(comentario puesto
al día este miércoles 27 de enero de 2021, para celebrar el 27 aniversario de otro 27 de enero como este,
que ya apuntaba maneras. Dicen los que saben de números que 2+7=9, según
la vieja con/ciencia de Pitágoras, el 9 es la expresión numérica de la
Humanidad...Nada es casual y todo es causal...no en plan Harry Potter,
obviamente, sino en esencia ontológica y verdaderamente científica, o sea,
comprobable materialmente, aunque la comprobación casi siempre llegue
tan tarde conjugada en presente de indicativo con un futuro negrísimo, y por ello convertida en desgracia a tutiplén. En fin...)
El mejor desayuno. Una delicia para disfrutar con Iñaki, Angels y Marta. La mejor cara del mejor periodismo: el contacto directo con la realidad, la base y el fundamento de la conciencia en activo.
Se me ocurren algunas reflexiones ante la cita del pasado felipista que ha hecho Iñaki al comparar aquellos tiempos ochenteros con estos.
Por un lado, entonces, estábamos estrenando un tiempo nuevo, por otro, aun latían en el mundo occidental las ondas de la socialdemocracia que unida al impulso Keynes en los años 50, puso en marcha una visión nueva de la economía y de la sociedad. Pero, ay, treinta años más tarde el veneno del capitalismo como único dios ya se había olvidado de las guerras mundiales y estaba comenzando a destruir las imprescindibles bases sociales desde un encadenamiento exponencial al consumismo desatado que requiere un aturullamiento previo de la población, un lavado de cerebro publicitario, una superficialidad acelerada, una pérdida de raíces y un socavar constante de la ética social y de la inteligencia racional emotiva unida a la organización colectiva de lo común. Lo que hubiese podido ser un soporte espiritual imprescindible para la hondura ética y humanística de la estabilidad y para afrontar el embite, se degradó antes de crecer y madurar, se fue a la mierda directamente con el propio PSOE. No se me ocurre un sinónimo ad hoc que sustituya a la realidad inocultable del excremento.
"Lo importante es que España funcione" no es nada si -como sucedió- al mismo tiempo esas palabras no se corresponden con una regeneración moral de todos y todas. Pero no fue así, sino la eclosión de una manga ancha despendolada como idea funcional para el estado: GAL, Roldanes, Aidas, BOEs, Marianos Rubios, ITV, Juanes Guerra, el yate Bribón navegando a toda vela con bula total para todo...por el crowdfunding de los impuestos y sí, aparentemente España funcionaba pero no por sus virtudes e iniciativas, sino porque el contexto mundial y europeo la sostenían y la valoraban como un éxito de la democracia global frente a la vergüenza de una dictadura bochornosa de un fascismo residual, hasta para la propia UE, que entonces solo era el MCE.
Pero llegaron los malos tiempos cuando ya el neoliberalismo se había infiltrado hasta el tuétano en la socialdemocracia para contaminarla por completo y ahí se cayó el ídolo español con sus pies de barro y los bolsillos de sus creadores y mantenedores a rebosar. La pobreza volvió pero esta vez muy "preparada", eso sí, la gente ya no era analfabeta, a los niños los educaba la tele mientras los padres se divertían muchísimo yendo de compras y pidiendo créditos con facilidades increíbles a la hora de concederlos en forma de hipoteca o préstamo bancario con las consecuencias ruinosas que luego se han ido derivando, los esclavos llevaban -y siguen llevando- cadenas, pero de plástico y metacrilato con tarjeta de crédito adjunta. Todos tienen móvil de última hornada aunque para poderlo pagar haya que alimentarse en los bancos de alimentos y comedores de Caritas y vivan bajo un puente o duerman en los cajeros automáticos de la banca amiga.
Eso también es una manera de 'funcionar' si hay alguien que lo decrete, claro, un mando con agallas que se atreva a asumir aquello que desborda, porque es un verdadero alud imparable que se comenzó a formar en aquellos tiempos tan cukis de "la movida", los porretes, las cogorzas tan simpáticas y las cloacas necesarias de la corrupción -según González en una entrevista de Iñaki en la SER- viento en popa como el Bribón. Qué estado tan chuli e inolvidable, qué tiempo tan feliz como cantaba Petula Clark...¿Quién hubiera pensado que todo ese mundo de Camelot se iría al garete así, de repente, verdad?
