jueves, 30 de junio de 2016

No todo es votar

Más allá de los rifirrafes y las rivalidades tóxicas de la política fatalmente entendida, hay muchas posibilidades para trabajar por el cambio. Son cientos de proyectos viables y de ideas realizables, para que la utopía de la tierra, como se denomina a sí misma la comunidad rural y autosuficiente de Marinaleda, se materialice en lo vida cotidiana. Estas iniciativas cuentan con una fuerza imprescindible: la energía individual de quienes deciden cooperar y liberarse liberando y mejorando su entorno sin causar mal a nadie. De pequeñas y trascendentes decisiones nacen los verdaderos cambios de la humanidad y de sus civilizaciones.
He ido colgando información y testimonios de estos éxitos, de orígenes diversos, que van permitiendo vivir, salir adelante y progresar en todos los sentidos, a tantas personas y a tantas familias, en medio de un mundo convulso y golpeado por la enfermedad de la avaricia, la ceguera del consumismo desquiciado y de la manipulación capitalista depredadora, partidaria de fomentar un crecimiento económico ilimitado e irracional en un Planeta con recursos limitados y cada vez más escasos y deteriorados. Un desbarajuste que sólo puede enmendar y equilibrar la conciencia despierta y el amor incondicional por la vida, la naturaleza y los seres vivos, por la humanidad; nuestra familia universal.

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