domingo, 1 de julio de 2018

Y dále, Manolo, tú ve soltando que algo quedará...








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Por supuesto que toda opinión es respetable mientras respete la disensión ajena. Y que los periodistas tienen como todo el mundo el derecho a disentir. 
Dejando esas evidencias bien claras, y como ciudadana de a pie, cuando leo opinones como éstas, y  sufridora de la putrefacción establecida como normalidad, me sigo preguntando si es justa y digna de crédito una justicia que considera aceptables y dignas de crédito las denuncias y acusaciones de un grupo social patológico, delicuente reiterado durante años, dedicado a la política como negocio de lucro asegurado y de poder amoral a su servicio, cortijil, un veredicto, por cierto, confirmado por los tribunales, que por otra parte no han sabido poner punto final desde la Justicia, a la debacle de la decencia con la inhabilitación al actual pp  para desempeñar cargos políticos y para presentarse como alternativa de gobierno, como se haría con la ETA o el GRAPO si intentasen presentarse a unsa elecciones. El terrorismo político que se carga la moral y la ética del estado y reduce a la Justicia como trámite de ventanilla es tan peligroso o más que el terrorismo armado, porque, para recolmo de males, no hace ruido, no tirotea, va por lo bajini matando el alma de los pueblos, acostumbrándola a ver como normalidad el veneno social de la indecencia, del tapujo, de escuchar ayer mismo a S. de Santamaría decir: "Mi enemigo es Pedro Sánchez, no mis compañeros de partido, a ellos los respeto". Peasso de visión del bien común. Si esa candidata solo respeta a los "suyos" está clarísimo que gobernará contra todo lo que no es de su pertenencia y afinidad, o sea, contra medio país como mínimo...cuyos derechos, libertades y dignidad se pasará por la zaptilla a  lo Andrea Fabra. Y esto es sólo peccata minuta, tras un periodo de gobierno bochornoso y demencial del que no han aprendido nada de nada. Al contrario, sólo están dispuestos a la deslealtad como españoles afilando las garras para empeorar el panorama si no alcanzan de nuevo La Moncloa. La expectativas son espeluznantes para la democracia y la civilización.

Lo más grave es que ese partido sin escrúpulos, indecente y depredador descarado sin jamás decir basta, inmoral hasta la vergüenza ajena, -es evidente que la propia vergonya nunca ha hecho acto de presencia entre ellos-, y para más inri, tenga la desfachatez de presentarse como denunciante en los juzgados contra alguien por los mismos supuestos  motivos -sin comprobar- por los que esa (de)formación impolítica debería estar condenada al veto institucional en los asuntos de gobierno, mientras no se haya disuelto como asociación de malhechores estatales, y  se arrepienta, se corrija públicamente de sus delitos y las consecuencias, pague daños y perjucios a sus víctimas y, apartada de la política por mandato judicial, durante unos cuantos años dé muestras de regeneración como seres humanos normales y de su capacidad para reinsertarse en el juego político de una democracia europea, en un estado de derecho verdadero, no de zarzuela y opereta, de toga fofa, pringada y paso atrás cada dos por tres.
Es una aberración absoluta prestar crédito a las denuncias de mafiosos, delincuentes y corruptos, que han perdido las elecciones y el gobierno, primero en Valencia en 2015 y luego en todo el estado por una moción de censura a vida o muerte por parte de la mayoría parlamentaria ya desesperada con tanta desvergüenza, -excepto sus afines naranjas- y que , como canta la ranchera, se mueren por volver, volver, volver... Unos chorizos vulgares pero con influencias y magreos infinitos, que ni siquiera han sido apartados en bloque del poder del estado, como cómplices clarísimos de toda una trama corrupta que ha infectado las instituciones en todos los niveles y además que se aferran a ese status sin ningún ánimo de enmienda, ni sentido de culpa, incluso, para colmo con una actitud vengativa, revanchista  e irresponsable, como agravantes, mucho más propia de sociópatas que de trabajadores políticos y sociales por el bien común, que es la base de toda actividad institucional... 

¿Quién le habría hecho caso, por ejemplo, a Jack el destripador o a Al Capone, si habiendo sido reconocidos públicamente como delicuentes de gran calado, hubiesen presentado una denuncia contra otros ciudadanos no delicuentes, por haber cometido, supuestamente, los mismos crímenes que ellos? ¿Serían creíbles, dada su  ética absolutamente missing? ¿Tienen esos seres capacidad suficiente para distinguir lo que es delito de lo que no lo es? Si no la tienen son deficentes morales cuyo criterio no debería ser válido ni digno de tomarse en cuenta y mucho menos para gestionar nada público, con ello demuestran su ineptitud para estar donde están y la necesidad de que la justicia los condene a no mandar ni gestionar nada público, porque la lían. 
Pero si es cierto que tienen esa capacidad de juicio que les hace estar tan alertas e hipersensibles con los deslices de los demás, ¿por qué, entonces, no la han aplicado en su mismo partido, mientras estuvo robando a diestro y siniestro durante años, con el beneplácito de todos y todas los beneficiados/as, de tribunal en tribunal y de trama en trama, con el cuento infumable de las manzanas podridas? Que se sepa, esa metáfora hace aguas en la realidad: las manzanas no piensan ni roban; los animales humanos sin escrúpulos, sí. Y la corrupción no se contagia como una gripe, se elige y se acepta deliberadamente, como un delito. 
¿Pueden ser creibles esos harapos indignos si no es sólo para poner sobre la mesa la duda  más que razonable de que sus manejos denunciadores están mucho más cerca de la falsa acusación con dudosos fundamentos con tal de dar un golpe de mano a quienes les han despojado del chollo corrupto, que ya se toman como un derecho de pernada en su cortijo valenciano y de paso, dar un palo en la credibilidad al recién estrenado gobierno socialista, a ver si pierde los papeles y se comporta como ellos? 

Que no, Beltran, que no Pitarch, que lo vuestro no es imparcial, por más que lo razonéis, que se  ve el plumero a tutiplén y desde lejos...Que el procedimiento seguido por el pp es de lo más turbio y sin fuste. Zafio como siempre. Que no hay razones decentes ni legales para apoyar sus coces abusando de la Justicia usada a su capricho y al servicio de sus intereses. Que los agravantes del pp tienen el platillo de la balanza por los  suelos de tanto peso acumulado y por ello, seguramente, la primera denuncia normal no fue valorada como creible ya en 2017, por eso han montado el pollo del juzgado de guardia esta semana por una cosa absolutamente inadecuada, -aunque fuese cierta, su 'gravedad' no merecía semejante despliegue de fanfarrias cuando lo de ellos es y ha sido mil veces más repugnante, terrible y vomitivo, y ya hasta convertido en sistema y propiedad privada del pp-,es hasta ridículo tratar de 'normalizar' penalmente este episodio esperpéntico que para nada  favorece a sus valedores como personas dignas de crédito, que hay tomate y no precisamente inocuo. Y si se  quiere que a uno no le tomen a chacota como informador objetivo cuando se sepa la verdad, no conviene soplar en la hoguera que acabará chamuscando a los valedores de las alcantarillas. Ellos se irán, pero los demás seguramente se quedarán ¿no? ¿Y quién va a creer después de algo así, a los linces que apoyaron un dislate indecente haciendo eco a los profetas de la santa cloaca? 

Hay un  antiguo razonamiento que es muy útil para casos así:
Conviene sopesar si lo que se propaga es cierto o pueda ser una mentira pintada de verdad. Si además de ser cierto el relato, favorece el bien, la transparencia, la comprensión mutua, la convivencia equilibrda y la justicia o si por el contrario sólo aporta inquietud, oscuridad, miedo, ira y desconfianza. Si publicarlo favorecerá a unos pocos o será un beneficio para todos, como lo es la verdad hasta para sus enemigos; ni hay nada mejor que ella para sanar heridas injustas y poner cada cosa en su lugar. Si se sabe con toda certeza que su difusión dará más soluciones y luces que problemas y pozos negros. 
Si no hay seguridad de que esas condiciones se cumplen, mejor tener paciencia y dejar que la realidad se explique por sí misma. Con demasiada frecuencia es mucho más útil y sano el silencio liberador que sembrar maldades al tuntún para dar el campanazo, de las que ni siquiera sabemos con certeza si son verdad. Ese encenagamiento social de lo enmarañado nos asfixia como estado y comunidad humana. Es un resto miserable del franquismo, donde la "paz social" era la tapadera del miedo y la sospecha como forma de vida, de ver maldad donde no la había y "bondad" en la seguridad de la opresión y el control constante del poder sobre el pueblo, convencido de que éramos incapaces de nada bueno y por eso lo mejor era una dictadura para sobrevivir bajo su escudo "protector", con el mantra del "virgencita, que nos quedemos como estamos". Es la filosofía del pp, que se ve a las claras en situaciones como ésta. 
En este caso, la única seguridad que hay, además de una denuncia enloquecida y rabiosa del pp contra el pacto del Botánic, es el currículum despreciable y enlodado de los denunciantes, en contraste con el historial limpio de los denunciados. Eso debería ser la vacuna sine qua non contra la especulación y el marujeo hasta que se pueda comprobar la verdad de los hechos. La presunción de inocencia funciona muy mal cuando se está tan dañados e influídos por los mismos intrigantes corruptos. Sobre todo en medios de comunicación que van más allá de las opiniones, que no son el blogg independiente de un particular, sino un periódico, en el que hasta los bloggs toman carta de naturaleza informativa aunque no se quiera.
Nunca está demás reflexionar y pponer en cuarentena las certezas de tan dudosa pprocedencia, sobre todo, con lo que ya llevamos ppadecido .

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