Pero no, nada ha sido de repente, en aquellos reinos de Jauja se estaba plantando la semilla de este presente. Y es que no se trataba solo de que España funcione y que nadie se mate, es que para funcionar, primero hay que tener un proyecto moral de integración social de largo alcance sobre todo de miras con alma y conciencia, que son la luz para ver por donde hay que caminar y construir la Justicia, la Política, la Economía, la Industria, la Atención Social, los Cuidados, la Sanidad, la Educación, la Cultura, la Investigación, la Vivienda, el Trabajo y el Empleo, la Ecología y la Naturaleza, la Convivencia, el transporte sostenible, las energías cada vez más limpias y no contaminantes, la Cooperación. Para eso, paradójicamente, no hay que mandar, más bien hay que aprender servir al bien común con las mejores soluciones antes que a los intereses dogmáticos de los partidos.
Precisamente
el mal más terrible que nos acosa es el caciquismo por aclamación y esa
ceguera voluntaria que nos hace inmunes a la inteligencia social y
pícaros aprovechados en el instinto básico del poseer y acumular,
triunfar y brillar en plan particular y egótico con el empeño
contradictorio en una democracia sobre todo, de que alguien mande y
ponga orden en todo "desde fuera", claro. Con órdenes, policía,
tribunales, cárcel y multas a porrillo. De eso tenemos para dar y
repartir. Lo que nos falta es desarrollar conciencia para discernir y
elegir adecuadamente qué debemos hacer cada uno de nosotros que sea
igualmente bueno para todos y todas y no solo para el dictador enano y
mandón que anida en cada españolito y en cada persona si no se le educa
desde un imperativo categórico despierto que se vea ya desde pequeños en
el entorno familiar. Más bien sucede todo lo contrario, aquí la
educación ha perdido su sentido real : educar, educere , no es
amaestrar para competir ni para triunfar sobre los demás, es acompañar
como guías por el camino sin dogmatizar, orientar, enseñar a pensar, a
escuchar, a elegir, a parar para poder ver, hacerse responsables de cada
una de nuestras acciones y de nuestros pensamientos y deseos, no es
mandar, ordenar, premiar o castigar, decir a todo el mundo lo que tiene
que hacer, sino conseguir que la mayoría social sepa encontrar dentro de
sí lo que nos lleva a construir el bien común, la felicidad social. Y
no es una utopía, en Alemania, sin ir más lejos, se vive de ese modo,
con sus dificultades, retos y problemas, por supuesto, pero con la
solidez de Ser antes que la obsesión por tener, poseer, mangonear y ser
mangoneados.
Esa carencia nos viene de siempre: este es un pueblo de siervos domesticados por la misma idea de poder, que en realidad nunca ha aprendido a ser libre, solo a desbordarse como los ríos en época de lluvias torrenciales. Que solo se mueve por estampidas emocionales e interesadas, y frecuentemente fuera de quicio mediante insultos y descalificaciones, bufidos y podredumbres, en manada de egos amontonados, como los bisontes, que necesitan ganaderos venidos a más que los lleven por las praderas o las calles a base de latigazos.
