lunes, 22 de marzo de 2021

El café de Angels e Iñaki, esta vez presentando los beneficios de la tecnología para recuperar amputaciones en los seres humanos. Qué pena que no se pueda hacer lo mismo con la invalidez moral de los sin conciencia, que constantemente destrozan lo que no son capaces de gestionar. La invalidez cognitiva en el tema ético es una verdadera lacra social que jamás debería llegar a responsabilidades estatales. Muchas gracias a Guillermo Martínez, a sus 27 años, por esa disposición ejemplar y esos logros tan positivos con las personas que más sufren, un verdadero ejemplo y contraste con el establo de la prevaricación moral de nuestras "élites" marrulleras. Ains!


Este lunes, Iñaki Gabilondo lamentaba durante su café con Àngels Barceló los "principios manoseados" y se preguntaba: "¿Por qué le dices amor si quieres decir sexo? ¿Por qué hablas de libertad si quieres hablar de un modelo económico y del llamado oasis fiscal? Defiende tu prosperidad incluyendo las colas del hambre". En otro sentido, también se pronunciaba en torno a la aparente incoherencia a la hora de dejar entrar a turistas extranjeros mientras se mantiene el cierre perimetral en la mayoría de las comunidades: "Cuando las normas no se entienden, se incumplen".

Tecnología 3D para poner en valor lo social

Guillermo Martínez, un madrileño de 27 años, estudió ingeniería, acabó la carrera y se puso a trabajar en el diseño de juguetes. Mientras, se había comprado una impresora 3D "malísima", en Ali Express por 150 euros y empezó a trastear. 

Fue entonces cuando decidió irse a Kenia de voluntario. En su maleta llevaba brazos impresos en 3D para personas que habían sufrido distintas amputaciones. Creó de cero mecanismos articulados para un brazo completo, algo que hasta entonces no se había logrado. "Ahora la filosofía de Ayúdame 3D es entregar esos dispositivos de ayuda a todo el mundo", indica. .

Además, también colaboran con entidades internacionales para formar personas que busquen personas que puedan necesitar su ayuda.  

Se gana la vida con esto. "Podemos fomentar estos valores sociales de la tecnología, llevamos el impacto social a las aulas o a empresas", explica Guillermo, quien indica que durante la pandemia redirigieron su producción a fabricar mascaras para más de 20.000 personas con sus impresoras 3D ante la imposibilidad de continuar con sus proyectos. Entre los proyectos en los que trabaja ahora, por ejemplo están prototipando unos pastilleros para personas que sufren parkinson que cuando lo agitas, sólo cae una pastilla.

La receta literaria 

"Incluso los que no quieran leer el libro, que se queden con el nombre", señala Iñaki Gabilondo antes de decirnos su recomendación literaria de esta semana:  Panza de burro de Andrea Abreu


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