lunes, 8 de marzo de 2021

La Ecoaldea de Valdepiélagos

  


Ideas que desarrollar y compartir, proyectos caminos y propuestas que se desarrollan y funcionan, que cuajan y crecen en la Naturaleza. Mariajosé y Víctor y eran y son una pareja, una familia con dos hijos geniales, Vitín y Ávaro, nos conocimos hace más de treinta años en Turballos, al lado de Muro de Alcoy, provincia de Alicante. Eran titiriteros pedagógicos y así, con su proyecto Sol y Tierra  recorrieron medio mundo. Un buen día, hartos de disentir y rebelarse sin que su rebelión hiciese mella en el caos de este mundo,  se decidieron a cambiar el estilo de vida y a poner en marcha esa conciencia que guardaban dentro y a materializarla en decisiones nuevas y mucho más sanas que el entorno "normal". Vivían en Valdepiélagos, provincia de Madrid, y allí mismo comenzaron el camino alternativo haciendo posible que la comunidad humana, plural y diversa se fuese uniendo como familia. Y con los años la ecoaldea de Valdepiélagos se ha convertido en un ejemplo total de integración. Hay que conocerles, ellos son la humildad personalizada, no se hacen propaganda, pero quien les conoce y les trata acaba cambiando de perspectiva; ellos no tratan de vencer con sermones, solo convencen sin pretenderlo con lo que hacen y  comparten. No es necesario comer el  tarro a nadie, basta con cambiar una misma y poner en marcha trocitos regeneradores de un mundo nuevo y que donde había caos y basura nazca la vida, la salud, la humanidad tal cual y el equilibro de la Naturaleza que parte y reparte por todas partes cuando el ser humano no se lo impide machacándola mientras se machaca a sí mismo, convencido de que esa es la única forma de funcionar en la disfunción.

¿Te pone enfermo/a ese ritmo de vida que te oprime y te aplasta, que te explota y te arruina? Pues cambia de mirada, de vida y de hábitos, y entonces ese trozo de mundo que eres sin que puedas evitarlo, cambiará contigo. Si no te lo crees, visita Valdepiélagos y no necesitarás creerlo, porque lo verás en vivo y en directo. Solo se cree en lo que no se ve. A la evidencia le sobra la creencia.

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