martes, 10 de julio de 2018

Ejemplo evidente de inteligencia ética

La Diputación de Valencia decide cerrar Divalterra, la empresa que acumula escándalos de corrupción

La Junta de Gobierno decide poner punto final al organismo foco del 'caso Imelsa' y la 'Operación Alquería'





La presidenta de la Diputación en funciones, Maria Josep Amigó
La presidenta de la Diputación en funciones, Maria Josep Amigó
Los grupos de izquierda que gobiernan la Diputación de Valencia han decidido ahora lo que no decidieron al inicio del mandato: cerrar la antigua Imelsa, rebautizada como Divalterra. La Junta de Gobierno local celebrada este lunes ha acordado un  "cierre ordenado", según confirman desde la Corporación Provincial para la empresa pública a la que se acumulan escándalos de corrupción, desde el que lleva el nombre de la antigua empresa -Imelsa- hasta la última operación policial bautizada como Alquería. Ambas se han cobrado dos presidentes provinciales.
La Corporación provincial asegura que se velará por los derechos de los trabajadores y que el cierre no será precipitado "de la noche a la mañana" para que se haga con todas las garantías posibles. La Junta, presidida por Maria Josep Amigó en funciones, no ha puesto fecha para el cierre de la empresa pública y no se atreve a aventurar un plazo. "No podemos marcar plazos porque la hoja de ruta es vaciarla de competencias, pero dependerá de lo que jurídicamente podamos hacer; necesitamos informes técnicos y jurídicos que nos digan cómo poder hacerlo", ha señalado Amigó.



La presidenta en funciones ha explicado que esta idea, que durante las semanas anteriores se iba apartando, ha ido siempre en la hoja de ruta del equipo de Gobierno del ente como vaciar de competencias Divalterra. El resto de formaciones que firmaron el acuerdo de legislatura -PSPV, València en Comú (Podemos) y Esquerra Unida- habían incrementado la presión desde la detención de Jorge Rodríguez para el cierre de la empresa pública y Compromís no parecía convencido para dar el golpe sobre la mesa.
"Seguimos nuestra hoja de ruta que acordamos en 2015: acabar con el clientelismo y los amiguismos", insiste Amigó. Desde la Diputación señalan que se irán dejando acabar los contratos y buscando una salida para los trabajadores de entidad, desde brigadistas forestales -casi 600- hasta el personal administrativo. 

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Por una vez y esperemos que sirva de precedente, un equipo político coge las riendas de una situación confusa desde su origen, y gestiona la solución de un problema enrevesado y mal gestionado, desde la ecuanimidad y la decencia.

No había necesidad de montar un pollo, de levantar sospechas  a base de detener a todo el mundo a toque de zafarrancho, con el único objetivo de provocar un escándalo mediático, un salpicado de lodo y sin más fundamento  real que el de la confusión a la hora de gestionar un marrón heredado como el de Imelsa; en nungún caso, se ha detectado un delito programado y convicto de fraude ni de engaño, ni de lucro personal ni grupal.   No se puede comparar bajo ningún concepto el caso Rus-Imelsa con el caso Divalterra.

Si ha habido algo poco claro en este asunto -como por ejemplo no haber disuelto inmediatamente la empresa corrupta 'heredada' y solo cambiarla de nombre, seguramente para no perjudicar demasiado a los trabajadores, ha sido el caos gestor de un tinglado ya espeluznante desde hace décadas en que el pp había creado una red mafiosa, aprovechada por sus miembros como chollo lucrativo, con una delincuencia organizada y poderosa para copar las instituciones del estado con ánimo de lucro y adobada con testimonios clarísimos como el del propio Rus contando por teléfono las cantidades de  las mordidas y nada que ver con todo el largo e interminable elenco de repugnancias corruptas y comprobadas, cifra a cifra, testigo a testigo y año tras año durante el cuarto de siglo en que el pp desguazó València, primero desde el ayuntamiento y la diputación de esta ciudad y después desde la Generalitat (Castellón y Alicante, corrieron la misma suerte, esquilmadas por la misma casta depredadora, que ha terminado pasando por juzgados y cárceles a tutipén). Nada comparable con la ridícula movida de la Alquería. Un caso más propio de una histiorieta de Ibéñez como Mortadelo, Filemón y la T.I.A., agua de borrajas que una vez descubierta deja aún más en evidencia a los esbirros de la derechona de lo que ya lo estaban. 

