viernes, 3 de agosto de 2018

"La corona no se toca" ni se revisa, ni se mira con los ojos de la democracia. A pesar de que nos la endosó un dictador genocida y nunca se nos consultó al respecto. Ya se encargaron de empotrarla como un armario apolillado y rococó en la Constitución del siglo XX, que pensaron y adobaron para nostros, poniéndonos entre la espada y la pared con un chantaje camuflado de constitucionalidad hidropónica. Que Sánchez trague porque ahora está en minoría para gobernar y no es nada partidario de esccuchar a los socios que le han apoyado en la moción de censura, no debería significar que el Psoe sea partidario de esa ilegitimidad básica en que se fundamenta el modelo de estado español y que es el origen de toda la podredumbre que arrastramos. No, Pedro Sánchez, no nos sirve tu socialismo de discurso si no es capaz de asumir la necesidad cada vez más urgente de un referéndum que determine en las urnas cuál es el modelo de estado que la España de hoy desea y necesita. Unirte a la corona de espaldas al pueblo no beneficia a tu gobierno y le coloca a la altura del pp en un terreno tan importante como esencial. Que no seas del pp, al parecer, no te diferencia de él en un tema crucial que nunca habéis conseguido resolver con justicia, equidad y respeto a la soberanía popular. Estáis aún como en el siglo XIX. Y eso es una vergüenza que te debería sonrojar y no jalear. Felipe VI puede ser un santo, pero el sistema en el que se apoya es una cloaca infinita, podrida se los pies a la corona,hereditaria y con el peor de los pedigris, al que el Psoe se resiste a someter al Parlamento. No, Pedro Sánchez, no te confundas, el Ejecutivo en democracia es un mandado del Legislativo y debe consultarle todo, en especial lo más decisivo, como lo es el caso sin resolver de la corrupción de su padre sostyenido y pagado por nuestros impuestos, mientras se ha llevado crudas comisiones millonarias amnistiadas y ha propulsado a Urdangarín, que ha terminado, con su apoyo, en la trena, mientras él hacendo lo mismo se va de rositas... ¿Cómo pasar por alto que la actuación impresentable y antidemocrática de Felipe VI en Catalunya, usando la Constitución, como Rajoy, para machacar derechos y libertades del pueblo catalán y no para afianzarlos y sostenerlas frente a un gobierno de delincuentes profesionales? Defendía solo su derecho de pernada sobre el trono que le dio Franco a su padre, que no le concedieron ni el pueblo español ni el catalán. No parece, Pedro Sánchez, que hayas entendido tu papel como socialista responsable de un gobierno de coalición plurinacional. Y esa torpeza nos va a salir carísima a todos: al pueblo, al Psoe, a la izquierda plural y solidaria, y a la democracia. No intentes camuflar el chantaje político en el diálogo y en la buena imagen, ni a la bruja Averías bajo el disfranz de hada madrina, que ya las hemos visto y pasado de todos los colores y es necesario un punto y aparte tras un borrón histórico bochornoso y empezar una cuenta nueva, de una vez por todas. Si no te atreves, sé claro y responsable, renuncia y convoca elecciones, pero no mantengas este basurero a perpetuidad para que tu partido resucite, con la vieja estructura forzada al máximo, que ya no aguanta el peso y la mugre del eterno trampantojo sobre las ruinas sine die ...Si el cambio no lo haces tú lo acabarán haciendo otros. Pero terminará por hacerse, no lo dudes, la vida y la evolución no perdonan los ninguneos contra su dinámica irresistible, ni los tapujos derivados de las componendas miserables...La prueba la tienes en la oportunidad impensable de que ahora estés gobernando contra toda lógica institucional y previsible, contra tu misma inercia que te hizo apoyar con la abstención un gobierno como el de Rajoy durante tanto tiempo y sin que te conmoviese el estado indecente en que estábamos inmersos y crucificados...Te vimos el plumero y sigue estando ahí...y seguirá mientras no asumas que socialismo y monarquía son política y moralmente incompatibles. Y Franco, aunque lo saquen del Valle, nunca saldrá del contexto sociológico, histórico, pseudolegitimado y cultural, miemtras el rey se quede en su lugar como atadura del legado más tóxico que hemos recibido como pueblo y des-conciencia colectiva

Balance en La Moncloa. Comparece Pedro Sánchez: “Cambio de época” con dos anuncios.Franco sale, pero el rey se queda

En su primera rueda de prensa en solitario, el presidente se presenta como la cabeza de un Gobierno que representa lo que la sociedad demanda. Sánchez ha informado de la recuperación del mando único para coordinar el operativo de control de migrantes de todas las fuerzas de seguridad, que ejercerá la Guardia Civil, y confirma que tanto Felipe VI como él estarán en el primer aniversario de los atentados del 17-A en Barcelona y Cambrils

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, hace balance de su gestión en el Ejecutivo, dos meses después de llegar al Palacio de la Moncloa. EFE/Emilio Naranjo
MADRID


La rueda de prensa del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, (la primera en solitario tras dos meses de estancia en La Moncloa) contó como novedad de colorido con un despliegue exquisito de imágenes, que iban surgiendo en una pantalla a la derecha del compareciente: el presidente con sus homólogos autonómicos, el presidente en Bruselas, el presidente con empresarios y sindicatos y así hasta completar otras cuidadas formas de la acción política.
Subido a la ola reivindicativa de una sociedad harta de la corrupción, la desigualdad y el autoritarismo impuestos por el Gobierno de Rajoy, el presidente Sánchez (el más entusiasta de todos los ciudadanos/as) se ha presentado este viernes como el líder político “de un cambio de época”. Llevado por su entusiasmo indisimulado, además, el jefe del Ejecutivo ha asegurado que su Gobierno es en el que “los ciudadanos se reconocen”, el que refleja mejor el sentir y la “demanda” de la sociedad actual.
Sin embargo, y pese a que se reafirmó en su intención de “hacer política con el Parlamento y no contra el Parlamento” (como si tuviera otra opción con 84 diputados), Sánchez olvidó que la sociedad que le ha llevado a La Moncloa y respaldó su moción de censura contra Mariano Rajoy está representada en el Congreso y no en el Gobierno. E incluye, además de a su PSOE, a nacionalistas vascos y catalanes, independentistas catalanes y vascos (Bildu), republicanos practicantes (Unidos Podemos), derecha conservadora y liberal (PNV y PDECat) e izquierda en su amplio espectro.
El presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, poco antes de su comparecencia en el Palacio de La Moncloa en la que ha hecho un balance de su gestión. EFE/Emilio Naranjo
Por eso, la rueda de prensa de Sánchez fue ciclotímica (como son las de la mayoría), con un optimismo radiante al principio (repaso de gestión, buenas intenciones y planes futuros) y un ánimo decadente conforme avanzaban las preguntas de los periodistas, listos para ponerte enfrente de tus contradicciones y dificultades. Incluso, a Sánchez se le vio molesto con las cuestiones que atañen a la Monarquía (aunque por la Monarquía, no por la prensa, según se traduce de su pensamiento antes de ser presidente).
Nuestro presidente de “cambio de época”, sin embargo, no respondió a las cuestiones principales que flotan en el ambiente: ¿Habrá adelanto electoral si no se aprueban los Presupuestos de 2019? ¿Es suficiente con las explicaciones que dio el director del CNI, Félix Sanz, sobre el rey emérito para seguir dejando a la monarquía reposar en sus laureles? ¿Cómo están las relaciones con sus socios de moción de censura? ¿Hablan entre ustedes, además de hablar con el nuevo presidente del PP, Pablo Casado, durante tres horas? ¿Qué pasa con la financiación autonómica, la lista de amnistiados fiscales, la derogación de la reforma laboral, la inviolabilidad del rey...?
Sánchez hizo dos anuncios importantes durante su rueda de prensa, de marcado carácter político: en primer lugar, informó de la recuperación del mando único operativo para el control de las migraciones por parte de la Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. La responsabilidad recaerá sobre la Guardia Civil, como en la etapa en que lo instauró Zapatero (2006).
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, rodeado de periodistas, tras la rueda de prensa en el Palacio de la Moncloa para hacer balance de su gestión en el Ejecutivo. REUTERS/Susana Vera
En segundo lugar, el presidente confirmó que tanto el jefe del Estado como él estarán en Barcelona durante el primer aniversario de los atentados del 17-A en la capital catalana y en Cambrils.
La cuestión migratoria y la catalana son, precisamente, aquellas en las que el Gobierno pretende situarse más alejado del nuevo PP, con Pablo Casado al frente, y del inexistente Ciudadanos (apenas mencionó a los de Albert Rivera y cuando lo hizo fue tangencialmente, como apéndices del Partido Popular). Por eso, el presidente ha querido reforzar su discurso en ambas materias avisando contra los “extremistas” que pretenden confrontar: “No es bueno que los partidos conservadores compitan en radicalidad”. Aunque Sánchez evitó despejar si con el "extremismo" se refería a Casado concretamente, dejó muy claro que él apuesta por el diálogo y todas las herramientas del Estado para que se junten y hablen, incluso, los divergentes, como Generalitat y Gobierno en la comisión bilateral Estado-Catalunya.

