miércoles, 22 de junio de 2016

Efecto boomerang

El ministro de Interior en funciones se lamenta de que primero le disparan y luego preguntan. Una costumbre muy ppoppular a la que ya debería estar habituado. No le avergüenza en absoluto lo que ha hecho, simplemente le fastidia que sus hazañas se sepan a cuatro días de las elecciones. 
Y esta vez no es una calumnia sino una pillada como las de Rus, o Rita o Granados, Castedo o cualquier otro miembro del comité del trinke. ¿Qué debe hacer la prensa decente ante un caso así, callarse hasta el 27J y dejar que la mugre retome ínfulas con una falsa legitimidad que no le corresponde para que el pp se sienta bien tratado en las formas mientras se va ocupando de dejarnos sin fondos? En este caso real de corrupción institucional, es completamente legítimo, justo y necesario publicar un atropello verdadero, que no es una especulación sino real y evidente como la vida misma.

Es cierto que esta pillada se ha utilizado como un arma electoral, pero también es cierto que su uso no deja a nadie en la calle ni arruina  honestos negocios familiares, ni apila escuelas públicas en barracones alquilados a sus amigos, ni recorta medicinas a los enfermos ni comedores escolares ni mantiene CIEs en condiciones infrahumanas, ni mata inmigrantes en las fronteras ni roba el dinero del Estado para repartirlo entre los promotores y el blanqueo para construir hasta la sede del partido, ni potencia la evasión fiscal de la cleptocracia. Esta información no es una calumnia ni una difamación ni una tergiversación de datos, al estilo pp-c's, es una evidencia comprobada y evidente, indiscutible. El fastidio para el ministro es que no le han preguntado antes de disparar el titular a la prensa, estando las elecciones ahí mismo, bueno, eso no debería extrañarle a Fernández, su partido tampoco pregunta a la ciudadanía antes de dispararle leyes aberrantes ad personas et ad propia negotia y eso para el pp no solo no ha sido siquiera  peccata minuta, sino gobernar estupendamente. O sea, causando dolor a tutiplén según Gallardón, el filósofo y la crème de la creḿe del intelecto ppero.

Es cierto que hacer cosas como ésta, aunque la información sea cierta, no es jugar limpio, pero ¿acaso el pp ha jugado limpio alguna vez desde que llegó al Gobierno o antes de llegar, lo que consiguió a base de insultos, descalificaciones y una agresividad vergonzante contra el presidente Zapatero, deformando realidades, hinchando bulos y hasta calumniando descaradamente al Psoe antes de que llegase al poder o defenestrando jueces decentes, pactando con mafias legalizadas como"manos limpias" para que sus innumerables agürtelados se librasen de la cárcel? Qué mala memoria tiene este pp. 

La queja y el victimismo es un rol muy antiguo. Ya en las tragedias clásicas era la base de los argumentos. El ser humano mientras evoluciona pasa por una etapa infantil y adolescente, irresponsable y poco inteligente, de apegos ansiosos, miedos y osadías, en la que se siente oprimido por la hostilidad de un mundo "de mayores" que no controla y del que desconoce el funcionamiento, aunque él cree que lo sabe todo; el niño experimenta haciendo lo que le apetece y luego, sufre las consecuencias de lo que hace: se cae, se hace daño, se pone enfermo por atracones de chuches prohibidas, se le cae encima lo que ha ido amontonando torpemente en su juego sin pensar en nada más que en divertirse o en quitar a sus rivales la pelota o las canicas para hacerse el jefe de la pandilla. Cuando los mayores le pillan con las manos en la masa lo primero que hace es buscar culpables de su "desgracia". En la época clásica la culpa de las desgracias del héroe-víctima era el fatum, el destino. Los dioses que, paradójicamente y según él, le envidiaban, después de haberle creado porque les había salido demasiado bien...
Las guerras, para el que las empieza, nunca son culpa suya, sino de los que le han provocado teniendo un país más organizado, más inteligente o más rico o más bello, próspero y feliz que el suyo. Por ejemplo la culpa de que el Imperio Romano se apoderase de Grecia, no la tuvo la avidez depredadora de Roma, la tuvo la superioridad intelectual de los griegos, a los que invadió, hizo prisioneros y convirtió en maestros de sus hijos para poder desarrollar algo de inteligencia más allá de la táctica y la estrategia militar. O sea, de su cultura de zurriagazo y tentetieso. Dictadura imperial a lo bestia de frente a una democracia que piensa, como era la de los griegos. Un peligrosísimo recurso social e intelectual, que era necesario "poner en orden" y liquidar como mal ejemplo librepensador y desestabilizador de conciencias demasiado cómodas.

Lo mismo sucede en la lógica del FMI, WallStreet o el BCE, o sea, en los cimientos ideológicos( ¿?) del pp. La culpa de la crisis exterminadora de la cultura occidental que ahora sufrimos la tienen las provocadoras clases medias que con tanto bienestar y desarrollo en tantos niveles, amenazaban con dejar en el limbo social y en ganancias poco relevantes a las oligocracias del Planeta. Para el pp, la culpa de la ruina española, además de Zapatero, la tiene esa ciudadanía mindundi que se estaba subiendo a la chepa del cacicato sin consideración alguna, exigiendo nada menos que igualdad de derecho, justicia social y democracia real, no de merengue ppringado y gaviota tiesa ni de corona a la panameña compiyogui. 
Para lograr el triunfo de su shenshatez, el pp las ha hecho de todos los colores sin melindres ni tiquismiquis éticos que solo son un estorbo cuando ya se cuenta con la ayuda de un ángel como Marcelo y de todas las vírgenes autóctonas enmedalladas habidas y por haber. Y, claro, ahora se presenta ese disparo que no pregunta y suelta el zasca de un escopetazo imprevisto y sin tiempo suficiente para marear la perdiz de una modificación de urgencia de las leyes ad hoc

Este disparo no ha sido a traición, don Fernández, solo es el una mínima parte del boomerang que ustedes mismos llevan disparando cuatro años y medio. 
Es posible que esto haya pasado porque Marcelo y las vírgenes protectoras se han dado cuenta del percal y se han pirado a sus prados celestiales tapándose la nariz para que la esencia olorosa del pp no les deje k.o. con el hedor terrenal de tanto curriculum tan ppiadoso como ppodrido. 

O sea, lo denunciado por lo corrompido. Así, como quien no quiere la cosa, ajusta las cuentas el destino que solo es el resultado de nuestros errores o de nuestros aciertos. Nada es azar y no hay casualidades sino causalidades. Algunos y algunas, en su actual estado, necesitarían varias vidas para comprenderlo. No hay que preocuparse, para eso está el karma repitevidas tantas veces como haga falta. Buda también tenía razón. Marcelo y las vírgenes están al loro, don Jorge, y no se preocupe, que todo queda en casa. En los archivos infinitos del Universo Inteligente está impreso hasta el más leve pensamiento y el vuelo de una hoja o de una pluma planeando por el aire. Aunque parezca que algunos se van de rositas, aquí no se escapa nadie.

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