El pp más, que nada, pretende que a base de salpicaduras de fango lo suyo se convierta, a los ojos de la sociedad, en unas faltillas de nada. En normalidad, vamos. ¿Cómo? Pues levantando las alfombras para que todos vean lo que hay debajo. Aunque, claro, no es lo mismo encontrar unas pelusas de poca monta, propias de las polvaredas pre-existentes que aun no se han barrido, que descubrir cocodrilos y pirañas en conserva, contando a voz en cuello, mil, dos mil, cinco mil, docemil...O que un yonky arrepentido señale a la manada de camellos que le llevaron a la adicción hasta que contemplar el horror de sus propios actos le despertó de golpe y juzgado. O que la misma peña cuente cómo se hacían las transacciones de billetes de 500 que hacían el transvase estado-partido con toda naturalidad...Eso nunca lo van a encontrar en el equipo del Botánic que gobierna desde 2015. Sencillamente, porque eso no existe entre los miembros del actual pacto gubernativo valenciano.
¿Acaso cuando Rosa Pérez Garijo denunció la trama podrida de Rus y su cuadrilla, que acabó convertida en Operación Taula, el pp obligó a Rus a su  gente a dimitir ante la citación judicial y la sospecha confirmadísima de enjuague total, -como ha hecho el Psoe con muchos menos motivos, pero con mucha más conciencia política, social, ética y jurídica-? No. Ni de coña. Para el pp escuchar a la justicia que no lleva sus togas dedicadas, no es cumplir con unos principios éticos que son mariconadas y flojeras para un ppartido tan machirulo en el que hasta las mujeres lo son en lo más profundo de su genética ideo-ilógica, es aceptar una presunción de culpabilidad que les coloca en el centro de la diana de la debacle en votos, ergo, de forring office.

¿Qué hizo en aquel entonces ese Rafael Soler que ahora se ha convertido en el Tirant Lo Blanc de la decencia pepera y azote de corruptos -imaginarios como gigantes cervantinos en plan molinos de viento-, acaso se puso del lado de la justicia denunciando a sus jefes y jefas corrompidos y corrompidas por  el parné y sus entretelas? ¿Cómo era él en aquella época, a qué dedicaba entonces su tiempo libre, acaso a denunciar a los ladrones que se llevaban todo o era cómplice forracional de los mismos demonios que en Madrid no se ven pero que están ahí, cruzando los semáforos en rojo y especulando con lo que es de todos, que pasan de la intelectualidad y tienen una suite en el Meliá...? (José Luis Perales ya se percató del asunto hace años...¡qué clarividencia xd! y qué modo poético a lo Dante Alighieri, de describir los mismos infiernos de toda la vida, pero con música y cancioncillas que no tienen desperdicio)

Con estas alucinaciones propias que prentende convertir en  colectivas, el pp y sus secuaces, ya políticos, ya mediáticos, ya equidistantes y mediopensionistas, sólo consiguen hacer que brille la verdad y que se vea mejor la mentira estructural en la que se basaba el viejo caparazón de un pasado impresentable y que la inteligencia colectiva se afiance en la esperanza y en la determinación hacia ese cambio que intentamos hace cuarenta años y que las interferencias emocionales, "a por ellos", banderiles ( de bandera y bandos) tan  marrulleras que el pp y sus caciques tardofranquistas han estado usando contra los pueblos ibéricos mientras hacián tabula rasa con la ética, la justicia y el respeto a la ciudadanía y a la verdadera democracia.

Descubrir fallos y ponerles solución no es, para nada,  lo mismo que descubrir delitos y mantenerse en ellos como si fueran los madamientos del Sinaí, alegando que son cosa de manzanas podridas que, para colmo, nadie tiene el valor de sacar del cesto, porque en realidad hasta los mimbres del cesto están podridos y la putrefacción en plan rex extensa cartesiana fashion ni la notan ( ¿tal vez porque para ellos Descartes solo sea cosa de naipes? Pues, igual sí. El pp es tan sorprendente en lo que no sorprende a nadie...)

Una vez perdido su único rumbo, que para el azulismo gaviotil es el poder, ya sólo les queda pasar el rasero y hacer creer a la ciudadanía lo de siempre: "que todos son iguales". Sólo que ya no les funciona el mantra. La realidad es su principal testigo acusador. Nadie como el pp, después del dictador, nos había arruinado y pisoteado como estado, como pluralidad territorial, como poseedores de nuestros derechos y libertades y como víctimas de una verdadera manada depredadora y  a-parlamentaria que, usando las institucines para sus intereses y negocios, se ha forrado a costa de la precariedad económica, laboral, ética, política y social que ha ido creando entre costuras, deseducando y dando caña represiva a lo que no entiende y, por ello, ve como hostil, mientras sigue en sus trece fingiendo el paripé, para lavarse la cara pringada, de una democracia interna que no puede existir obviamente en un sistema de cortijo, amos y siervos, chantajes y cacicadas, como el que hemos padecido intermitentemente hasta ahora, pero con una crueldad redomada y un garrulismo  indecente. Menuda menestra.

No, pp, no. No todos sois iguales en marranadas gestoras. Ya te gustaría, ya. Pero te vas a quedar con las ganas. Lo tuyo ya no es ni bioéticamente sostenible en pleno cambio climático. Aunque dudamos de tu capacidad para entenderlo. Tu actitud recuerda el suicidio renuente de Nerón al final de Quo Vadis? Tuvo que ayudarle su esclava Actea, porque él, con las legiones de Galba a las puertas de Roma para poner fin a su destarifo, no era capaz de rematar su propia historia para no ser arrastrado y decapitado en público por sus locuras y daños incalculables contra el pueblo. Es una historia pparalela.

¿Será porque nada es nuevo bajo el sol como dice el Eclesiastés?


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