miércoles, 10 de marzo de 2021

Tachaaaaannn....Es el euromomentazo de recordar aquel estribillo de Camilo Sexto: "Ya no puedo más, siempre se repite la misma historia..."

 Los duques de Sussex en una imagen de archivo.

Comentario del blogg:

 Qué curioso es ver con preocupación las acusaciones de racismo y que no importe llevar toda la vida, y la institución, siendo racistas. Solo eso explica que preocupe tanto la posible "negritud" de un descendiente oficial de la realeza inglesa, o sea que moleste mucho más lo que se dice en una denuncia que lo injusto que se hace y se denuncia. Otra real evidencia más de lo que arrastra el anacronismo monárquico en el siglo XXI. 

Harry Windsor es un alma libre, sin duda, si no fuese así jamás habría elegido emparejarse con Meghan Markle y correr el riesgo inasumible por una monarquía blanca y "cristiana" de tener hijas e hijos negras y negros. Una monarquía "comoGodmanda" se puede permitir concubinatos, reales cornamentas, traiciones, engaños, turbiedades, abusos, hacerse millonarios cobrando por ser solo piezas del ajedrez del poder inseparable del dinero y la religión como es el caso inglés, donde el o la monarca son el papa y/o la papisa, como sucede actualmente,  un historial que sería perfecto para Agatha Christie o para Chesterton, con violaciones, malos tratos y muertes sospechosas como la de Diana de Gales, incluso que un Príncipe de Gales pueda ser Jack el destripador, como al parecer ocurrió y se silenció en tiempos visctorianos, pero lo de tener hijos negros, eso sí que no. ¡Jamás de los jamases! 

Ahí está estancada media Europa todavía, en Reino Unido (¿unido, sí?), Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Mónaco, Dinamarca, Suecia, Noruega y España. Ocho aberraciones antidemocráticas que nadie pone en tela de juicio aunque sean  un oxímoron semántico y político. Un overbooking ya insostenible para la misma UE, si es que de verdad pretende ser una unidad democrática de diversidades humanas con igualdad de derechos y deberes y sin castas privilegiadas por los genes -igual que los pollos y gallinas, los perros, gatos o caballos de carreras- , encaminadas en una teórica  evolución adecuada a un proyecto continental compartido que pretende ser ejemplar y estar a la altura de lo que promete, que supere en lo posible el plano maquillador de entuertos  en el Festival de Eurovisión. 

¿Qué pensaríamos si una banda muy antigua de "honorables" delincuentes discapaces morales por tradición familiar -y ¡constitucional, tomayá!-, se perpetuase en la jefatura de estado en ocho países miembros del cotarro europeo? Pues, eso es lo que hay. Una euroepidemia coronada con pedigrí que se ha hecho crónica, o sea, endémica, y que lleva siglos exprimiendo a los pueblos de los que vive y de los que se lucra por puro derecho de pernada feudal...eso sí, puesto al día en el siglo XXI. Y además sin poder escudarse en el traje invisible del emperador, porque estos reyes y sus casas reales solo están desnudos de principios éticos y de lucidez operativa justa y equilibrada, inteligente de verdad y no solo racambolesca: están forrados con la indumentaria pastífera que además, sanguijuelean constitucionalmente sin pudor alguno y por ley par amás inri,  a sus siervos/resignados porteadores y pagatronos costaleros. 

A lo mejor resulta que ya es hora de plantearse que no estamos en el siglo XIII o en el XVI o en XIX, ni en el XX...Menudo destarifo espacio temporal, xd. 

Ains!

No hay comentarios: