sociedad y el mundo que necesitamos urgentemente Todas y Todos, o sea, la Vida imprescindible, con los recursos más justos, sanos, inteligentes, ejemplares y por ello, menos agresivos y más creadores eficaces del bien común 

 

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Adiós

  • "Llevo muchos años formando parte de este colectivo que luchaban  por una información veraz y por formar opinión que necesariamente tenía que ser crítica"
  • "Se está clausurando el espacio de lo público colonizado por los grandes grupos informativos y los monopolios empresariales y financieros"
  • "Socialismo o libertad. La seguridad es cosa de pobres, de obreros, de jóvenes incapaces de superar la vieja cultura de la cooperación y la solidaridad convertida en derechos"


No es fácil escribir este artículo. Cuando Sato me informó que cuartopoder se cerraba me afectó mucho. Llevo muchos años formando parte de este colectivo de hombres y mujeres que luchaban denodadamente por una información veraz y por formar opinión que necesariamente tenía que ser crítica. La última época el periódico estuvo dirigido por un grupo de jóvenes valientes y decididos. No ha podido ser. Una batalla más que se pierde, que perdemos.

Me aburre la letanía que habla de periódicos cerrados y de reducción de los espacios de libertad. Mis sentimientos son de rabia y de impotencia. Se está clausurando el espacio de lo público colonizado por los grandes grupos informativos y los monopolios empresariales y financieros. La captura del Estado por las élites va acompañado de una penetración cada vez más firme en eso que llamamos sociedad civil. Es una ley universal, cuanto más se ensalza la libertad, menos libertades reales tienen las personas, los colectivos sociales, las clases; sí, clases, las subalternas.

Socialismo o libertad; comunismo o libertad. La burguesía patrimonialista madrileña ofrece una comunidad y un país en venta. Todo se puede comprar y todo tiene precio. Madrid asegura libertad a cambio de vidas humanas. ¡Jóvenes del mundo, uníos! Aquí hay de todo y sin restricciones. Aceptamos el reto: muertos por libertad de comercio; muertos por darle vida a los negocios; muertos por la libre movilidad de las personas; muertos por la libertad de las grandes compañías hoteleras. No pasarán ni las políticas públicas ni las políticas sanitarias que salvan vidas. ¡Vive peligrosamente! No aceptes el rebaño; enfréntate al gobierno social-comunista consumiendo en las calles, rompiendo con los horarios establecidos y quitándote el bozal que los viejos enemigos de la libertad nos imponen.

Libertad con muerte: la seguridad es cosa de pobres, de obreros, de jóvenes incapaces de superar la vieja cultura de la cooperación y la solidaridad convertida en derechos. Menos Estado y más competencia: que los mejores no se vean limitados por la mentalidad igualitarista de una masa adocenada por años de bienestar y control político de una izquierda que ha hecho del resentimiento, política. Ellos quieren ser como nosotros; ellos contra nuestras libertades. Volvemos para ganar. Nuestra libertad frente a vuestras libertades.

Se cierra un periódico. La izquierda nada hace. No cree en lo que dice. A la hora de la verdad prefiere pactar influencia con los grandes grupos mediáticos o crear artilugios que aseguren la voz univoca de la dirección del partido. Viven al día y lo llaman realismo. No sé si al final se traducirá el libro Dominio de Marco D’Eramo (Ed. Feltrinelli, 2020). Cuenta con todo lujo de detalles el nacimiento, reproducción y desarrollo -férreamente organizado- de la cultura neoliberal en EEUU. Sociedades, fundaciones, universidades, medios de comunicación comprometidos con la libertad y frente al colectivismo. Por delante y por detrás, grandes grupos de poder económico. Su secreto: no pactar la ideología, cooptar a los operadores culturales, organización, tenacidad, dinero, mucho dinero: invertir en hegemonía es garantizar que el futuro sea nuestro, nos pertenezca.

D’Eramo señala una paradoja. Mientras que la izquierda siempre emplea un discurso centrista, pactista, moderado con los neoliberales, estos nunca retroceden: defiende el programa máximo, la acracia liberal y de mercado. Es como si la izquierda defendiera la dictadura del proletariado, la transición socialista y la expropiación de los capitalistas. ¿Qué consiguen? Dar coherencia y firmeza al proyecto. Como entre la realidad y el programa hay muncha distancia siempre se puede echar culpa a algo externo (debilidades propias; males ajemos; sabotaje de los tradicionales adversarios; imponderables varios). El proyecto neoliberal nunca fracasa; cuando falla es porque se aplica mal y de modo insuficiente. Los culpables son siempre los equipos, las personas, las fuerzas políticas, las poblaciones no suficientemente preparadas para asumir un mensaje de semejante contenido. Perseverar, siempre perseverando y a la ofensiva.

No hay que caer en el idealismo. Los que defiende estos proyectos navegan a favor de corriente; ellos son los grandes poderes económicos, las elites intelectuales funcionales al sistema. Hoy nos damos cuenta lo poco que se ha entendido a Antonio Gramsci. Todo han sido adornos y legitimaciones discursivas.  Tomarse la hegemonía en serio significaba hablar de ideas organizadas; de proyecto nacional-popular; de pedagogía de masas y de insertarse productivamente en un sentido común para darle coherencia y homogeneidad; de socializar la política y cambiar la vida cotidiana de las personas. Un partido orgánico diverso y plural conectado con el partido-institución sin confundirse con él.

Cuartopoder se cierra. Seremos menos libres, menos cultos y con menos capacidad para analizar críticamente el presente. Algunos amigos y amigas se quedan sin trabajo y entran en duro mundo de la búsqueda de empleo. La pregunta debe hacerse: ¿no ha llegado el momento para organizar la cooperación, la solidaridad, en torno a una plataforma político-cultural alternativa a los poderes oligárquicos dominantes?

Adiós queridas amigas, queridos amigos.

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