viernes, 24 de agosto de 2018

Sabio,lúcido y veraz. Cómo se agradece que existan estos seres!

José Mujica: "España e Italia vomitaron millones de inmigrantes y se han olvidado rápido de su historia"

El expresidente de Uruguay recuerda que en el pasado, personas procedentes de España e Italia, entre otros países, emigraron a México y Uruguay y se les acogió
En un acto en Madrid, Mujica ha dado un repaso a la "cultura del capitalismo", haciendo referencia a la domesticación de la ciencia para aumentar la productividad
En relación a la reconversión monetaria de Venezuela: "Ha roto mecanismos de su propia economía sin tener la capacidad de sacarlos hacia adelante"




José Mújica durante la entrega de premios de la Fundación Abogados de Atocha
José Mújica durante la entrega de premios de la Fundación Abogados de Atocha EFE
El expresidente de Uruguay José Mujica ha recordado este viernes en un acto en Madrid "la importancia de que un país no olvide su historia", haciendo referencia a  la devolución a Marruecos de las 116 personas que saltaron la valla de Ceuta el pasado miércoles, en una operación inusual de la Guardia Civil y la Policía Nacional en la frontera sur de España. Mujica ha puesto a España ante el espejo de su historia, recordando que los españoles también se vieron obligados a salir del país y buscar acogida en otros estados.

"España e Italia vomitaron millones de inmigrantes y se han olvidado rápido de su historia", ha afirmado el expresidente uruguayo, que recientemente renunció a su cargo de senador. José Mujica también ha hecho referencia a las 40.000 personas por año procedentes de otros países que tuvo que recibir a partir de 1910 Uruguay, el país que presidió entre el año 2000 y 2015.


El exgobernante ha recibido este viernes el premio Abogados de Atocha en su decimocuarta edición. Mujica es un "referente en la lucha por la paz, la justicia, la democracia y la libertad", ha subrayado el presidente de la fundación de Comisiones Obreras y superviviente de la matanza de Atocha en 1977, Alejandro Ruiz, tras realizar la entrega.
Con respecto a las pensiones en España, José Mujica ha querido destacar la contradicción que reside cuando "la ciudadanía se pregunta quién va a pagar las pensiones de nuestros hijos y a la vez se oponen a la inmigración", reflexión que ha arrancado un sonoro aplauso. En opinión del expresidente latinoamericano, en pleno siglo de avance de la transformación digital, la sociedad "va a tener que luchar para que los robots paguen impuestos que mantengan a los viejos". 
Mujica ha advertido además sobre los límites medioambientales y el peligro del crecimiento: "Los Gobiernos están desesperados por crecer y caminamos hacia el desastre porque los recursos no son infinitos. Hay mucho que luchar en relación a una renta básica, acortar los horarios de trabajo, cuidar el medio ambiente, cambiar los parámetros... El sentido progresista de la vida es una necesidad para la supervivencia de la especie".
El capitalismo –ha afirmado– ha creado una nueva cultura: "Ha domesticado a la ciencia y la ha puesto a trabajar para explotar la tecnología y aumentar la productividad".

"No por nacionalizar se progresa"

Preguntado por la "mala imagen" del socialismo en Venezuela, Ecuador o Argentina, Mujica ha respondido que "el verdadero problema de la izquierda siempre ha sido confundir sentimientos con realidad objetiva". En referencia a la reconversión monetaria del Gobierno de Maduro en Venezuela, Mujica ha sostenido que "ha roto mecanismos de su propia economía sin tener la capacidad de sacarlos hacia adelante".
"No por nacionalizar se progresa", ha defendido el ex gobernante y ha precisado que calificar de socialistas a países de latinoamérica como Argentina o Venezuela es "demasiado generoso", aunque atesoran ambos "intentos pretenciosos de construir modelos socialistas en torno a estos países".
José Mujica se ha identificado como miembro de una generación de personas que creían que era posible cambiar el mundo cambiando "las relaciones de producción y distribución de la riqueza". Pero, ha insistido, "ningún cambio material es suficiente si no va a acompañado de un cambio cultural".