Ese veneno
"cultural" embota la mente y desata los instintos y las emociones,
enfurece y cabrea por todo lo que no nos encaja egocéntricamente, se
desmadra y hace el salvaje igualmente en plan toros embolaos o
Sanfermines, pero desconoce los sentimientos que son la esfera de la
conducta más sana e inteligente de que disponemos. Por eso, comenta
Iñaki el impacto que le hace ver y escuchar por la radio la empatía y
simpatía de ciertos periodistas cuando se acercan a su prójimo, lo
escuchan y comprenden como a sí mismos, en medio de los problemas y
desastres, hasta hacer que se vea la luz de una palabra o de una imagen,
que convoque ternura, belleza y sencillez, la cara más hermosa y
completa de la Justicia y del equilibrio con sus posiblidades, que nos
ayuda a ir despertando a dejarnos contagiar por el alma, la conciencia y
el espíritu, el trípode más recomendable y seguro para sostener la
vida. Ese paisaje humano es el que le faltaba a aquella España de la
estridencia y del destape, tras cuarenta años de dictadura y esperpento
encerrados en la caverna del franquismo bajo palio y el reinado de la
mentira, el cinismo y el oportunismo modélicos. De pura cepa hispana,
como dice Antonio Machado cuando describe al "hombre de casino
provinciano" o a "Don Guido el señor, de mozo muy jaranero..." Ahí
estamos todavía. Ains!
Esta hecatombe mundial nos ha pillado en bolas. No es que nos haya despojado de lo fundamental, que también lleva camino de ello, sino que ya estábamos desde siempre en ese estado precario, pero envueltos en la ilusión (un autoengaño escapista bendecido como un don) de tener el mejor guardarropa del mundo, sobre todo gracias a nuestro glamour turístico, del que hemos hecho la primera fuente de riqueza nacional. Hemos prescindido de fabricar lo esencial para la vida y su mantenimiento, y fue, precisamente Felipe González con su cueva del Drak el que nos despojó de toda producción para el futuro con el fin de crear burbujas en el presente, con una reconversión industrial demoledora, hasta convertirnos pasito a paso en el balneario de Europa, pero primero llegó el tortazo de 2008 y ahora ha llegado la pandemia cortando do por lo enfermo que lo sano le queda lejísimos, dejando al aire todas las carencias, el disparate inentendible de la España vacía, el desaprovechar la riqueza de la inmigración, con la carencia de empresas mixtas y saneadas entre el estado y la iniciativa privada, con las viviendas vacías y cerradas y los seres humanos durmiendo al raso en la escalinata de Hacienda, como en València. Las SICAV robando a diestro y siniestro con el permiso del pp y un Aznar Botella a su disposición. Que tengamos un nivelazo contaminante espectacular pero no tengamos fábricas de tiritas, mascarillas, guantes, respiradores o de vacunas, porque el turismo y el barecito molan muchos más que esas tonterías que luego se compran en China pagando una barbaridad y contaminando a lo bestia con el transporte y hasta teniendo que pagar el plus de los envíos equivocados.
Y todo esto comenzó con las grandes ideas e iniciativas del PSOE felipista. ¿Qué ha quedado en pie de aquel plan faraónico como estructura duradera y productora de trabajo y de recursos, de los JJOO de Barcelona y de la Expo de Sevilla? ¿Cuántos millones se gastaron en lo que ahora solo es vacío? ¿Cómo estaríamos ahora si aquellos millones se hubiesen invertido en nuevos proyectos cooperativos y de agricultura ecológica en las España rural, o de educación, investigación e I+D+I, o en escuelas, centros educativos comarcales, hospitales y consultorios en los pueblos ahora abandonados a miles o solo poblados por cuatro abuelos supervivientes a la masacre del capital camuflado de socialismo vergonzante?
De aquellas basuras vienen estos reciclajes.
No no necesitamos más mando ni más poderío oportunista y narciso, más bien sobra, sino más capacidad e inteligencia moral, más humildad y determinación solidaria, más maestros del corazón que sofistas del entuerto, y eso no se improvisa, como no se puede improvisar una cosecha en un campo no arado ni sembrado, en barbecho sempiterno. Mandar más no sirve de nada cuando lo mandado es una chapuza y una exhibición de mediocres simulando con su hueca verborrea lo que no son. Entonces como ahora.
-----------
P.D. Valga este apunte, actualizado y celebrando el cumple, desde Cuarto Poder para refrescar la memoria. "Hay que pararlos, te juegas mucho"
advertía proféticamente la pancarta... Y ahora recogemos la cosecha.
Que al menos la memoria nos instruya y nos recuerde, -tanto a la
ciudadanía como a los gestores políticos que la ciudadanía elige- qué
consecuencias tiene no hacer los deberes a tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario