Si el 26J se produce el
anunciado colapso del PSOE, no será un acontecimiento histórico, sino
astronómico: ver en vivo y en directo el desmoronamiento de un partido
con siglo y medio de vida, que ha sido decisivo en tantos momentos de
nuestra historia reciente, y que ha gobernado veinte años de la actual
democracia, es comparable a la explosión de una estrella en el cielo,
una de esas supernovas que fascina por igual a científicos y curiosos.
Cuando una estrella de gran tamaño agota su combustible,
sufre una serie de reacciones en su núcleo, se expande y contrae hasta
que explota violentamente. Algo así le puede estar pasando a este PSOE
exhausto, que corre por la campaña electoral como pollo sin cabeza y
demuestra a diario la vigencia de la ley de Murphy. Agotado su
combustible, con fugas por todos lados, con su núcleo convulso, ¿acabará
iluminando el cielo nocturno del 26J con una impresionante explosión?
Si eso ocurriera, sería en efecto un acontecimiento galáctico. Uno de
esos momentos únicos que a los astrónomos-politólogos les permite
estudiar el ciclo de vida de las estrellas-partidos, mientras los
ciudadanos-votantes miraremos su rastro luminoso en el cielo,
boquiabiertos. Con asombro, gozo, tristeza o temor.
Pero cuando observamos una supernova, en realidad estamos viendo la
agonía de una estrella que murió mucho tiempo atrás, aunque su luz
póstuma tarde años en llegar hasta la Tierra. Así pasa también con el
PSOE: el día que veamos su fogonazo, no será más que la onda expansiva
de un colapso que sucedió hace años. Tal vez en 2010, cuando Zapatero
decepcionó a quienes le habían dado dos victorias electorales; o quizás
mucho antes, a mediados de los noventa, cuando la descomposición del
Felipismo coincidió con la crisis de la socialdemocracia europea bajo el
empuje neoliberal.
Aunque los dirigentes socialistas
se sientan hoy atacados por Unidos Podemos, su colapso viene de dentro,
como en las estrellas. Cuando Pablo Iglesias les levanta hasta
las pegatinas, no hace más que recoger todo lo que el PSOE dejó tirado.
Si Podemos planta la tienda de campaña en el solar socialdemócrata, es
porque se lo encontró vacío, tras la mudanza de sus anteriores
propietarios. Si el PSOE está hoy en un callejón sin salida, y cualquier
decisión que tome puede ser su tumba, nadie lo empujó, se metió él solo
ahí.
La refriega hoy no está en que Podemos empuje
al PSOE para echarlo, sino en que el PSOE intenta recuperar un terreno
donde ya viven otros. Buena parte de los votantes que han cambiado de
papeleta no han sido engañados por Podemos, sino defraudados por el
PSOE. Aquellos que en la noche electoral del 2004 gritaban “¡Zapatero, no nos falles!”, como avisando de una última oportunidad al partido.
No sabemos si la supernova se verá en el cielo del 26J, o en las
siguientes elecciones. Si les sirve de consuelo, sepan sus desolados
militantes que las estrellas, al morir, liberan grandes cantidades de
materia que acaban formando nuevas estrellas. Si el 26J se produce el
colapso, quedarán muchos metales pesados flotando en el espacio
político. Algunos acabarán en Unidos Podemos, pero quedarán muchos otros
de los que quizás nazca un nuevo PSOE. Suerte.
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Bravo, Isaac Rosa. Fantástica metáfora tan real como la vida misma. Tus argumentos, tan finos y tan ciertos, dan en el clavo de una realidad escalofriante, catártica y liberadora, también. Todo lo positivo que tiene el socialismo nunca morirá, pero sí se desintegra todo aquello que lo empaña. De hecho, es evidente que el mismo Psoe actual ha elegido a su liquidador para esa función, convencido de todo lo contrario, pero cumpliendo un designio natural de renovación imprescindible: ya que no quieren renovarse, el equilibrio universal, los renueva por medio de sus propios errores sublimados en ceguera. Física cuántica en acción y reacción. Es el proceso evolutivo necesario: lo imperecedero, ético, justo y sano, se sobrevive a sí mismo, como los genes, lo perecedero y corrompido, ya inadecuado para evolucionar, de deshace y se convierte en compost. Los despojos se reciclan en abono para nacer y vivir en planos más desarrollados y mejores. Lo mejor del Psoe siempre seguirá vivo y en marcha, aunque se llame UnidasPodemos. O cualquier otra denominación del mismo origen. Tu reflexión ma'ncantao. Twitteado quedas, carinyet.Un abrazo.
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