Hildegard von Bingen nació y vivió en la Alemania del siglo XII. Fue poeta, sanadora, botánica, música, mística, autora de autos sacramentales y consejera política del papado y del imperio, que le pedían asesoría por la calidad y visión de su lúcida inteligencia para resolver conflictos y tensiones. Vivió dedicada a hacer el bien y al estudio. Fundó y abrió las puertas de los monasterios al exterior e independizó la vida de las monjas del control de los frailes, que hasta entonces habían sido los "custodios" y directores de las eremitas que eran recibidas como alumnas espirituales y solían vivir en las tierras de los monasterios masculinos, que las alimentaban y protegían, como a seres de menor valía. Hildegard consiguió la autonomía, viajaba muchísimo animando a las mujeres que se juntaban en los monasterios en los contornos de Bingen, a la orilla del Rhin, y donde aún se conserva su recuerdo en el Hildegards Garten, un jardín botánico dedicado a las plantas medicinales, con las que sanaba a los enfermos y junto a las que aún se conserva, escrita en latín y grabada en placas de hierro, la descripción y el estudio que ella misma redactó, para definir las propiedades terapéuticas, físicas y anímicas, de cada una de las especies y subespecies vegetales. Su música polifónica e instrumental es una caricia para el oído y un regalo para el alma.
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