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"ningún cambio material es suficiente si no va a acompañado de un cambio cultural".  Tiene razón Mujica, pero tampoco basta la cultura cuando se concibe como un saco de materias lectivas e informativas a dominar, tal y como la maneja el capitalismo ya infiltrado en el socialismo y actuando en él como un disolvente de la conciencia; esa idea generalizada tampoco sirve para evolucionar a mejor con una cultura al estilo Mao Tse Tung y su peculiar concepto de  'revolución cultural', que al fin ha terminado cristalizado en la aberración del comunismo capitalista depredador en la China o en la Rusia de hoy. 
La cultura no es, como marcan los planes de estudio a  la yanki y a la española, un conjunto de herramientas y lecciones para trepar mejor y situarse en la cumbre del dominio y del control de la sociedad, acaparando recursos y posibilidades que se le niegan y se arrebatan a otros menos favorecidos y que tal vez tengan una inteligencia más despierta, aunque carezcan de medios para desarrollarla adecuadamente. 

La cultura es literalmente el cultivo de las facultades superiores del ser humano, de su apertura interna hacia una toma de conciencia personal y colectiva, por eso sólo se adquiere en comunidad, no en plan francotirador y cada uno a la suya, mirando su propioo ombligo particular, nacionalista, regionalista, ideológico, religioso, o empresarial oligárquico, ni en la competitividad depredadora por el ansia de triunfar como "los listos" y los más brillantes de la clase o del negocio o de la especulación más desalmada con todo lo que dé más dinero, dominio y poder sobre los demás. Así la sociedad entera se degrada dividida en un atlas de mafias que solo roban por todas partes y se combaten estre sí por el ansia supremacista del control.

Por el contrario, la cultura para serlo debe incluir, ante todo, una pedagogía cotidiana de las actitudes prácticas y vitales, una contemplación interna y activa,  lo que en la antigüedad se llamaba areté en Grecia y virtus en Roma. Un equilibrio entre materia y energía, hacia la unidad inseparable entre materia y espíritu como inteligencia vital en lo máximo como en lo mínimo, en el átomo como en las galaxias, en el grano de arena del mínimo detalle como en las dunas inmensas de lo universal.
En el Occidente mal llamado cristiano la virtus adquirió otros matices más devotos y más superficiales, más beatos y mucho menos holísticos y universales. Más hipócritas, y complicados, también. Más egoístas en el empeño de ganarse el cielo como premio a la propia perfección que como generosa y liberadora apertura del corazón y la mente al mundo que nos rodea, para poder cooperar empáticamente en su avance y al mismo tiempo, en nuestra felicidad inteligente que solo es posible en el compartir con la naturaleza y los seres vivos y no en el acaparar; en el crear bien común como primera necesidad y no dependencias y esclavitudes consumistas que crean grupos minoritarios de control y poder que se nutren del despilfarro que, a su vez, confunden con la abundancia y el bienestar, mientras en paralelo dan lugar a bolsas de miseria y a carencias vitales para millones de seres humanos que siendo de la misma familia planetaria son tratados como objetos de usar, despojar, explotar, tirar y olvidar, precisamente por los más "cultos" que se han arrogado la posesión de "la cultura" y "del conocimiento"como parte del capital y no de la conciencia que es intocable, porque en realidad no han traspasado la línea rudimentaria de meras costumbres y hábitos primarios interesados, para el mantenimiento de cada sistema, en las antípodas de lo que sus nombres indican y a años luz del verdadero objetivo realizable: del ser, del cutivar y del conocer. Y por supuesto del cooperar y del compartir.

Un ejemplo que por desgracia define materialmente este paisaje dantesco y callejón sin salida: el coltán que el imperio Silicon extrae de África y el uso criminal y tan poco inteligente, que el capitalismo estructural hace de él, primero arruinando la salud y la vida de miles de niños esclavos, que mueren y enferman durante el proceso de extracción del mineral y después reenviando al mismo continente los residuos tóxicos a que, en cuatro días,  se reducen los ordenadores, móviles, tablets, Iphones, televisores, Ipads,etc, que acaban por envenenar lo que aun no había conseguido intoxicar el mineral recién extraído. Cultura y conciencia, como cuerpo y alma, como mente y emociones, como corazón y cerebro, como inteligencia y sentimientos, como individualidad y globalidad,  es la misma energía vital y ética que no deberíamos separar en compartimentos desconectados entre sí, si es que no queremos seguir camino del desguace total como especie y como entidad natural. Cósmica. Sin olvidar que no hay cuerpo sano con celúlas enfermas ni naturaleza que sobreviva a su autodestrucción predeterminada por sistemas erróneos y autopervertidos. Ni la mejor ciencia podrá rescatar jamás a la humanidad de este proceso humanolítico en que se está disolviendo si ella se empeña en suicidarse, por más que aplacen el final huyendo de la tierra camino del desasatre irremediable, mientras no haya conciencia que dé desde dentro el sentido: o sea, la vista a los ciegos, el movimiento a lo paralizado, la vida  a lo muerto, la salud a los enfermos de sí mismos...
No estaría mal que se volviera proyectar  en los cines "2001 Odisea en el Espacio " de Kubrik; quién nos iba a decir allá por el año sesenta y ocho del pasado siglo, que aquel relato, pasados cincuenta años, tendría tan poco  de verdadera ciencia como tan poco de disparatada ficción...

 

José Mujica alerta del "holocausto ecológico" de la sociedad de consumo

El expresidente de Uruguay se encuentra en Madrid para recibir el XIV premio de la Fundación Abogados de Atocha y recuerda que "los recursos de la Tierra no son infinitos" e invita a huir de "la esclavitud del consumo" por que, dice, "no hay necesidad de vivir tan desesperados"




El ex Presidente de Uruguay, José Mujica / EFE






El expresidente de Uruguay José Mujica ha alertado hoy en Madrid del "holocausto ecológico" de la sociedad de hoy, regida por "la multiplicación del consumo", una "tragedia" para las generaciones nuevas, que -dice- deberán luchar por la renta básica, por el medio ambiente o por reducir los horarios de trabajo.
Después de recibir el XIV premio de la Fundación Abogados de Atocha, otorgado en enero pasado pero que solo hoy ha podido recoger, Mujica ha pronunciado un discurso crítico con la "esclavitud del consumo", aunque ha advertido que él no hace "apología de la pobreza" sino "apología de la libertad".
El expresidente de Uruguay entre 2010 y 2015 ha alertado sobre las consecuencias desmedidas del consumo y ha dicho que en pocos años habrá 9.000 millones de habitantes en la tierra, donde la economía creció 40 veces desde 1950 y deberá crecer 200 veces en el próximo medio siglo.
"Los recursos de la tierra no son infinitos", ha dicho Mujica al recordar que hace ya varias décadas que los científicos indicaron "lo que debemos hacer", aunque la sociedad hoy se empeña en seguir transitando "por los caminos del desastre".
"La ciencia vaticinó hace treinta años los peligros del deshielo o las consecuencias de liberar gas metano a la atmósfera y la retroalimentación exponencial del recalentamiento", pero ante esto "no se puede parar", porque "no es posible enfrentar la economía corporativa y la desesperación de los gobiernos por crecer", ha dicho el exgobernante.
Según Mujica, "no hay necesidad de vivir tan desesperados" y, por el contrario, aunque es difícil cambiar el mundo, sí es posible "controlar la cabeza para evitar el dominio de la cultura subliminal de consumo", pues considera que "la felicidad está dentro, en el equilibrio de los sentimientos".
"No puedes ir al supermercado a comprar años de vida", ha dicho, convencido de que el ciudadano puede "manejar la conducta para ganar un pedazo de libertad".
El expresidente ha insistido en que cualquier ciudadano necesita estabilidad económica para vivir, pero siempre mejor bajo la premisa de que "vivir es ser, no tener, sin estar sometido al esclavismo de las necesidades".
Mujica renunció el pasado día 14 a su cargo en el Senado uruguayo con el objetivo de tomarse una "licencia" antes de morir de "viejo" y para seguir con su "lucha de ideas" por otras sendas.
El pasado martes, en la localidad granadina de La Zubia, recibió el premio de poesía Laurel de Plata por representar la "expresión más genuina" de lo "mejor" del ser humano y de la política "hecha poesía".
Y hoy ha recogido el premio que le otorgó el 24 de enero la Fundación Abogados de Atocha por su labor en defensa de la libertad y por compartir con sus acciones "el ADN de los abogados de Atocha".
En esa fecha de 1977, un grupo de extrema derecha irrumpió en un despacho de abogados laboralistas en el número 55 de la calle madrileña de Atocha y mató a tiros a Javier Sauquillo Pérez del Arco, Luis Javier Benavides Orgaz, Enrique Valdelvira Ibáñez y Serafín Holgado de Antonio, y al sindicalista Ángel Rodríguez Leal, y dejó heridos de gravedad a

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