Sagunt retira el nombre de la plaza Juan Carlos I y lo sustituye por el del médico y político republicano Peset Aleixandre
(eldiario.es)
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Comentario del blogg
Este es el camino. La casa se construye desde los cimientos, nunca empezando por el tejado. La desmantelación de la monarquía solo será posible si se hace desde la base social, desde la conciencia individual y colectiva federada, por madurez política y justicia pedagógica democrática, no como venganza. Cuando el nivel de salud ética alcance un desarrollo normal. Cuando los diputados y senadores procedan de un contexto social mucho más despierto, sano, ético, lúcido y consciente, la república será la cosecha natural y gozosa de la siembra compartida y del terreno bien arado entre todos.
El caso de Sagunt, es la prueba de que ese municipio, por mayoría, ha preferido para su plaza, antes que el nombre de un delincuente coronado y protegido por una Constitución deficiente sin revisar como el demérito Juancarprime, el recuerdo de un médico sabio, investigador incansable, humanista y ejemplar al cien por cien, como el Doctor Peset Aleixandre, víctima fusilada por la calumnia de un antiguo alumno, Marco Merenciano, que una vez terminada la guerra incivil (las guerras civiles son tan imposibles como las enfermedades sanas) deseaba ocupar su cátedra en la Facultad de Medicina, y lo logró haciéndose falangista y denunciando a su antiguo maestro "por rojo y republicano", lo que a partir de 1939 se convirtió en pena de muerte ineludible, aunque, como en el caso del Doctor Peset, su republicanismo nunca le llevó a propiciar ni hacer daño a nadie, ni a desatender pacientes de toda condición y abrir los hospitales a heridos de toda procedencia mientras fue responsable de la Sanidad Pública siendo València la capital del Estado.
El caso fue durante años silenciado y a Merenciano se le dedicó una calle en València durante la dictadura en la que el mérito supremo era sobre todo ser fiel al tinglado dictatorial, al odio y a la venganza "justa", y vender el alma al poder más contundente y favorecedor de tinglados, mucho más que ser sanos, honestos, inteligentes y eficaces, como fue el caso de Peset Aleixandre. Llegó nuestra democracia light y puso el nombre de Peset a una Avenida y a un Hospital público, pero dejó a Marco Merenciano presidiendo una calle para seguir celebrando su historial. Al final, la verdad acaba mostrando su rostro, aunque a lo largo del tiempo se haya ocultado y enmascarado. Por fin en 2017, la placa de la calle cambió y pasó a recordar el nombre de Félix del Río, un activista vecinal, que según quienes le conocieron, sí merecía esa placa en la memoria de sus convecinosen lugar del felón y vivales Merenciano.
Es genial que los pueblos y los seres humanos que los habitan cambien a mejor, claro que sí, la pena es que en España tarden siglos en caer del guindo y empezar a distinguir la pulpa del hueso y la cáscara de cada fruto. Ains!
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(*) Más info. Una noticia en el Diario Levante de 2014, que ilustra la valía comunitaria de Félix del Río, -fallecido en 2011- como gestor incansable y ejemplar de la Asociación Vecinal de Torrefiel, uno de los muchos barrios de Valencia
El Partido Socialista de la Ciudad de Valencia presentó ayer el libro titulado «Félix del Río. Una vida para los demás» en un acto que se convirtió en un homenaje a este dirigente vecinal ya fallecido y en un canto a la lucha de los vecinos, más necesaria ahora que nunca, según todos los participantes.
El lugar elegido para la presentación fue el pequeño parque que lleva su nombre, en el corazón de Torrefiel, donde se congregaron sus familiares, representantes del grupo socialista con Joan Calabuig a la cabeza, y numerosos dirigentes vecinales de la ciudad como Juan Antonio Caballero, presidente de Cavecova, María José Broseta, presidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Valencia, Rafael Medina, presidente de la Asociación de Vecinos de Torrefiel, y miembros de las asociaciones de Zaidía-Exposición, Orriols y otros barrios circundantes. También se dieron cita decenas de personas que simplemente quisieron recordar a su vecino de toda la vida.
El autor del libro, Juan Enrique Tur, que en su ameno trabajo de 68 páginas ha contado la vida de Félix del Río en sus vertientes más reivindicativas, recordó su incuestionable vinculación al barrio y los logros conseguidos, entre ellos muchos de los equipamientos y jardines detrás de los cuales parece que no haya nada.
Su trabajo fue tal que «sucederle fue muy fácil», dijo Rafael Medina, el ahora presidente de los vecinos de Torrefiel. Él se enfrentó durante sus treinta años de lucha a todos los gobernantes, «fueran del partido que fuera», consiguiendo que «aunque algunos no lo quisieran , todos lo respetaran», añadió su emocionado amigo y compañero de fatigas Rafa Castelló.
Pero ahora son otros tiempos y de recordarlo se encargó el presidente de Cavecova, Juan Antonio Caballero, quien aseguró que «si Félix del Río estuviera con nosotros seguro que estaría hablando, además de la lucha vecinal, de recuperar el espacio que siempre ocupó la izquierda, de recuperar la esencia del movimiento obrero y de los inicios del PSOE», partido en el que estuvo afiliado la última parte de su vida.
Dirigiéndose a Joan Calabuig, le pidió que busque soluciones profundizando en la cosas, porque, según dijo, «hay mucha gente esperando una alternativa a este mundo capitalista e inhumano».
Recogiendo el guante, el secretario general del PSPV de Valencia ciudad, defendió el ejemplo de Félix del Río y el trabajo que hicieron en la capital consensuando, por ejemplo, el Plan General de 1988, que generó «una Valencia moderna y no para las élites». Según dijo, ahora los socialistas vuelven a tener cerca la oportunidad de volver a cambiar Valencia y lo van a hacer. «Eso va a ser muy pronto», vaticinó entre aplausos.
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