No al 155 otra vez

Muy seguro de su posición y rechazando de antemano el ofrecimiento de los senadores del PP por parte de Casado para reactivar en Catalunya el artículo 155 de la Constitución, el presidente pidió (“También a los medios de comunicación”) “pedagogía, generosidad y altura de miras” con la nueva etapa abierta en Catalunya. “Los que tienen convicciones firmes -dijo en referencia a sí mismo y su Gobierno- siempre quieren dialogar porque tienen claros sus límites: la Constitución y el Estatuto”.
El presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, durante su comparecencia en el Palacio de La Moncloa en la que ha hecho un balance de su gestión. REUTERS/Susana Vera
De ahí, los periodistas no pudieron sacarle. Tiempo nuevo en Catalunya, pues, pero sin entrar en detalles, solo para pedir a Casado que apoye al Gobierno “en todo momento, como hizo el PSOE con Rajoy”.
La llegada de migrantes a la frontera sur (“Frontera de Europa, ya no hay fronteras exteriores en España”) centró buena parte del discurso y las respuestas de Sánchez; fue donde el presidente más se explayó y lo hizo de forma más clara. Anunció la recuperación del mando único de control de migrantes, pero también dejó caer que la migración ya existía antes de su llegada al Gobierno, aunque él ha recuperado “la política migratoria”, que Rajoy tenía paralizada, en su opinión, aun sabiendo que el cierre de rutas tradicionales (Libia o Turquía), entre otros factores, traerían una llegada masiva a Andalucía de gente que huye de sus países. Se comprometió a controlar la inmigración, eso sí, recalcando mucho el concepto “atención humanitaria”, ausente en el discurso del PP o Ciudadanos.

Gobierno “entre cero y cien”

Sánchez apeló a una sociedad nueva y con deseos de cambio. La identificó con su Gobierno (europeísta, ecologista y feminista), pero no hizo una sola mención a sus socios de investidura, ni siquiera cuando se le preguntó por los objetivos de déficit/techo de gasto rechazados en las Cortes, las expectativas con respecto el proyecto de Presupuestos del Estado de 2019 u otras votaciones siempre complicadas. “Se trata de avanzar, no de aguantar”, deslizó el presidente en varias ocasiones pese a su negativa contundente de adelanto electoral; sin concretar en ningún caso: avanzar sacando a Franco del Valle de los Caídos, avanzar con el diálogo en Catalunya o aplacando a los taxistas, avanzar con el pacto de Estado contra la violencia de género, con la sanidad universal, las becas, las pensiones de jubilados y viudedad, los salarios iguales, la ley de Estabilidad Presupuestaria (“Me parece impropio que el Senado pueda vetar lo que apruebe el Congreso”).
El presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, durante su comparecencia en el Palacio de La Moncloa en la que ha hecho un balance de su gestión. EFE/Emilio Naranjo
Excepto con la forma del Estado, con la que se cerró en banda (“Tenemos una monarquía renovada y ejemplar con Felipe VI”), el jefe del Ejecutivo mostró su disposición a “avanzar” con todo.
“Entre cero y cien” se pueden hacer “muchísimas cosas, sobre todo, en beneficio de los más débiles”, aseguró Sánchez al tiempo que elogiaba las “votaciones útiles”, independientemente de que sean más “fáciles y difíciles”.
Con todo, y consciente del interés de la prensa (menos numerosa de lo esperado) por cómo pretende sostener una legislatura de "avance" con 84 de 350 diputados, lanzó un mensaje contundente: serán aquellos presidentes de comunidades, alcaldes y sus partidos quienes tendrán que explicar por qué se ha bloqueado el compromiso de este Gobierno con un Estado del bienestar “blindado”. Mensaje de campaña a la vista.

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