jueves, 28 de enero de 2021

La Persona es lo primero

  

Conciencia y alma reunidas en espíritu para gestionar la vida en este mundo es la única vía que no se pudre ni se corrompe, que no se degrada con el abuso porque el abuso es incompatible con ese manantial de vida inagotable, que solo cambia y se adapta con inteligencia ética y solidaria, justa, a las situaciones concretas, espacio temporales y urgentes tantas veces, y que también mejoran gracias a esa energía liberadora que renueva todo. Ese y no otro es el significado de "resucitar" constantemente, de que la humanidad comprenda qué significa el viejo mito del Ave Fénix, o el de Tántalo o el del Laberinto con "soluciones" demoledoras. 

Se trata de levantarse de las cenizas, siendo apoyo cooperativo unos de otros -sin hacer distingos por afinidades o intereses, en pura y desapegada, pero entrañable y amorosa fraternidad- y volver a encender otra hoguera en otro plano, y esta vez, -que ya hemos tomado nota del disparate- incombustible e inofensiva, porque el nuevo fuego ya no quema ni contamina -¡es la energía alternativa que nos dan los elementos!, que no destruye ni achicharra, solo calienta, ilumina y acompaña, derrite la cera del ego y libera de ataduras que en realidad son bloqueos emocionales y mentales, utilizados durante años y siglos que se han petrificado y convertido en sistema, en rituales, en costumbres, en  brebaje de adormidera, en ataduras que nos impiden crecer, en manipulada venda "protectora" que nos tapa los ojos...

La misma pandemia bien asumida lleva en sí misma las respuestas y las soluciones mejores, si aprendemos a ver con las gafas de la responsabilidad, la colaboración generosa e inteligente, creativa, implicada en tender las manos en vez de hundirnos en el mangoneo aturullado, y con la conciencia en primer plano, que vaya haciendo del miedo, del cansancio frustrante y de la indignación, un nuevo combustible limpio para la caldera de la nueva vida que llega, que está en la puerta, esperando a que le abramos desde dentro, claro! No puede ser de otro modo. Con la única salida posible por la preciosa e imprescindible artesanía del bien común.

La música llega tantas veces y con tanta energía adonde no llegan las palabras solas...El espíritu en siglo XXI es el juglar ya imprescindible, que no quiere ser trovador palaciego al servicio del lucro y el engaño emocional, sino caminante decidido por este terreno imprevisible, donde la única seguridad que queda es la esperanza en la luz compartida que se materializa en el don de unx mismx al Nosotrxs Infinitx...Así, sin ilusiones de humo ni sueños vacíos para evadirse, sino abiertos a la realidad de lo que llega y hay que asumir porque no queda otra. Sólo la inteligencia del Amor absoluto tiene la llave del cuarto oscuro, para abrirlo de para en par, y para siempre...si queremos, claro...Este es el mejor momento, y, seguramente, ĺa última oportunidad tal y como está el patio, para salir del campo de exterminio global convertido en una noria imparable que afecta lo mismo a las mentes y pensamientos que a la atmósfera, la biosfera, la endosfera, la troposfera, la hidrosfera..., desde ese inicuo Auswitz que hemos montado entre todxs siguiendo la receta de los peores artífices del infierno, refugiados en las cajas fuertes del un capitalismo terorifíco y letal. 

Solo se sale de esto asumiendo desde la conciencia y en "masa crítica" espiritual, mental, emocional y práctica, ser y convertirnos en el cambio que nos cambia.

Se puede, claro que sí, pero no en el plan que estamos. Y ese contagio pegajoso, encenagado, hay que cortarlo de raíz y desde dentro. Sin confundirlo con el ego, sino contactando como personas con el whifi universal y liberador que individualmente y por nuestra propia voluntad de cambio, nos irá integrando en la fraternidad sin fisuras, sin que nadie nos manipule, solo a base de experimentar y comprobar personalmente que vale la pena el cambio de paradigmas. Formando parte indispensable de la familia sin fronteras del Amor Universal, donde todxs somxs amadxs y necesarixs como canales y acequias de la luz y de la concordia, y por ello nadie resulta única y egopáticamente imprescindible. Lxs primerxs son lxs útimxs y viceversa, lo que resulta, además de justo e igualitario, muy descansado, sanísimo y nada estresante...Ains!

No hay comentarios: